jueves, septiembre 04, 2008
¿QUÉ ES UN RICO?
Por Leopoldo de Quevedo y Monroy
Vaya pregunta que el entrevistador le hizo a Barack Obama en CNN el sábado en la noche. En Estados Unidos, donde se sueña con la fama y el confort el tema de la pobreza también está en el menú del hombre de la calle y le interesa al periodismo. Por eso la pregunta no fue una sorpresa. Al norteamericano le puede interesar qué piensa el futuro presidente que va a repartir la torta del presupuesto de la nación que rige los conceptos de subsistencia y dignidad en el mundo.
Esa eterna mirada sin fondo del mendigo al príncipe, esa inmisericorde indiferencia que baja por los ojos y resbala por el hombro de quien tiene todo a su disposición y sin medida, es la escena que define la distancia entre estos dos polos. La riqueza está en una esquina del mundo alejada de los afanes y ayunos de los menesterosos y el otro rincón, el 90 por ciento abigarrado en las ciudades, en espera de las sobras que caen abandonadas de la mesa. ¿Será ese el escenario que diseñó Destino para todas las generaciones del ser humano en el planeta?
¿Cuánto va desde un salario mínimo que deben distribuir en un mes con su familia los millares que trabajan en una empresa colombiana hasta las comodidades en que sus directivos nadan? ¿Estos últimos habrán tomado algún día una aguadepanela después de una árdua junta directiva? ¿Será lo mismo el sudor que exhalan de sus cuerpos los carretilleros en la plaza de mercado que el que derrama de sus flancos en la cancha de polo el gerente rodeado de metal y almíbar?
¿Será rico en Estados Unidos quien gana 5 millones de dólares al año, como dijo McCain? ¿Se hizo rico en Colombia Diego Salazar que recibió 140 millones por haberse colgado en el cuello la medalla de plata en Beijing? ¿Es rico quien tiene casa, beca y carro? ¿Es rico quien trabaja con sus manos por el mínimo junto con su esposa y sus hijos? ¿Lo es quien ha recibido en herencia dinero, fincas y empresa y jamás se debió preocupar por el trabajo? ¿Es feliz y rico quien vende chicles y mentas en la caseta de la esquina? ¿Fue rico Midas en su tragedia de hacer oro lo que tocaba con su mano? ¿Fue rico Judas que vendió por 10 maletas de oro a su amigo? ¿Es rico el rufián que cuelga su trofeo en la sala por haber llegado a su primer millón de dólares con el fruto de sus crímenes?
¿Cuál es el límite entre la felicidad y la riqueza? Los ricos podrán exhibir un amplio portafolio de chequeras mas no podrán comer dos almuerzos en el día ni acostarse en dos camas, como lo sentenció Pablito. Por lo regular, riqueza es sinónimo de fastuosidad, exceso, prepotencia en un mundo aparte. La riqueza traza una frontera entre lo humano, la insensibilidad y el vicio. ¿Ser rico es la osadía de retar al pobre, al trabajador, al hombre honesto? Ser pobre es el precio de haber nacido sin estrella, sin padrino y sin el bolsillo lleno. Y ser rico es la condición para no entrar a compartir con los demás los blasones de su escudo ni rozarse en la acera para mirar a la cara a los de abajo.
Eso fue lo que percibieron en la respuesta en inglés de Obama. Ser rico no es título nobiliario ni hace mejor a quien muestra sus arcas llenas de lujo y de la imagen del tío Sam o de la barriga de Buda en millones de billetes. Para vivir feliz, disfrutar con la familia y los amigos, para morir de muerte natural y sin afanes, para conocer el mundo y oír de lejos los llamados de las sirenas no es necesario ser un pobre rico.
01-09-08 4:22 p.m.
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