Una cosa es una encuesta días previos a la liberación de los gringos, Ingrid y los militares y otra muy diferente en medio de la euforia de patriotismo paisa, una cosa es un ministro sin resultados operativos y otra muy diferente un miembro del gabinete gubernamental al que el propio presidente le permite hacer todo el protagonismo en dichas liberaciones.
Es por eso que la subida de popularidad de Uribe se sobre entiende como un reconocimiento a su perseverante política de seguridad democrática – que entre otras cosas la debe continuar quien le reemplace en la casa de Nariño, si es que decide irse de vacaciones el paisa de trabajar y trabajar-, pues es claro que el monopolio sobre las armas la debe tener el estado y todo aquel que este por fuera de este principio constitucional debe ser combatido.
Y en las encuestas los colombianos seguimos siendo contradictorios, veamos por que afirmo esto; en el escenario de Uribe candidato este no tendría oponente que le alcanzara en la primera vuelta, esta sobrado. En un panorama electoral sin el, todos los conocidos tendrían posibilidad de meterse en la pelea, abra que esperar para donde coge Ingrid, si algunos de los posibles candidatos lo son ala presidencia o a la vice-presidencia, en fin el 12% de Sergio Fajardo al 10% de Juan Manuel Santos, al 34% de Ingrid, o el 5% de Petro, son solo cifras que por la emoción de la liberación se presentan hoy, habrá que esperar a que la calma llegue y otro suceso haga que nosotros demos otras cifras y la política siga leyéndose a partir de percepciones y emociones que hoy son y mañana como dice el disco… “tu amor es un periódico de ayer”.
Pero las encuestas, aun las que favorecen al presidente dicen por ejemplo que un 52% cree que otras personas diferentes al primer mandatario pueden sacar el país adelante, el 27% cree se esta volviendo un dictador, y la perdida de confianza en las instituciones se convierte en el mayor problema de nuestra democracia, pues un mandatario esta generando la sensación de que la institucionalidad…es el.