Hace unos días tuvimos la oportunidad de participar en un taller sobre evaluación orientado por el asesor del Ministerio de Educación Nacional y columnista de El Tiempo, Francisco Cajiao. Uno de los temas más controvertidos y espinosos de la educación es precisamente la evaluación, tal como se derivó del Plan Decenal de Educación en cuya construcción participaron los colombianos el año pasado. No poca claridad existe sobre la evaluación en el país y en las comunidades educativas. Docentes, estudiantes y padres de familia están despistados, lo cual viene convirtiendo la evaluación en algo demasiado complicado, en un obstáculo para el mejoramiento de la calidad educativa y para la posibilidad de un país mejor.
Manifiesta Cajiao que evaluar es asignar valor a algo. Se refirió a dos tipos de evaluación: la formativa y la sumativa. La primera impulsa a avanzar, corresponde a los medios utilizados en los procesos de enseñanza-aprendizaje; y la segunda, a la consecución de los fines que se pretenden lograr.
Los procesos y mecanismos de evaluación deben desembocar en la formación integral de los estudiantes y en la aplicabilidad de las competencias básicas en la sociedad y en la vida laboral. No se trata solamente de adquirir conocimientos y competencias en las ramas de las ciencias y en los avances tecnológicos sino en la adquisición de habilidades y destrezas no sólo en ciencia y tecnología sino en propender en la formación de unos buenos ciudadanos, que se comprometan con los problemas más apremiantes del país, en el desarrollo conjunto de la sociedad y en la convivencia pacífica.
Asegura Cajiao que los maestros pierden el año cuando los estudiantes no alcanzan los logros planeados. Que evaluar aprendizaje es una tarea compleja debido a que ‘cada quien aprende lo que le da la gana’ y que los maestros deben detectar entonces, qué es lo que quieren aprender los estudiantes y cómo lo quieren hacer. Hay estudiantes que estudian y realizan tareas con un aparato de audio y la música la tienen como estrategia para aprender. No hay que circunscribir el aprendizaje a repetir lo que dicen los maestros. ¿Qué es lo más importante aprender? Responde Cajiao que aquello que posibilite al estudiante sobrevivir mejor. Por lo tanto se debe enseñar todo lo que los estudiantes necesitan para que cumplan sus proyectos de vida.
¿Cuál es la labor de la escuela? Responde Cajiao, que organizar todo para una formación integral, ofrecer las competencias básicas del conocimiento universal, adoptar valores ético-ciudadanos, establecer qué se enseña en cada ciclo escolar, incrementar planes curriculares y diseñar estándares que ayuden a los objetivos. Agrega: “No es posible enseñar y transmitir información si no se dan herramientas que generen ganas de aprender”.