jueves, mayo 17, 2007

Ojo al Cristo de Juan León


Por: Horacio Dorado Gómez

Quienes tuvimos el placer de observar la obra, que no trabajo fotográfico, nos bañamos de esa rara sensación que nos acompaña a los que vibramos con los éxitos de la pléyade de artistas que están latentes en Popayán.

La modestia con que explicaba la técnica de grabar imágenes sobre una superficie de material sensible a la luz, basado en el principio de la cámara oscura, no es tan sencillo o elemental como el Maestro Juan León Castillo lo exponía. Desde luego, la tecnología con el conjunto de lentes, la calidad de las cámaras fotográficas y la sensibilidad de las películas, además de los sensores digitales, contribuyen a obtener una imagen fija de amplia resolución. La técnica permite perfeccionar la impresión química de las imágenes. Todo ello es cierto. No hay duda alguna.

Pero lo mejor de la fotografía de Juan León es la huella impresa por un verdadero artista, merced a sus largos años de experiencia en el campo de la fotografía y al cúmulo de exposiciones. Hasta aquí, es una labor realizable por millones de personas gomosas de los retratos, apoyados por un buen laboratorio fotográfico, más el sello inconfundible que lo estampa Juan León al disparar no con el dedo de su mano el obturador de su cámara, sino con el papel fotosensible de su corazón de payanés insigne. La cámara fotográfica fue más allá de la simple proyección para imprimirle arte, ciencia y la experiencia del Maestro Juan León a las fotografías de carácter religioso, en especial al Tríptico de Cristos. Diseñar las luces y utilizar la tecnología, es una fase preparatoria para construir el lenguaje artístico, del ingenio e inspiración que sólo podía lograr un personaje payanés como Juan León, aprovechando su conocimiento en las tradiciones centenarias, y sobre todo, su entronizado amor por lo que hace y siente por su natal ciudad. Es tal la atracción a este tipo de fotografía llena de sutilezas, perfectamente comprensibles y muy directas para cualquier observador, que recrea la vista todo aquello que nos seduce en las procesiones sacras: La imaginería religiosa, las andas, la plata repujada y la madera tallada por orfebres no menos importantes, hasta los pendientes hilillos de oro. Juan León, logró modificar ese arte histórico religioso, haciendo uso de la imagen, incitando a la imaginación de los demás con su actividad humana y su visión personal, faltando solamente en la placa fotográfica, el olor exclusivo de la cera de laurel.

Civilidad: Estimular el movimiento cultural

miércoles, mayo 02, 2007

El Ecce Homo, el patrono de los trabajadores de POPAYÁN


El Liberal, mayo 2 de 2007
Foto: MAV

Luego de ocho días de estar en la Iglesia de Santo Domingo, la imagen del Amo Ecce Homo volverá hoy a su hogar.

Este Santo es considerado el ‘Amo de la ciudad’ por el amor y la fe que la gente le profesa.

“Por eso la palabra ‘Amo’ es de más confianza y de hecho que en esta región del Cauca, la fe que le tienen es grande”, expresó el padre Octavio Usme.

Esta devoción es por la cantidad de milagros y testimonios que hay en todos los campos como la salud, en lo económico y demás,

Por otra parte, como se recordará hace ocho días la imagen del Ecce Homo fue la bajada de su Altar y hoy será el regreso.

Hay que destacar que esta semana hubo una serie de actividades en su honor.

“El pasado 21 de abril fue la procesión de bajada salió de la Parroquia de Belén a las 7:30 p.m. donde fue alumbrado por las mujeres y me parece muy bonito que ellas tengan una participación especial en estos eventos”, dijo el sacerdote.

Asimismo, el Padre aclaró que no es como dice la gente que las mujeres cargan el paso, simplemente alumbran porque la imagen es demasiada pesada.

“Este año fue algo espectacular pues les hizo una hermosa noche y fueron más de 4.500 mujeres las que alumbraron el paso”, manifestó el prelado.

Fue llevado a la Iglesia de San Francisco y allí lo dejaron por ocho días.

Durante esa semana la gente se reunió a hacer el ‘Quincenario’.

“Esta es una novena que tienen el Santo Ecce Homo que se realiza durante quince días y son reflexiones cortas”, expresó el padre Usme.

El significado

Muchos dirán Santo Ecce Homo pero no saben que significa, por esta razón El Liberal le consultó al padre Octavio Usme sobre su significado.

El prelado narró el momento en que Poncio Pilato viste a Jesús con una túnica roja y lo presenta en el balcón ante la multitud.

“En ese momento Pilatos dice ‘Ecce Homo’, que quiere decir ‘he aquí al hombre’”, explicó el clérigo.

El 1º de Mayo

El Santo Ecce Homo tiene una relación muy importante con el Día del Trabajo, que se celebra hoy.

Octavio Usme, sacerdote de la parroquia de Belén, explica que esto viene desde tiempos inmemorables de la historia de Jesús.

“Todos tenemos que saber que Jesús trabajó con su padre José en la carpintería durante varios meses. Al tiempo fue creciendo en edad y sabiduría”, explicó el sacerdote Usme.

Se podrían considerar al Santo Ecce Homo como el patrono de los trabajadores y es una fiesta en el sentido de la cantidad de gente de otras ciudades del país que vienen a venerar a este santo.

No hay una cantidad exacta pero son miles de personas.

Fiesta

La fiesta tiene una razón de ser y es que el Santo Ecce Homo es el patrono de Popayán y del Cauca en general.

“Es una antigua tradición que se celebra desde hace mas o menos 1717”, dijo Octavio Usme, párroco del santuario de Belén en Popayan.

El prelado indicó que en esa fecha subieron la imagen del Santo a la capilla del Belén, donde está actualmente.

La Fiesta del Santo es organizada por la Junta Pro Culto al Santo Ecce Homo.

Esta es una celebración propia de Popayán y en ninguna parte conoce el sacerdote Octavio Usme, párroco del santuario de Belén en Popayan, que se celebre la fiesta del Santo Ecce Homo.

Sin embargo, en localidades como Ricaute (nariño), El Tambo y en otros lugares, también se venera pero en otras fechas.

Programación

9:00 a.m.: celebración de Eucaristía en la Iglesia San Francisco.

10.00 a.m.: procesión hasta la capilla de Belén y al terminar se da la bendición con el Santísimo.

ALMAGUER HOY


ALMAGUER HOY

MARCO ANTONIO VALENCIA

Por estos días de invierno todos los verdes del mundo están en la flora camino de Almaguer. Hasta el verde uniforme de la policía y el ejército que por años estuvo ausente de este municipio se aprecia mejor en medio de días con cielos de plomo y neblinas parisinas, cuando aun la gente habla con espanto de aquellos días terribles en que la guerrilla hacía su aparición para convertir a este pueblo en escenario de guerra disparando contra todo el mundo como enloquecida, o como si se hubieran fumado toda la coca que siembran en el macizo colombiano. Hace cinco años que no hay combates en el pueblo, es cierto, pero todavía están abandonadas las sedes de la Caja Agraria y Telecom donde se puede apreciar la sevicia de los ataques y la fuerza de las explosiones como hirientes monumentos a la guerra; hace cinco años la guerrilla no se ha vuelto a tomar el pueblo, pero apenas ahora se están alzando las paredes de la alcaldía, casas familiares, colegios e iglesias que sin piedad fueron destruidas. Eso sí, el pánico, los traumas, las heridas sicológicas en la mirada y la voz de sus habitantes todavía están vivos, como si los combates hubieran sido ayer.

En almaguer hubo un día en que la gente nadaba en oro pero los españoles se lo llevaron por Quito para España y la comunidad se quedó sin nada. Hubo un día en que sus habitantes amanecieron ricos gracias a la bonanza de la coca y la gente se dedicó a malgastar su dinero comprando carros, caballos y motos, o en apuestas y fiestas con ríos de licor y mujeres fáciles, pero el tiempo pasó y de esa época solo quedan historias de luto y dolor. Luego, hubo un día en que lomas, cerros y montañas aparecieron llenas de flores de amapola y todos volvieron a ser ricos, pero de vuelta, a los pocos años, por la acción del ejército contra los cultivos ilícitos, la gente volvió a vivir de la pobreza y a la espera de otro milagro que vuelva a enriquecerlos.

La gente de Almaguer tiene el alma buena y un alto sentido de la hospitalidad, pero a pesar de los esfuerzos de mucha gente e instituciones por re-educarlos a favor de mejores hábitos, no cambian sus cerradas costumbres; y por eso, hoy en almaguer hay pobreza. Una pobreza despiadada y un abandono miserable por parte del Estado. Sus carreteras son un desastre, por todo lado hay niños desnutridos, los abuelos viven tristes y los jóvenes cada día sueñan menos a pesar de su inteligencia y sus naturales dotes para el estudio y las manifestaciones artísticas. Almaguer hoy es un pueblo sin líderes, sin riqueza, con cicatrices de dolor vivas y, que espera… (¡) valenciacalle@yahoo.com

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