POR: DIEGO FERNANDO SANCHEZ VIVAS
No existen palabras para describir la sensación de desesperación, impotencia, rabia y desconcierto de miles de colombianos, trabajadores independientes, cada vez que se les mencionan los trámites, idas y vueltas que tienen que realizar para cumplir exitosamente todos los requisitos de ese descomunal embeleco denominado PILA. Parece que los genios encargados de la planeación de la seguridad social en este país, en sus cómodos despachos de la capital, pensaran que todos los colombianos tenemos la posibilidad de acceder a internet, pues para ellos pareciera que no existieran esas inmensas masas poblacionales en condiciones precarias, humildes campesinos que apenas han cursado primaria con gran dificultad y que jamás han visto un computador en su vida. Parece que para estos genios tecnócratas fueran invisibles esos sectores vulnerables de los grandes centros urbanos. Claves por internet, números de PIN, registros electrónicos, telèfonos siempre ocupados o que no contestan. ¿ Es eso consideración y respeto con los usuarios? Porque hay que estar ciertamente alejado de la realidad nacional para no darse cuenta del enorme sacrificio que tienen que hacer miles de colombianos, trabajadores independientes para poder cumplir sagradamente con la cuota correspondiente a salud. Ahora, por una de esas , " brillantes y maravillosas", ideas de algunos "sabios" legisladores, estos trabajadores independientes, no solamente deben cotizar a salud, sino que además deben también hacer un aporte a pensiones, es decir que para tener derecho a los servicios de salud, deben ahorcar su exiguo presupuesto y sacrificar lo destinado a la alimentación o a la educación de sus hijos para darlo a una cuota de pensión. De tal magnitud fue el exabrupto y las miles de quejas con relación al PILA, que cursa actualmente una investigación disciplinaria en la Procuraduría General, hay también un proyecto de ley para revisión de la Corte Constitucional sobre el tema, y se estudia la suspensión provisional del PILA por parte del Consejo de Estado. Si el espiritu de la iniciativa legislativa era impedir la evasión de los aportes pensionales, y fortalecer así el sistema en general, el remedio es infinitamente peor que la enfermedad, inequitativo y perjudicial, ya que los trabajadores independientes que no puedan cotizar, pasarán inexorablemente del régimen contributivo al régimen subsidiado. Los fondos de pensiones debieron quedar muy agradecidos con tal medida, ya que eso les permitirá aumentar sustancialmente sus ingresos cabalgando sobre la desgracia de los trabajadores independientes.¿ Es eso protección social equitativa y justa?