GUERRA EN EL CAUCA: NO SE TRATA DE HUMILLAR A NADIE
Es la costumbre de una patria construida a base de sangre. La bendita manera de concebir un estado y de controlarlo solo por la fuerza. La manía de creernos superpoderosos por ser mas... mas ricos, mas importantes, mas.. testarudos... La costumbre de ser quien define la suerte de los demas y la desventurada manera de pensar en conseguir y mantener el poder por las armas y desarmar el corazón en una confrontación entre hermanos, la que nos llevará a la extinción. No será el cancer ni el sida ni el ébola,ni la lepra, será la ceguera de un estado y unos compatriotas que imposibilitados para reconocer la razón de las minorías, la enfermedad que nos llevará a la perdición. Tampoco se trata de sacar por la fuerza o de humillar a quien es pieza del sistema. Se trata de concertar y tolerar. De negociar con cartas diafanas, con el pensamiento abierto y libre, pero desde el corazón. Mas inversión de recursos en educación para todos y todas. Menos robos en las arcas del estado. Mas proyectos y programas sociales. Mas cultura. Mejor salud para el pueblo. Nunca mas indiferencia y menos corrupción, para que a las nuevas generaciones no les resulte tan cotidiano y normal el mounstro de la violencia...
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