Opinión pública y control social
CARLOS E. CAÑAR SARRIA
carlosecanar@hotmail.com
El “Curso de Sociología Jurídica” de Julio Romero Soto, proporciona elementos de análisis sobre la opinión pública como mecanismo de control social. Resalta la importancia de la opinión de la gente y de los medios de comunicación en el desarrollo, detección de fortalezas y debilidades de la democracia. Una sociedad para progresar debe tener paz y orden. Para ello debe existir un estricto sentido de comunidad que valide la posibilidad de apartar los intereses individuales por el apego al bien colectivo.
“El control social es toda influencia intencionada que se ejerce sobre una tercera persona, sin emplear la coacción física, y que tiene como consecuencia que un individuo o un grupo se comporte de distinta forma a como lo hubiera hecho si no hubiera existido el control social”. Agrega Romero Soto que bajo el nombre de control social se estudian los procesos mediante los cuales una sociedad impone su dominio sobre los individuos y mantiene su cohesión. Es mucha la importancia del control social y de la opinión pública en la construcción de sociedad civil tan esquiva en no pocas ciudades de Colombia donde la indiferencia y el menosprecio de lo público caracterizan el comportamiento ciudadano.
Como expresión de sociedad civil, la opinión pública es un mecanismo de control social encargado de impedir los desmanes de los gobernantes y de sectores de la misma sociedad para obligarlos a reorientar sus rumbos. El padre de la ciencia política moderna, Nicolás Maquiavelo ya lo advertía al reconocer que un pueblo es más prudente y más constante que un príncipe y por lo tanto tiene un juicio más acertado que éste: “…La opinión pública profetiza de una manera tan maravillosa y acertada lo que va a suceder, que parece como si lo previera, gracias a una virtud oculta”.
Se aconseja a políticos, a gobernantes y a aquellas personas o sectores que desde el seno de la misma sociedad son susceptibles de desviar sus caminos, a no ponerse bravos cuando se les critique, se les proponga y se les reoriente. Debieran más bien, vivir agradecidos. Los quieren ayudar y se ponen furiosos; para posteriormente tener que conceder la razón a sus críticos, muchas veces demasiado tarde y cuando ya la sociedad ha padecido los estragos de sus desvíos y desvaríos. En este sentido, resulta oportuna la tesis del citado autor de “El Príncipe”: “Los males del Estado hay que conocerlos a tiempo para remediarlos a tiempo... los médicos que conocen la tisis a tiempo: en un principio es fácil de curar y difícil de conocer..., después es fácil de conocer pero difícil de curar...”
Coletillas: 1) Excelente la caricatura del dilecto amigo Julián Andrés Rivera que relaciona a los médicos Camilo Cifuentes y al Alcalde Navia; 2) Las protestas, por muy sentidas sus razones, deben hacerse en términos pacíficos. La legalización del mototaxismo no es competencia del Alcalde Navia sino del Congreso; 3) Hay que dar continuidad a las políticas sociales positivas de gobiernos anteriores. La recuperación moral y social de un importante grupo de mujeres dedicadas a la prostituciòn y la estrategia que utilizó la Administración del ex Alcalde Ramírez Fajardo debe continuar.