Concertación y diálogo

DIEGO FERNANDO SANCHEZ VIVAS
diegosanchezvivas@hotmail.com


A lo largo de la historia de la humanidad, está demostrado que la mejor forma de resolver los conflictos y las diferencias surgidas al interior de la sociedad, es mediante el diálogo y la concertación. El diálogo permite que se puedan exponer serenamente puntos de vista y argumentos, y al mismo tiempo escuchar las razones y motivaciones .
La concertación viene a ser el resultado de ese diálogo en el que se acuerdan unos puntos concretos que se comprometen a cumplir. Lo anterior es aplicable a la actual coyuntura que se presenta en el país con los paros laborales, tales como el recientemente levantado de la Justicia, el de la Registraduría Nacional, el de los corteros de caña entre otros, y también con los hechos presentados en la marcha de los indígenas en el Cauca. En el mismo sentido, resulta importante señalar que si en el momento oportuno se da salida y se resuelven de fondo las diversas inquietudes que se plantean relacionadas con requerimientos y necesidades legítimas, se logra que las dificultades no avancen y se conviertan en conflictos que tienden a agravarse con el tiempo, tornándose cada vez más complejos y profundos. Entonces se requiere ante todo privilegiar soluciones concertadas y dialogadas antes que decisiones unilaterales, y que se resuelvan en el momento oportuno los problemas antes que estos se agraven y se tornen insolubles .Por lo anterior es que no resulta viable por un lado que se asuman vias de hecho para reclamar justas peticiones, porque se perjudica a toda una comunidad totalmente ajena a las causas y motivaciones de los conflictos y genera daños y perjuicios inconmensurables. Pero por otro lado, resulta tambien censurable e improcedente que se califiquen negativamente y se satanicen las protestas sociales con argumentos no debidamente sustentados de influencias exógenas ajenas a los movimientos que las originaron.

Prudencia, serenidad, respeto por las diferencias, posiciones y argumentos, y ante todo una gran voluntad de diálogo y concertación es lo que se necesita para lograr resultados positivos en esta convulsionada coyuntura.