Creía que la polarización de la sociedad Colombiana -expresada en un lenguaje agresivo - utilizado por la mayoría del estamento gubernamental y la oposición era muestra de la crisis que como sociedad hoy llevamos.
Pero no, la semana anterior dos hechos demostraron que somos una nación al filo del abismo; a la extrema pobreza de más de la mitad de la población, al desplazamiento forzado para sembrar palma africana (proyecto agroindustrial mafioso y paraco), a las bárbaras pipetas de gas subversivas y la motosierra, se suma ahora el secuestro de menores de edad.
Villavicencio y Bogota fueron ciudades testigos de la movilización policial para generar en común con los medios de comunicación la sensibilidad necesaria para avisar de movimientos sospechosos con relación al plagio.
Definitivamente somos una sociedad donde se ha perdido el temor a dios, por que país que no respeta a sus niños, que los ultraja con la privación de su libertad, que desprenda al menor de la ternura de los padres, es una comunidad con una enfermedad tan grave como la amnesia,… si no me creen después de toda la alharaca se acuerda usted de Ingrid Betancur?
Junio 3-008
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