Comprendo perfectamente el tire y afloje del pasado domingo en la Ciudad de Cali; el interés de los indígenas de que se desarrolle un dialogo frente a toda la comunidad movilizada (al fin y al cabo uno marcha para ver cristalizado un logro, en este caso el cara a cara con Uribe), de otra parte la estrategia del primer mandatario de los Colombianos de quitar fuerza al altísimo protagonismo ganado por los aborígenes después de que CNN difundiera el video donde se confirma lo denunciado con respecto a que se disparaba desde la policía hacia los movilizados en una fragante violación a los derechos humanos.
Uribe aprovecho entonces los sentimientos de los Colombianos; ante la alegría que nos producía ver al Dr. Liscano ex congresista libre, se la paso de sitio en sitio en Cali, hasta que le dio las cinco y treinta de la tarde y como para que no se dijera que les había incumplido -cuando supo la decisión de la asamblea de retirarse de las instalaciones del CAM - se hizo presente encontrándose con la lógica indignación de la fallida espera y la firme convicción de no dialogar con el ese día a esa hora.
Los marchantes y el alcalde de Cali firmaron un protocolo con relación a su estadía y sitio de reunión, documento conocido y aceptado por el ejecutivo frente al cual no se puso ninguna objeción por parte del gobierno Nacional, solo el Domingo comenzaron los tira y afloje; que el sitio no presentaba las condiciones de seguridad decían los delegados presidenciales, que entonces donde estaba la tan cacareada “seguridad democrática” refutaban los lideres sociales, en fin, en eso se fue el día y nada paso.
En la Maria- Piendamo, o en Popayán se debe realizar el encuentro, y no es un consejo comunal para echar loas al presidente con auditorio prefijado – lo digo con conocimiento de causa - , tampoco la tradicional asamblea del CRIC donde los tiempos y ritmos de desarrollo son otros diferentes a los marcados por la institucionalidad.
A mi me alegra que el tema y su tratamiento haya regresado al Cauca, pues su solución nos compete a todos los habitantes de este territorio, aunque también confieso que guardaba una remota esperanza que ante una continuidad de la minga de resistencia hacia Bogota, por su camino, a su paso, fueran apareciendo hacia la libertad los hermanos secuestrados como ocurrió el pasado Domingo.
WALTER ALDANA QUICENO
Waldana2@hotmail.com
Octubre 28-008