lunes, diciembre 26, 2011

YA VIENEN LOS REYES…


YA VIENEN LOS REYES…
MARCO ANTONIO VALENCIA
Esta semana asumen el mando alcaldes y gobernadores. Sobra decir, que esperamos mucho de ellos.  Esperamos que cumplan sus promesas electorales de cambio y cero corrupción. Que sea cierto el juramento ante Dios y la Patria para trabajar por nuestra gente, y que cumplan fielmente la Constitución Nacional  (que incluye  los códigos civil, penal, administrativo, laboral, etc.) para tranquilidad de todos.
Ojalá que sean justos. Que hayan aprendido de las malas administraciones pasadas para no repetir de sus errores. Que no  sean inferiores a las necesidades de sus pueblos, que escuchen las demandas de los más necesitados. Que nombren secretarios de despacho calificados, idóneos, capaces de representarlos con ética, moral, iniciativa y capacidad de gestión.
En muchas alcaldías y gobernaciones hay que llegar con mentalidad de cambio. Hay que revisar el manual de funciones para que todos trabajen, hay que poner tareas puntuales, redistribuir cargos, comprar equipos nuevos. Hay que hacer cumplir los horarios, revisar las hojas de vida para que las personas estén trabajando en lo que son expertos y para lo que estudiaron. Hay que acabar con los puestos innecesarios, tener los rubros y enseres suficientes, revisar los gastos de funcionamiento, construir y poner a funcionar manuales de protocolo para el sector administrativo. Hay que revisar los contratos de personal. Hay que enseñarle al funcionario cómo atender público de manera eficiente. Hay que hacer que se noten los cambios para bien, para mejorar, para avanzar.
Con el voto popular hemos puesto la confianza ciudadana en los nuevos mandatarios. Por lo tanto, esperamos que no se dejen intimidar por los políticos para nombrar a idiotas útiles en cargos públicos. Que si los políticos quieren recomendar a alguien, que lo hagan (para eso son, para asesorar, y para eso la gente se inscribe a los partidos políticos); pero, ojo, si van a recomendar a alguien, que lo hagan con altura y ética. Es decir, que recomienden a gente capaz, estudiada y con experiencia;  y no vayan a imponer  a su amante de silicona o a su empleada del servicio doméstico analfabeta (con cero experiencias y ningún interés diferente al sueldo), a manejar temas tan delicados y supremos como la cultura, la educación, la salud o la hacienda pública.
El deseo de la mayoría, de los que votamos y no votamos por ellos, es que les vaya bien. Si a ellos como gestores y administradores del municipio o del departamento les va bien, a todos los ciudadanos nos va bien, avanzamos y salimos del subdesarrollo y la ignominia. Por lo tanto, señores nuevos administradores del erario público, a nombre del pueblo, les pido cero tolerancia con los profesionales del bochinche, la intriga, la anarquía. Hay que poner en cintura a los que viven del erario público con prácticas ilegales. No hay que dejarse manosear por sindicatos, politiqueros de pueblo, o chantajes periodísticos de locutores avivatos.
Que Dios los bendiga. Y por favor, más pan y menos circo. Que la infancia y la mujer sean prioridad. Que los ancianos y los discapacitados sean prioridad. Que los afectados por el invierno sean prioridad. Que la seguridad ciudadana sea prioridad. Que la salud, la educación, la cultura y el empleo, sean prioridad. En fin, somos tan pobres y necesitados…  que por aquí, todo es prioridad. ¡Salud y éxitos!

miércoles, diciembre 21, 2011

colección BICENTENARIO DE LITERATURA CAUCANA

El Gobernador del Cauca, con los autores de los 13 libros de la Colección Bicentenario

 novela, cuento, poesia, teatro, fábula, ensayo, son los libros que integran la colección
 Los libros serán entregados en su primera edición a las bibliotecas de las instituciones educativas
 Marco Antonio Valencia Calle, coordinador del proyecto.
 Entrega formal de la colección de libros a los autores, Salón Bolívar, Gobernación del Cauca

 Diciembre 21 del 2011, Presentación del proyecto a los autores



Caucanízate PUBLICÓ Colección Bicentenario de Literatura....




El Mandatario Departamental, Guillermo Alberto González Mosquera, presentó la Colección Bicentenario de Literatura, conformada por 13 tomos que incluye poesía, teatro, cuento, fábula, ensayo y novela.

La colección que fue coordinada por el Programa Caucanízate del Gobierno Departamental, que coordina Marco Antonio Valencia, libros que se entregarán a las instituciones educativas de los municipios del Departamento del Cauca y corresponden a:

Viajero del canto (Poesía) por Elvio Cáceres.                          
Génesis del Diluvio (Poesía) por Phanor Terán.                          
Horizonte de perros (Poesía) por Felipe García Quintero.              
Antología. Samsara y otros poemas (Poesía) por Felipe García Quintero      
Huilquipamba y otros poemas (Poesía) por Andrés Mosquera López.          
Cosas caídas de la nada (Cuento) por Hernán Bonilla Herrera.            
El Jardín del Rinoceronte (Cuento) por Marco Antonio Valencia Calle.    
Antología. Tras los pasos de Camacho Miranda (Cuento) por Felipe García Quintero.          
Cuentos de Tío Conejo (Cuento) por Bernardo Alexander Ibarra.    
Como Dafne y Apolo (Novela) por Edgar Alberto Caicedo Cuellar.    
Los Habitados (Novela) por Juan Carlos Pino Correa.            
Antología autores teatrales caucanos (Dramaturgia) por Phanor Terán.                          
Antología. Escritores Caucanos (Ensayo) por Felipe García Quintero.

martes, diciembre 20, 2011

Gobierno departamental: oportunidad perdida


Su lema de gobierno  “Arriba el Cauca” no dejó de ser más que una expresión de entusiasmo del gobernador Guillermo Alberto González  Mosquera y de muchos ciudadanos que lo respaldamos electoralmente. Su condición de hombre curtido en la política, su vasta trayectoria en la administración pública, su personalidad carismática, sus buenas relaciones con respecto a instancias importantes de poder político y económico, su  conocimiento de los problemas de la región, entre otras cosas, hicieron pensar equivocadamente que el gobierno de González Mosquera traería los cambios que el departamento del Cauca   quedó esperando.  Se desperdició un periodo de gobierno.  Los índices de desarrollo humano, la percepción ciudadana,  la opinión pública y  las firmas o empresas consultoras, constatan el desencanto.    Ponen  en duda la capacidad de convocatoria del gobernante alrededor de los intereses regionales y la manera como  finalmente operó su programa de gobierno encaminado hacia la conectividad, el fomento del agro y la ganadería, el mejoramiento de la calidad de la educación acorde a las necesidades de la región, el mejoramiento de las condiciones de salubridad, el fortalecimiento de la institucionalidad y la reconstrucción del tejido social en una región tan polarizada como la nuestra.

En 2010, Cifras & Conceptos posicionó a González Mosquera en penúltimo lugar  con un 38% de favorabilidad entre 14 gobernadores. En agosto de 2010, cuando aún no se conocía el fallo de segunda instancia de la Procuraduría contra el gobernador por el escándalo de Probolsa, la Revista Poder 360°, anotó: “La gestión de Guillermo Alberto González se ha visto ensombrecida por el escándalo de Probolsa, que inicialmente lo destituyó e inhabilitó. González apeló y mientras espera el fallo seguirá gobernando. Algunos conocedores del tema político del Cauca aseguran que este episodio le ha hecho perder gobernabilidad y los resultados de su gestión no son contundentes. El acercamiento de la población  se ha hecho sólo con las comunidades del norte del Cauca pero la costa pacífica, que presenta condiciones de inseguridad y pobreza extrema, permanece en el olvido de esta administración. A este ex ministro de trabajo le critican que se ha dedicado a promover temas culturales de interés nacional como la celebración de la Semana Santa y el Festival Gastronómico de Popayán, pero ha descuidado la gestión departamental”. Se pensó  que el fallo de segunda instancia a favor del gobernador daría  legitimidad al gobernante para darle impulso definitivo a su programa. Recientemente Cifras & Conceptos S.A., lo ubica en la última posición  con un puntaje de 37% de favorabilidad entre 15 mandatarios.
Algunos de sus amigos y colaboradores, al igual que el mismo gobernador en su columna de prensa trataron demostrar resultados positivos, pero el descontento no desapareció. Un  conocido columnista readecuó el lema: “Patas’ arriba el Cauca”. Otro sostuvo en tono jocoso que nadie quería venir al Cauca por  temor a ser condecorado.  Pensamos que algunas condecoraciones se hicieron a personajes con  méritos; pero muchas y a cada rato  minimizan su verdadero sentido y caracterizan una sociedad parroquial. Como si no hubiera más que hacer ante tantos  problemas y dificultades. Expectativas por la administración de Temístocles.

Inseguridad en Popayán: ¿Y los gremios?

Tenemos un problema de inseguridad en Popayán y el Cauca, y tanto los políticos como las autoridades civiles, que deberían dar respuestas públicas a la ciudadanía a través de los medios, están mudas y “parece” que hasta indiferentes. Como si el tema no fuera con ellos, como si el problema no fuera tan grave; como si la paz y la tranquilidad del ciudadano, fueran asuntos ajenos a su competencia.
La percepción que se tiene en las calles, es que la policía como institución se está quedando sola con el problema de la inseguridad, un problema que si bien merece y necesita atención policial, requiere de soluciones de las autoridades civiles con planes, programas y proyectos que permitan soluciones reales. Un carcelazo no es solución. Y la policía, ya no se da abasto. Sus esfuerzos necesitan mucho, pero mucho más apoyo concreto contante y sonante.
Si los políticos y las autoridades locales y departamentales no pueden controlar este problema con los instrumentos que les da la Constitución Nacional, y con el poder ciudadano que los votó y eligió para ser nuestros protectores, del invierno como del infierno del terror, es hora de escuchar otras voces.
Llegó la hora para que los grupos económicos comiencen a debatir, exigir, liderar y dar soluciones civiles a los problemas de inseguridad en el departamento del Cauca.
De manera comedida y como habitante de este territorio, solicito un Consejo Ampliado y de Seguridad liderado por LA CÁMARA DE COMERCIO, ANATO, ACOPI, ANDI, FENALCO y LAS UNIVERSIDADES, entre otras. Una reunión de líderes sociales y económicos, legitimados por la sociedad y afectados directa o indirectamente por la tragedia del terror; una reunión de gente con voz y voto para decirle al país que por aquí las cosas de inseguridad son graves y merecen una atención especial. Una reunión de donde salga un memorial de agravios, pero también de posibles soluciones para ayudar a estas autoridades  encarceladas en el laberinto del “sinsaber-qué- hacer”.
Si los gremios que ven llegar la inseguridad a las puertas de sus empresas, y ven como los líderes políticos que fueron candidatos desaparecieron después de elecciones… si los gremios económicos no hacen nada, que vergüenza señores… pero ¡apaguen… y vámonos!
Señores de los gremios, hay que asumir liderazgos perdidos. Una ciudad con una crisis de inseguridad como la que padecemos, afecta el comercio, el turismo, la paz ciudadana, las inversiones, y nos aísla del mundo…
…y ya suficiente aislamiento tenemos con las carreteras hechas trizas por el invierno, y los abusos a los que nos somete Avianca, cuando no cumple con los horarios sin explicaciones, y se aprovecha del monopolio del transporte aéreo en el Cauca.

LA LITERATURA EN EL CAUCA


Martes 20 de Diciembre de 201i. EL LIBERAL

Año literario

El Liberal presenta su balance 2011 sobre los lanzamien-tos de libros que tuvo la capital del Cauca.
Veteranas y nuevas promesas de la literatura caucana dieron de qué hablar este año con la presentación de sus publicaciones, que pusieron a leer a más de uno.
El 2011 que está ad portas de terminar comenzó con la edición del libro ‘La noche del trapecista’ del escritor Marco Antonio Valencia Calle, una recopilación de 100 columnas, de más de 400 publicadas en los últimos 10 años en El Liberal como testimonio de ciudad.
La poesía tomó fuerza con ‘Cuerpos de papel’ de Mary Edith Murillo Fernández, quien dedicó sus versos a la mujer, al acercamiento interior del cuerpo, al encuentro consigo mismo y a la metáfora donde la muerte es la lluvia.
A éste se sumó ‘Palabras para el encuentro’ del colectivo Teoartística con poesía diversa y de carácter popular: cotidianidades, realidades sociales, el mundo católico y el pueblo en general. Un texto para encontrarse desde la palabra y la diversidad de ella misma.
Gloria Cepeda Vargas también rindió tributo a este género literario en ‘Canta la noche’, donde con sus poemas expresó la vida en su sentido más profundo.
Donaldo Mendoza, crítico literario, expresó sobre él: “los referentes de la muerte ocupan el mayor espacio del poemario; no obstante, no hay asomo de miedo ni tampoco incertidumbre, es más bien un festivo optimismo, una esperanza posible, una gratitud con todo lo vivido”.
‘Caminos silenciosos’ de Isabel Espinosa Peña fue el testigo de la mujer poeta de la vida y narradores de mundos posibles.
Ahí, recogió más de cien poemas de mucho sentimiento y experiencias propias que contó a su público.
Y se amplió la diversidad de géneros con ‘Aproximaciones al Bicentenario de la libertad’, un trabajo histórico que publicó el Gobernador del Cauca, Guillermo Alberto González Mosquera, que se nutre con varios de los ensayos y conferencias que realizó el mandatario caucano en centros culturales de Bogotá, Quito y Lima en 2010, cuando se conmemoraron los 200 años de la Independencia de Colombia.
No podía faltar el romanticismo que llegó de la mano de Víctor Andrés Pinzón Calderón con la historia de amor de Mario Santos Caballero, un músico acusado de homicidio y Sofía Ángel Saudé, una estudiante de literatura que por cuestiones del destino trabaja en la penitenciaría donde él se encuentra recluido, el filón temático de su primera novela ‘Huellas de sangre, del amor y el desamor’, presentada a la ciudad el pasado mes de mayo.
La parte académica no quedó por fuera y la ciudad tiene varios libros para consultar, entre ellos, ‘Entramados, jóvenes y configuración de significaciones imaginarias de deseo’ que ahonda en el mundo interior de la juventud y sus actividades para que la sociedad reflexione sobre ellas.
Deibar René Hurtado Herrera supo conjugar sucesos reales con proyectos  tangibles. En su relato impulsó una propuesta de investigación que se denominó ‘enfoque de complementariedad’, ligado a las ciencias sociales que dio como resultado su libro, fruto de una tesis doctoral.
Recordar a los grandes fue grato para el país. ‘Seis versiones sobre Ernesto Varona’ del escritor payanés Johan Rodríguez Bravo, quien falleció en el año 2006, dejó de ser borrador y se publicó en su honor.
La novela que narra la desintegración de una familia cuando encuentran un esqueleto en el jardín de su casa hace parte de la colección ‘Voces del fuego: testigos del Bicentenario’ de Ediciones Pluma de Mompox y salió a la luz pública para que el legado de Johan no se pierda, y por el contrario, los amantes de la buena literatura continúen leyéndolo.
Con ‘Momentos a solas’ finalizó la serie de publicaciones de 2011, que este medio de comunicación registró. El payanés José Fernando Gómez invitó al lector a un paseo por diferentes itinerarios de la vida.
En su libro reflexiona y filosofa sobre las situaciones críticas y aquellos periodos de alegrías por los que puede atravesar cualquier ser humano.
Así, la pluma caucana se destaca y se espera que en 2012 lleguen nuevas alegrías con las letras de los coterráneos.

martes, diciembre 13, 2011

Profesor renuncia a su cátedra porque sus alumnos no escriben bien


Profesor renuncia a su cátedra porque sus alumnos no escriben bien

Profesor renuncia a su cátedra porque sus alumnos no escriben bienLos nativos digitales no conocen la soledad ni la introspección. Tienen 302 seguidores en Twitter. Tienen 643 amigos en Facebook.
Foto: Archivo particular

Camilo Jiménez, periodista y profesor de Comunicación Social de la Javeriana, renunció a su cátedra.

Un párrafo sin errores. No se trataba de resolver un acertijo, de componer una pieza que pudiera pasar por literaria o de encontrar razones para defender un argumento resbaloso. No. Se trataba de condensar un texto de mayor extensión, es decir, un resumen, un resumen de un párrafo, en el que cada frase dijera algo significativo sobre el texto original, en el que se atendieran los más básicos mandatos del lenguaje escrito -ortografía, sintaxis- y se cuidaran las mínimas normas: claridad, economía, pertinencia. Si tenía ritmo y originalidad, mejor, pero no era una condición. Era solo componer un resumen de un párrafo sin errores vistosos. Y no pudieron.
No voy a generalizar. De 30, tres se acercaron y dos más hicieron su mejor esfuerzo. Veinticinco muchachos en sus 20 años no pudieron, en cuatro meses, escribir el resumen de una obra en un párrafo atildado, entregarlo en el plazo pactado y usar un número de palabras limitado, que varió de un ejercicio a otro. Estudiantes de Comunicación Social entre su tercer y su octavo semestre, que estudiaron doce años en colegios privados. Es probable que entre cinco y diez de ellos hubieran ido de intercambio a otro país, y que otros más conocieran una cultura distinta a la suya en algún viaje de vacaciones con la familia. Son hijos de ejecutivos que están por los 40 y los 50, que tienen buenos trabajos, educación universitaria. Muchos, posgraduados. En casa siempre hubo un computador; puedo apostar a que al menos 20 de esos estudiantes tiene banda ancha, y que la tele de casa pasa encendida más tiempo en canales por cable que en señal abierta. Tomaron más Milo que aguadepanela, comieron más lomo y ensalada que arroz con huevo. Ustedes saben a qué me refiero.
Por supuesto que he considerado mis dubitaciones, mis debilidades. No me he sintonizado con los tiempos que corren. Mis clases no tienen presentaciones de Power Point ni películas; a lo más, vemos una o dos en todo el semestre. Quizá, ya no es una manera válida saber qué es una crónica leyendo crónicas, y debo más bien proyectarles una presentación con frases en mayúsculas que indiquen qué es una crónica y en cuántas partes se divide. Mostrarles la película Capote en lugar de hacer que lean A sangre fría. Quizá, no debí insistir tanto en la brevedad, en la economía, en la puntualidad. No pedirles un escrito de cien palabras, sino de tres cuartillas, mínimo. Que lo entregaran el lunes, o el miércoles.
De esas limitaciones y dubitaciones, quizá, vengan las pocas y tibias preguntas de mis estudiantes este último semestre, sus silencios, su absoluta ausencia de curiosidad y de crítica. De ahí, quizá, vengan sus párrafos aguados, con errores e imprecisiones, inútilmente enrevesados, con frases cojas, desgreñadas. Esos párrafos vacilantes, grises, que me entregaron durante todo el semestre. Pareciera que estoy describiendo a un grupo de zombis. Quizá, eso es lo que son. Los párrafos, quiero decir.
El curso se llama Evaluación de Textos de No Ficción y pertenece a la línea de Producción Editorial y Multimedial de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Javeriana. En cuanto a lecturas, siempre propuse piezas ejemplares en los géneros más notorios de la no ficción: crónica, perfil, ensayo, memorias y testimonios. A partir de clásicos nacionales y extranjeros, los estudiantes componían escritos como los que debe elaborar un editor durante su ejercicio profesional. Primero, un resumen: todos los textos de los editores son breves, o deberían serlo -contracubiertas, textos de catálogo, solapas, etcétera-. Una vez que la mayoría hubiera conseguido un resumen pertinente y económico, pasábamos a escritos más complejos: notas de prensa y contracubiertas, para terminar con un informe editorial o una reseña.
En el centro de todo el programa estaban la participación y la escritura de textos breves a partir de otro texto mayor. Insistí siempre en la participación en clase para fomentar actividades que noto algo empañadas en la actualidad: la escucha atenta, la elaboración de razones y argumentos, oír lo que uno mismo dice y lo que dice el otro en una conversación.
El otro concepto transversal, la economía lingüística, buscaba mostrarles la importancia de honrar la prosa. Si uno en 100 palabras debe sintetizar un libro de 200 páginas, debe cuidar cada palabra, cada frase, cada giro. En últimas, la palabra escrita les dará de comer a estos estudiantes cuando sean profesionales, no importa si se desempeñan como editores de libros, revistas o páginas web, como periodistas o como profesores e investigadores.
Los estudiantes de este último semestre, y los de dos o tres anteriores, nunca pudieron pasar del resumen. No siempre fue así. Desde que empecé mi cátedra, en el 2002, los estudiantes tenían problemas para lograr una síntesis bien hecha, y en su elaboración nos tomábamos un buen tiempo. Pero se lograba avanzar. Lo que siento de tres o cuatro semestres para acá es más apatía y menos curiosidad. Menos proyectos personales de los estudiantes. Menos autonomía. Menos desconfianza. Menos ironía y espíritu crítico.
Debe ser que no advertí cuándo la atención de mis estudiantes pasó de lo trascendente a lo insignificante. El estado de Facebook. "Esos gorditos de más". El mensaje en el Blackberry.
Nunca he sido mamerto ni amargado ni ñoño: a los 20 años, fumaba marihuana como un rastafari y me descerebraba con alcohol cada que podía al lado de mis cuates. Quería ver tetas, e hice cosas de las que ahora no me enorgullezco por tocarlas. Empeñé mucho, mucho tiempo en eso. Pero leía.
No sé. En esos tiempos lo importante, creo, era discutir, especular, quedar picados para buscar después el dato inútil. Interesaba eso: buscar. Estoy por pensar que la curiosidad se esfumó de estos veinteañeros alumnos míos desde el momento en que todo lo comenzó a contestar ya, ahora mismo, el doctor Google.
Es cándido echarle la culpa a la televisión, a Internet, al Nintendo, a los teléfonos inteligentes. A los colegios, que se afanan en el bilingüismo, sin alcanzar un conocimiento básico de la propia lengua. A los padres que querían que sus hijos estuvieran seguros, bien entretenidos en sus casas. Es cándido culpar al "sistema". Pero algo está pasando en la educación básica, algo está pasando en las casas de quienes ahora están por los 20 años o menos.
Mi sobrino le dice a su madre, mi hermana, que él sí lee mucho, en Internet. Lo que debe preguntarse es cómo se lee en Internet. Lo que he visto es que se lee en medio del parloteo de las ventanas abiertas del chat, mientras se va cargando un video en Youtube, siguiendo vínculos. Lo que han perdido los nativos digitales es la capacidad de concentración, de introspección, de silencio. La capacidad de estar solos. Solo en soledad, en silencio, nacen las preguntas, las ideas. Los nativos digitales no conocen la soledad ni la introspección. Tienen 302 seguidores en Twitter. Tienen 643 amigos en Facebook.
Dejo la cátedra porque no me pude comunicar con los nativos digitales. No entiendo sus nuevos intereses, no encontré la manera de mostrarles lo que considero esencial en este hermoso oficio de la edición. Quizá la lectura sea ahora salir al mar de Internet a pescar fragmentos, citas y vínculos. Y en consecuencia, la escritura esté mudando a esas frases sueltas, grises, sin vida, siempre con errores. Por eso, los nuevos párrafos que se están escribiendo parecen zombis. Ya veremos qué pasa dentro de unos pocos años, cuando estos veinteañeros de ahora tengan 30 y estén trabajando en editoriales, en portales y revistas. Por ahora, para mí, ha llegado el momento de retirarme. Al tiempo que sigo con mis cosas, voy a pensar en este asunto, a mirarlo con detenimiento. Pongo el punto final a esta carta de renuncia con un nudo en la garganta.
Camilo Jiménez
Especial para EL TIEMPO

FACEBOOK

https://www.facebook.com/profile.php?id=711839823