NOTAS CULTURALES-
POR: PALOMA MUÑOZ
FECHA: 1 septiembre de 2008
LOCUTORA: Recuerdo esas tardes en que organizábamos una larga mesa, en casa, como siempre lo hacíamos, porque mientras comíamos, mi padre nos contaba largas historias de cuando estuvo en el ejército, de las peleas entre liberales y conservadores, de las duras contiendas que tuvo que librar a raíz de la muerte de Gaitán, porque mi padre era del partido del presidente Lleras, el bajito. Pero en medio de esas historias, recuerdo los olores de esos sancochos o de la carne asada con yuca que nos servía mi madre. Pasaban los platos por la mesa, sonoros, a la espera de poder degustarlos. Éramos muy niños. Mis hermanos y yo, con una inmensa alegría reprimida de inocencia esperábamos ansiosos que nos sirvieran, para saber que luego el más astuto, por lo general uno de los hermanos mayores nos arrebataba del plato, el pedazo de carne. Todo este ritual formaba parte de una rutina mágica de aliños, adobos y condimentos que mi madre preparaba para su familia después de la tarea de ser maestra.
FECHA: 1 septiembre de 2008
LOCUTORA: Recuerdo esas tardes en que organizábamos una larga mesa, en casa, como siempre lo hacíamos, porque mientras comíamos, mi padre nos contaba largas historias de cuando estuvo en el ejército, de las peleas entre liberales y conservadores, de las duras contiendas que tuvo que librar a raíz de la muerte de Gaitán, porque mi padre era del partido del presidente Lleras, el bajito. Pero en medio de esas historias, recuerdo los olores de esos sancochos o de la carne asada con yuca que nos servía mi madre. Pasaban los platos por la mesa, sonoros, a la espera de poder degustarlos. Éramos muy niños. Mis hermanos y yo, con una inmensa alegría reprimida de inocencia esperábamos ansiosos que nos sirvieran, para saber que luego el más astuto, por lo general uno de los hermanos mayores nos arrebataba del plato, el pedazo de carne. Todo este ritual formaba parte de una rutina mágica de aliños, adobos y condimentos que mi madre preparaba para su familia después de la tarea de ser maestra.
Recuerdo también, los consejos de mi madre, “siempre traten de comer juntos” nos decía, la comunión, es decir comer en unión, porque la comida une corazones, afirmaba ella. Por eso, he tratado de hacer esto con mi familia, comer juntos porque nos permite una afectuosa relación. Estos recuerdos, estos relatos, el compartir recetas y trucos culinarios, el reconocer los saberes comunitarios de los hervores, los saleros en forma de gallinita criolla, las aguitas calientes, los canastos, el toquecito de laurel, el aroma de una aguadepanela y el rico pan de leche es la invitación que nos hace el SEXTO CONGRESO INTERNACIONAL GASTRONÓMICO DE POPAYÁN.
LOCUTORA: La frase cultural del día: “La batida del manjar blanco era ocasión especial que congregaba a señores y esclavos” Germán Patiño.
LOCUTORA: La frase cultural del día: “La batida del manjar blanco era ocasión especial que congregaba a señores y esclavos” Germán Patiño.