Su lema de gobierno “Arriba el Cauca” no dejó de ser más que una expresión de entusiasmo del gobernador Guillermo Alberto González Mosquera y de muchos ciudadanos que lo respaldamos electoralmente. Su condición de hombre curtido en la política, su vasta trayectoria en la administración pública, su personalidad carismática, sus buenas relaciones con respecto a instancias importantes de poder político y económico, su conocimiento de los problemas de la región, entre otras cosas, hicieron pensar equivocadamente que el gobierno de González Mosquera traería los cambios que el departamento del Cauca quedó esperando. Se desperdició un periodo de gobierno. Los índices de desarrollo humano, la percepción ciudadana, la opinión pública y las firmas o empresas consultoras, constatan el desencanto. Ponen en duda la capacidad de convocatoria del gobernante alrededor de los intereses regionales y la manera como finalmente operó su programa de gobierno encaminado hacia la conectividad, el fomento del agro y la ganadería, el mejoramiento de la calidad de la educación acorde a las necesidades de la región, el mejoramiento de las condiciones de salubridad, el fortalecimiento de la institucionalidad y la reconstrucción del tejido social en una región tan polarizada como la nuestra.
En 2010, Cifras & Conceptos posicionó a González Mosquera en penúltimo lugar con un 38% de favorabilidad entre 14 gobernadores. En agosto de 2010, cuando aún no se conocía el fallo de segunda instancia de la Procuraduría contra el gobernador por el escándalo de Probolsa, la Revista Poder 360°, anotó: “La gestión de Guillermo Alberto González se ha visto ensombrecida por el escándalo de Probolsa, que inicialmente lo destituyó e inhabilitó. González apeló y mientras espera el fallo seguirá gobernando. Algunos conocedores del tema político del Cauca aseguran que este episodio le ha hecho perder gobernabilidad y los resultados de su gestión no son contundentes. El acercamiento de la población se ha hecho sólo con las comunidades del norte del Cauca pero la costa pacífica, que presenta condiciones de inseguridad y pobreza extrema, permanece en el olvido de esta administración. A este ex ministro de trabajo le critican que se ha dedicado a promover temas culturales de interés nacional como la celebración de la Semana Santa y el Festival Gastronómico de Popayán, pero ha descuidado la gestión departamental”. Se pensó que el fallo de segunda instancia a favor del gobernador daría legitimidad al gobernante para darle impulso definitivo a su programa. Recientemente Cifras & Conceptos S.A., lo ubica en la última posición con un puntaje de 37% de favorabilidad entre 15 mandatarios.
Algunos de sus amigos y colaboradores, al igual que el mismo gobernador en su columna de prensa trataron demostrar resultados positivos, pero el descontento no desapareció. Un conocido columnista readecuó el lema: “Patas’ arriba el Cauca”. Otro sostuvo en tono jocoso que nadie quería venir al Cauca por temor a ser condecorado. Pensamos que algunas condecoraciones se hicieron a personajes con méritos; pero muchas y a cada rato minimizan su verdadero sentido y caracterizan una sociedad parroquial. Como si no hubiera más que hacer ante tantos problemas y dificultades. Expectativas por la administración de Temístocles.