MARCO ANTONIO VALENCIA CALLE
2005
No todas las madres son bonitas ni todas son buenas. Hay madres malas, deficientes, descarriadas, descaradas, deschavetadas, putongas, delincuentes y hasta perversas. Mujeres que son un fiasco como progenitoras y en vez de dar alegría a un hogar dan vergüenza o lástima. Por ejemplo:
Hay mamás tan manipuladoras y torturantes que no dejan actuar ni pensar a sus hijos(as) por sí mismos, y son ellas las que deciden desde quien debe ser su novia o esposa, pasando por la carrera profesional a elegir, hasta la forma de vestir y el comportamiento de su hijo en cada acto de la vida, entre otras.
Hay mamás alcahuetas que permiten que sus hijos hagan y deshagan en este mundo como les dé la real gana. Les patrocinan las pataletas, las peleas, los vicios, los comportamientos estúpidos y delincuenciales por “puro amor” y terminan criando desadaptados sociales que todos rechazan y nadie quiere.
Hay mamás sobreprotectoras que no dejan hacer nada al pobre hijo. Si por ella fuera masticaban su comida y defecaban por él a la hora del estreñimiento. No consienten nada con su vástago, y todo le hacen y todo le dan. Y después no se preguntan porqué tienen hijos tan tontos e incapaces.
Hay madres de hogar que no respetan a sus hijos y sin importar la imagen de mujer sagrada pura e intocable (para sus hijos y marido), se dedican a gozar sus vidas de viejas libertinas y putongas delante de ellos o simulando dignidades que no poseen pero todos conocen. Viejas que no merecen respeto, consideración ni regalos porque han matado en sus hijos la ilusión y la imagen de una madre buena.
Hay mamás descuidadas que dejan tirados a sus hijos al cuidado de sirvientas o abuelitos desvalidos y ciegos, o se los tiran al papá y se olvidan de ellos para irse detrás de sus propias ilusiones o de cualquier tipo que les pinta pajaritos en el aire.
Hay mamás irresponsables e ignorantes que cuando no están embarazadas están fornicando para volver a quedar embarazadas. Mujeres que se dedican a parir y a parir sin atajos en medio de pobrezas escalofriantes sin pensar en el No futuro que tendrán sus hijos. O peor, que tienen hijos e hijos sin importarles saber quién es el padre.
Hay mamás analfabetas que descargan todas sus iras y culpas, traumas, sinsabores y tropiezos de la vida en sus hijos, y por eso todo el día les dan garrote como a violín prestado. Madres que no quieren a sus hijos, sino que los odian ya porque les dañó el cuerpo, las convirtió en madre soltera, las hizo renunciar a una carrera, o fue el motivo para tener que casarse.
Hay madres tan perversas que se hacen preñar solamente para agarrar marido, y luego, el pobre hijo se les convierte en estorbo, y peor si el tipo no cae en sus garras de vieja descocada, entonces se dedican a criarlos con sentimientos de venganzas para que un día maten a su padre.
Y así, hay mil madres más que no merecieron un saludo en el día de las madres. Y más les hubiera valido quedarse sin hijos como dice Nechi: “para andar felices por el mundo y emprender el oficio de parirse a sí mismas”.