SOBRE NEGROS Y BLANCOS EN POPAYÁN
Sábado 3 de enero, 2009
De: Mario Pachajoa Burbano.
Amigos:
Carlos Ayerbe nos ha enviado desde Popayán sus comentarios sobre las fiestas de los Negritos y Blanquitos en la ciudad de Popayán. En otras ocasiones hemos recibido notas sobre este tema y creemos que seria oportuno y constructivo colaborar en la propuesta que hace Carlos Ayerbe en su nota, cual es "escuchar y leer los comentarios que tengan los lectores de tus emails y te ruego que convoques a los Popayanejos para que se expresen sobre el tema. Ojalá se integren y lideren una cruzada por salvar a Popayán sin que se queden mudos añorando lo que una vez fue nuestro bello terruño.
Estaremos prontos a colaborar en la difusión de las ideas constructivas que se nos comuniquen.
Nuestros agradecimientos a Carlos por enviarnos sus comentarios.
Cordialmente,
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COMENTARIOS PAYANESES
POR: CARLOS AYERBE
Popayán.
POR: CARLOS AYERBE
Popayán.
Hola Mario,
Las tales mal llamadas "fiestas" del 5 y 6 han degenerado en una manifestación de la mas abyecta forma de agresividad generalizada contra todos los que se aventuren a salir a la calle esos días. Es increíble como el populacho invade la vía pública dispuesto a acabar con lo poco que queda del Popayán que tu y yo conocimos. El desperdicio del agua es generalizado, sin que la turba pueda entender en su mente primitiva que destruyendo los hidrantes y lavando a cuanto ser transite por la calle es una forma de barbarie y falta de civismo.
Las autoridades municipales por su parte permiten la esquizofrenia desbocada sin detener la destrucción de los recursos no renovables y la infraestructura urbana. Ningún alcalde en las últimas administraciones se ha preocupado por educar al pueblo en elementales formas de preservar el orden y la limpieza de la ciudad. Las calles y andenes están llenos de cráteres y lo poco que hacen unos cuantos obreros mal dirigidos por funcionarios que de conservación de vías no tienen ni idea, repararan el desaparecido pavimento tapando huecos sin aplicar elementales principios de ingeniería; rellenos en suelo mojado, materiales pobres y ausencia de los mas elementales principios de ingeniería hacen que la "recuperación de la malla vial" como pomposamente lo anuncia los encargados, no dure más de quince días.
Parece que en el escaso léxico de los gobernantes de turno, la aplicación de los conceptos o la palabra protección del medio ambiente y respeto por los demás, simplemente no existen. Muchas personas de todas las clases sociales huyen de la ciudad durante esos desenfrenados días o se refugian tras puertas cerradas para no exponerse a ser agredidas por la turba desenfrenada.
Pobre Popayán, amigo Mario. Nuestra ciudad perdió todo el encanto y señoría que alguna vez la caracterizó. El estado del casco urbano es verdaderamente lamentable, la suciedad y el graffiti invadieron los otrora muros blancos. De la limpieza y pulcritud que era la norma citadina no queda sino el recuerdo. Los patojos que no viven aquí ni se imaginan el deterioro a que ha llegado la villa de don Sebastián. Capítulo aparte merecerían comentarios sobre el caos del tráfico vehicular, la invasión del espacio público, la proliferación de vendedores ambulantes, la basura en las calles, el grosero comportamiento de los conductores y motociclistas que atropellan a cualquier persona que ose cruzar la calle enfrente de ellos o el conductor del vehículo que demore un segundo para "arrancar" apenas cambia la luz del semáforo aturdiendo con sus pitazos, la falta de respeto por los demás y los bienes ajenos, para no nombrar sino algunos de los malos comportamientos de que hacen gala los miserables que se adueñaron de nuestra ciudad.
Sería muy interesante escuchar y leer los comentarios que tengan los lectores de tus emails y te ruego que convoques a los Popayanejos para que se expresen sobre el tema. Ojalá se integren y lideren una cruzada por salvar a Popayán sin que se queden mudos añorando lo que una vez fue nuestro bello terruño.
Cordialmente,
Carlos Ayerbe