lunes, julio 14, 2008

La cumbre Uribe-Chávez

CARLOS E. CAÑAR SARRIA
carlosecanar@hotmail.com


Por fortuna el pasado viernes se normalizaron las relaciones entre Colombia y Venezuela. Después de varios meses de tensiones los dos gobiernos hicieron las pases. Se inició un nuevo periodo de las relaciones bilaterales. “Decidimos voltear completamente la página de la borrasca que pasó y de la que hemos hablado”, sostuvo Chávez. Uribe aceptó haberse equivocado al no haber llamado a Chávez antes de despojarlo de mediador por el acuerdo humanitario: “La vida obliga a hacer el mayor de todos los esfuerzos, reflexionar sobre lo propio”. Uribe le reclamó por la manera de tratarlo en la parte personal y Chávez le contestó: “Presidente, es que yo me sentía muy herido en lo personal. Pero bueno, punto y aparte”. Las casi tres horas de diálogos a puerta cerrada entre los dos mandatarios sirvieron para limar las asperezas.

Fue un hecho de madurez política de los gobernantes que en lugar de propiciar una confrontación armada entre los dos países, discutieron las diferencias, acudieron al diálogo y a las concertaciones, tal como lo hacen los hombres y los pueblos civilizados. Conociendo los temperamentos de los dos mandatarios, es posible que vuelvan a suceder nuevas tensiones, pero lo importante es que ambos presidentes han demostrado voluntad política para dirimir los conflictos. Como bien lo indica el filósofo inglés Hobbes: dando garantía del tiempo futuro, deben ser perdonadas las ofensas pasadas de quienes, arrepintiéndose, desean ser perdonados. Que ante las venganzas los hombres no consideren la magnitud del mal pasado, sino la grandeza del bien venidero.

La normalización de las relaciones bilaterales traerá beneficiosas consecuencias económicas y políticas para los dos países. Hay optimismo en los gobiernos y en los dos pueblos hermanos. Por otra parte, no se puede desestimar el papel de Chávez en la consecución de un acuerdo humanitario que valide la posibilidad de liberar a cientos de secuestrados entre policías, soldados y civiles que sobreviven en las inclemencias de la selva entre la desesperanza y la ilusión de volver a la libertad. Es prudente que en adelante, algunos políticos colombianos y los medios de comunicación dedicados a satanizar y estigmatizar a Chávez moderen el discurso. No se trata de desconocer las excentricidades y desmanes en que pudo incurrir el mandatario venezolano. Los países hermanos están destinados a continuar juntos. La defensa de la democracia, el desarrollo conjunto de las naciones y la convivencia pacifica deben ser baluartes en la consolidación de nuestras repúblicas.

Es necesario ahora, el restablecimiento de las relaciones bilaterales entre Colombia y Ecuador, ante lo cual el presidente Rafael Correa se ha demostrado esquivo, renuente y agresivo. Chávez se ofreció interceder hoy lunes ante el presidente Correa para que se puedan “restablecer las relaciones directas”. Ojalà tenga eco.

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