lunes, julio 14, 2008

La revolución del Naranja



Fabio Arévalo Rosero MD*


El naranja es un matiz especial y diverso. No es un color primario, es el resultado de la integración de otros a través de un proceso de empatía y homogeneidad. Su característica es la atracción y la calidez que lo hacen seductor; estimulando la creatividad, el entusiasmo y el éxito. Está asociado al gozo, a la sabiduría, a la comunicación, pero especialmente a la gente. Las personas que visten naranja son activas, les gusta sonreír y hacer sonreír a los demás.


Tiene una visibilidad muy alta, por lo que es útil para captar atención y subrayar aspectos destacables en cualquier medio. Atendiendo a su simbolismo, posee una significación universal desde el concepto humanista y de la salud integral. Es el color de la gente, representa a la sociedad civil desde una óptica neutral siendo el que más se aproxima al concepto de democracia. Es el color de la equidad, asociado a la protección y salvaguarda de la vida. Las organizaciones humanitarias lo mantienen visible para alertar sobre la protección de los más débiles. Este color será tema mundial a partir del 8 de agosto de 2008, cuando se inauguran los Olímpicos en Beijing. El escultor danés Jens Galschiot ha lanzado una agresiva campaña llamada "El proyecto de color naranja", en defensa de los derechos humanos, en especial de los habitantes de China y los monjes del Tíbet. La protesta consiste en usar prendas, elementos cotidianos, banderas, avisos y todo lo que pueda ser de color naranja. La censura rigurosa puede prohibir el uso de símbolos obvios de los derechos humanos. Sin embargo, la aplicación del naranja no puede ser prohibida por ninguna autoridad. Las posibilidades de hacer amplio o creativo uso durante las olimpiadas del color, son infinitas: un sombrero, falda, camisa, corbata, bolígrafo, etc. Son acciones que le dirán al régimen chino y al mundo que se deben respetar los derechos humanos y la cultura tibetana. Algo parecido hizo Viktor Yúshenko en Ucrania, cuando lideró la Revolución Naranja y proclamó la libertad y respeto de los derechos fundamentales, o los monjes budistas que el año 2007 lideraron la Revolución Azafrán en contra del régimen de Birmania. De igual forma partidos demócratas en el mundo tienen como su escudo y bandera el color naranja, entre ellos el Partido Popular de España y el Partido Demócrata de Canadá. Igualmente uno de los estados más democráticos y cuyo centro de desarrollo son las personas, tiene su bandera anaranjada, Holanda. De allí la "Naranja Mecánica" referida a su poderoso equipo de fútbol.


Pero Holanda con su fuerte simbolismo "zapote" ha dado ejemplo en el mundo al promover las mejores políticas públicas para una sociedad incluyente y equitativa. Por todo ello el naranja es nuestro color para las más grandes iniciativas ciudadanas en Colombia, que serán la revolución para transformar la sociedad y el país con la política del Siglo XXI: la revolución del naranja.


fabio121@gmail.com *Consultor Ecoplan International, Protocolo de Kyoto

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