martes, julio 15, 2008

El rescate




CARLOS E. CAÑAR SARRIA
carlosecanar@hotmail.com

El extraordinario rescate de Ingrid Betancourt y de otros 14 secuestrados es el acontecimiento más importante del que se ocupa actualmente la opinión pública nacional e internacional. El deslumbrante operativo del Gobierno y de sus Fuerzas Militares prácticamente tiene asombrado al mundo. La eficiencia y eficacia del operativo enaltecen la Fuerza Pública y al gobierno colombiano en momentos en que este último afrontaba los rigores de la crisis política, el problema de la legalidad y legitimidad del acto administrativo que condujo a la reelección y se cuestionaba por ende, el segundo periodo del presidente Uribe. El rescate pasó a un segundo plano las discrepancias entre el Ejecutivo y la Corte Suprema de Justicia, la propuesta del referendo del Presidente para repetir las elecciones de 2006, la yidispolìtica, la parapolìtica, las diferencias con Venezuela, Ecuador y Nicaragua, la ilegalidad e ilegitimidad del Congreso, las gestiones del nuevo Ministro del Interior y de Justicia, etc.
Cada vez se constata más lo coyuntural de la política. En la política como en las demás ciencias nada está acabado o definido. No hay verdades absolutas; lo que hoy es cierto mañana puede ser falso o viceversa. En un ambiente de asombro muchos no descartan la segunda reelección del Presidente. Hacia ella parece orientarse el espectro político. Expectativas también por el futuro político de Ingrid, a quien no le disgusta la posibilidad de un tercer mandato de Uribe
Independientemente de que se esté o no de acuerdo con el Presidente, no se puede negar que se trata de un hombre de indiscutible liderazgo, esto le ha posicionado en un alto grado de popularidad que muchos otros líderes nacionales y mundiales bien podrían envidiar. La política de Seguridad Democrática con el rescate de Ingrid y del resto de sus compañeros secuestrados parece entrar en su etapa de consolidación. Muchos de los detractores y opositores del Presidente le han reconocido el exitoso operativo de rescate. Así debe ser la democracia. Con el mismo ímpetu con el que se critica a un gobierno por sus desafueros y errores, se debe reconocer cuando se trata de sus logros y aciertos.
El rescate debe servir al resto de secuestrados que aún permanecen en las profundidades de la selva y a sus familias, para que no pierdan las esperanzas en una pronta liberación y pueda así cerrarse el doloroso capitulo de ese crimen contra la humanidad que es el secuestro. El mundo entero debe unirse y trabajar con mayor fuerza por la liberación de todos los secuestrados. Que todos regresen al seno de sus familias y a la sociedad. Cómo nos gustaría ver abrazados al profesor Moncayo y a su hijo privado de la libertad desde hace una década. El caminante de la paz sigue caminando y esperando que se produzca el milagro.

FACEBOOK

https://www.facebook.com/profile.php?id=711839823