Fabio arévalo Rosero MD*
Caminar es la más agradable manera de practicar ejercicio combinando la puesta en forma física con una peculiar visita a parajes muchas veces inaccesibles. Son lugares que con un moderado esfuerzo pueden ser conquistados por la gran mayoría de personas, disfrutando del desafío de hacerlo sin que ello implique mayores riesgos. Además no se requiere de habilidades especiales, equipos complejos ni accesorios especiales. La búsqueda de la autonomía y la sensación de poder 'atravesar' la naturaleza con sólo el propio cuerpo como vehículo, ha provocado toda una gama de alternativas turísticas dedicadas al senderismo, el llamado turismo del silencio. Por el hecho de convertirse en excursionismo, es la forma más perfecta de unión entre el deporte y la cultura pues permite realizar itinerarios con vistas únicas, en espacios a salvo del turismo tradicional. Lejos de la congestión, los colapsos urbanos y de la contaminación. Allí donde la búsqueda de la tranquilidad protagoniza el tiempo libre, pero también es una manera práctica y fácil de conocer una zona, su historia, sus costumbres, su folclor y su cultura. Además supone una cooperación con la conservación y recuperación de viejos caminos que son una parte importante del patrimonio histórico, artístico y cultural. Andar está al alcance de todos, permite mantener la forma incluso a las personas mayores, sin límite de edad, constituyendo una fuente de salud. Alguien sabiamente acuñó el lema "Un día de senderismo: una semana de salud". Andando se recupera la tranquilidad de espíritu y se mitiga el estrés diario. El senderismo es una práctica llena de futuro. Permite la realización de vacaciones activas y fines de semana u otros días fuera de temporada al alcance de todos; convierte a quien lo practica en amante de la naturaleza. Quienes lo ejercen se sensibilizan con todo cuanto atañe a la conservación del medio ambiente. Por todo ello se ha convertido en un movimiento con un gran futuro, que en nuestras regiones ya empieza a despegar. El senderismo organizado, es decir, marcar itinerarios, mantenerlos, describirlos y recorrerlos, se inició en Francia el año 1947 entre los numerosos amantes de la naturaleza que el país tradicionalmente ha tenido. Actualmente los senderos regularizados tienen en Francia y en la mayoría de países europeos una gran importancia social, turística, económica, formativa y cultural. Por ello existen entonces algunas normas, cuidados y apoyo logístico, que se deben tener en cuenta para alacanzar sus beneficios. De ello trataremos posteriormente. fabio121@gmail.com
*Especialista en ciencia deportiva
-- Fabio Arévalo Rosero MD
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