EDITORIAL EL LIBERAL
12 NOV de 2008
Muchas lecciones y reflexiones deja la estrepitosa caída de las llamadas ‘pirámides’ y específicamente, de Proyecciones Drfe, que degeneró en graves problemas de orden público en Popayán y otras ciudades del país.El tema había sido advertido numerosas veces por el diario, refiriéndonos a la grave cadena de riesgos implícita en el lucrativo ‘negocio’ que permeó poco a poco todos los sectores y estratos de la sociedad caucana.
Muchas lecciones y reflexiones deja la estrepitosa caída de las llamadas ‘pirámides’ y específicamente, de Proyecciones Drfe, que degeneró en graves problemas de orden público en Popayán y otras ciudades del país.El tema había sido advertido numerosas veces por el diario, refiriéndonos a la grave cadena de riesgos implícita en el lucrativo ‘negocio’ que permeó poco a poco todos los sectores y estratos de la sociedad caucana.
Fuimos objeto de recriminaciones y advertencias de acciones de tipo civil y penal cuando se consultó sobre el polémico esquema de captación y la problemática de espacio público y seguridad que ocasionó el citado establecimiento en un sector residencial de la ciudad. Sin embargo, era nuestro derecho y deber.Entonces, sólo eran lógicas dudas y preguntas y hoy son las quejas de las miles de familias, especialmente las más humildes, que cayeron en el sueño de hacerse millonarios, llevados por la ambición de ganar “dinero rápido, fácil y efectivo”.
El esquema piramidal ya se probó en el pasado con verdaderas tragedias económicas como ejemplo, y crece a costa de los que siguen entrando. Los primeros siempre ganan y cimentan la confianza de los próximos, hasta que se reviente.Es claro que la debilidad del marco legal existente facilitó el libre albedrío de los incautos ahorradores. Los legisladores y las autoridades se quedaron cortos frente a una actividad aparentemente tan blindada que no pudo detenerse y el tema quedó por cuenta de la sensatez de la gente.
Ya muchos se refieren a la omisión del deber de cuidado por parte del Estado.Qué decadencia moral la que quedó en evidencia tras la búsqueda de un dinero ocioso. Todos los ‘clientes’ sabían que de eso tan bueno no dan tanto y que el riesgo era grande, jugaron a ser millonarios a sabiendas de que no había nada claro, mientras los promotores se presentaban como una especie de Robin Hood contra la pobreza y el desempleo.El comercio organizado de la ciudad luce como otro de los damnificados. Es evidente de meses atrás la caída de las ventas, mientras entraba en boga la compra de artículos suntuarios, el mercado de vehículos e inmuebles usados, producto de los jugosos dividendos de quienes entraron tempranamente en el negocio y recogieron sus ganancias. Crisis que continuará afectando la economía regional.Duelen las miles de historias de personas que se jugaron lo que tenían y no tenían, en contraste con los que lograron ‘coronar’ millonarias ganancias.
¿Dónde quedaron la moral y la ética ciudadana? “Se fue al hueco”, afirman por ahí con humor negro algunos, dejando de paso embolatados cerca de 2 billones de pesos en todo el país.direccion@elliberal.com.co