martes, septiembre 23, 2008

La miel de la vida (I)

Fabio Arévalo Rosero MD*

Un viejo refrán dice: "come miel y vivirás mucho y bien".

La miel como concepto está asociada a efectos positivos en la vida, lo cual significa que la tradición milenaria ha apelado a ella con resultados valiosos. Muchos usos tiene la miel natural, especialmente en las personas menta y físicamente activas. En ellos tiene mayor valor su consumo por su contenido energético que está asociado a otros nutrientes. Muchos de ellos con unas poderosas características anioxidantes. La miel de abejas es un alimento con numerosas virtudes medicinales y nutritivas. La historia demuestra que los primeros homínidos la utilizaron ampliamente y apreciaban su sabor. Los egipcios la conocían muy bien y no solo se alimentaban de ella, también la usaban para embalsamar a sus momias por las propiedades bactericidas y conservantes. En la mitología los antiguos dioses del Olimpo se hacían servir por la diosa Melisa (abeja en griego) una bebida inmortal: la ambrosía, fabricada con miel. Es indudable que la miel tiene sus cualidades reconocidas y utilizadas por los seres humanos desde tiempos remotos, como alimento y para endulzar naturalmente con poder de dulcificar dos veces mayor que el azúcar de caña. Existen diversas referencias históricas a esta sustancia. Además de las citas bíblicas, muchos otros pueblos, como los antiguos egipcios o los griegos, por ejemplo, se referían a la miel como un producto sagrado, llegando a servir como forma de pagar los impuestos. En excavaciones egipcias con más de 3.000 años fueron encontradas muestras de miel perfectamente conservadas en vasijas. También existen registros prehistóricos en pinturas rupestres de la utilización de la miel. Son conocidas diversas variedades de miel que dependen de la flor utilizada como fuente de néctar y del tipo de abeja que la produjo, pero como éstas la fabrican en cantidad cerca de tres veces superior de lo que necesitan para sobrevivir, siempre fue posible, primeramente, recogerse el exceso de ésta para el ser humano y más tarde realizarse la domesticación de las abejas para el fin específico de obtener su miel, técnica conocida como apicultura. La miel es un fluido dulce y viscoso producido por las abejas a partir del néctar de las flores o de secreciones de partes vivas de plantas o de excreciones de insectos chupadores de plantas. Las abejas lo recogen, transforman y combinan con substancias propias y lo almacenan en los panales donde madura. Además la miel es una secreción que fue consumida anteriormente por estas. Las características físicas, químicas y organolépticas de la miel vienen determinados por el tipo de néctar que recogen las abejas. Pero la miel no es solo dulce, si revisamos cuidadosamente su proceso de elaboración, y examinamos su composición, descubrimos que es una fuente importante de nutrientes que favorecen especialmente a quienes se exponen a actividades exigentes como altos niveles de estrés (físico y mental) y en los deportistas. Su valor nutritivo merece un análisis más cuidadoso

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