sábado, septiembre 27, 2008

Los temblores de cofradía


por Álvaro Grijalba Gómez



En la edición de nuestro periódico del sábado 20 de septiembre de 2008, en su columna “Cofradía” Alexander Buendía A., escribió un artículo que simplemente rotuló “El Temblor”.Buendía afirma..…“Popayán tiembla, y todos los días y a toda hora pero especialmente cuando los vehículos transitan por sus calles. Estas “pobres” están en tan mal estado que sus fisuras se han vuelto grietas y hasta “fallas geológicas”, pues no hay otra forma de explicar cómo el tránsito de un auto repercuta hasta en los entrepaños de una repisa.” (sic).


Lo allí dicho confirma lo que desde hace algún tiempo atrás hemos venido hablando y comentando personal y cordialmente en nuestro programa de televisión “Café y Ciudad”, con el alcalde, Ramiro Antonio Navia Díaz. La necesidad de regular dentro del principio constitucional de la igualdad, el tránsito vehicular, y pavimentar adecuadamente corredores viales como el de la carrera tercera por ejemplo, para evitar que continúe el daño a estos inmuebles del sector histórico, por la permanente vibración que ocasiona la excesiva e incontrolada circulación de buses, busetas, camiones, volquetas, carretillas, motos, bicicletas, taxis, piayos, tractomulas, de todo tipo, violando la normatividad.Diariamente, poco a poco, con el constante trepidar, de acuerdo a estudios técnicos, se está debilitando la cimentación de muchas de estas viviendas, lo que puede traer imprevisibles consecuencias para el propio municipio.


Es una verdad de apuño, así sea una herencia, que le toca resolver a la primera autoridad municipal el arreglo de la malla vial cueste lo que costare, y para ello tiene la sobretasa a la gasolina, entre otras opciones, que administrada con buen tino y seriedad, puede rendir muchísimo más en su destinación.Igualmente, la acertada medida del pico y placa, debe aplicarse dentro de los marcos de los principios constitucionales de la igualdad para todo tipo de vehículos, públicos y privados y con la misma periodicidad.Eso que el pico y placa para los particulares de una manera y para los de servicio público de otra, me huele inconstitucional. No peque por ello señor Alcalde sin necesidad alguna.


La constitucionalidad de sus actos y los intereses generales de la sociedad que representa,están por encima de intereses particulares o de sectores empresariales. Ordene se tomen las medidas del caso por el bien de toda la ciudadanía.Lo cierto es que usted, querido alcalde, como buen médico le puede quietar este mal de parkinson a la ciudad, que afecta a muchos ciudadanos payaneses que viven en el sector histórico soportando el temblor de sus viviendas, estremecidas por el problema de la movilidad.


Ojalá lo haga cuanto antes como esperamos todos.

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