por Marielly Valverde.
Ahora que ha mermado el tiempo de celebraciones dulces, de variadas risas sociales, de rosas satinadas, de apretones de manos festivos, de abrazos invasivos, de masivo envío de notas con bordes dorados con ocasión al día de la mujer, ya es hora de volver al principio de realidad. Nos hemos acostumbrado a esta fecha, tanto como nos hemos acostumbrado a la idea del aterrizaje del hombre en la luna, y hasta sonreímos por estos días de nuestras ansiedades y nuestros temores. No es tan difícil dicen algunos, se enciende otro fuego y largo. Se acostumbra uno a todo, hasta al milagro de haber salido de una prisión azul para arribar a otra isla. Es la inquietud por el papel de la mujer desde un sugestivo prisma.
Por su lucha palmo a palmo con la vida unas mujeres tienen patente de heroínas, otras reflejan su imagen en los sellos, muchas permiten leer sus nombres en los libros y las demás nos dejan ver su puesto cotidiano en la historia, son las que día a día escriben los mejores títulos de sus vidas, las que todavía recogen los pedacitos de sus amores y se aprestan a armarlos nuevamente. Quizá el paso de un momento histórico a otro nos haya hecho perder las proporciones, quizá lo que ha ocurrido sea demasiado grande para ser juzgado por nosotros; la cultura está caminando con las mujeres tan rápido, tan rápido hasta convertirlas en algo que ellas ni siquiera pueden, quieren o saben imaginar.
En este ahora de la vida nos queda narrar lo que hemos leído, oído y visto unas veces con orgullo, otras con vergüenza, ya que estamos hechos de lo uno y de lo otro. Así son los viajeros del mundo mostrando belleza y fealdad, es decir, humanidad. Cada retorno semeja el grato re-encuentro con un ser cuyo rostro se mantiene intacto: Ternura a prueba de ausencias, carencias e incompletudes. Importante saber desde que playa se está hablando con el mundo. La mujer en la medida en que ha querido con todo su tiempo, también ha navegado por los sueños de todos, desmontando órdenes aparentes, cambiando las historias de amor y desamor de los pueblos: Todo con la fiesta de su piel.
Rodolfo Llinás plantea que:” El universo amerita renovación”, son los rostros del afán para que la educación magnifique las propiedades intelectuales del conocimiento, es cierto, para competir hay que armarnos científicamente, delimitar que es lo que hay que aprender, porqué y para qué, esto es poner en contexto la localidad, el departamento, el país, el mundo, el universo. Saber como aprendemos a utilizar los conceptos es saber porqué y para qué sirven y esto es aprender a entender. Importa mucho tener una actitud frente a la vida, para darnos cuenta que no hay misterios, solo eventos desconocidos. Involucrarse con la realidad exige ser creativo, imaginativo y curioso, porque el mismo cerebro se ha desarrollado para ser profundamente social, luego si la gente no se tolera es porque se creen mejores o peores, luego se requiere una estructura social diferente. Pero antes que aparezca esta nueva estructura: Social y diferente no podemos olvidarnos de recordar la que existe, y vale extender de nuevo la mano a Rodolfo Llinás para que apunte: “¿Si vamos a olvidarnos de todo lo malo, que tipo de idiotas vamos a ser?”. Entonces pensar para atrás y para adelante (situación que detestan los gitanos) genera sincronía con la vida, máxime cuando se tienen tantos sueños por abrir, tantos anhelos por lo mismo, tantos días como sospechas.
Y como nosotros seducimos las palabras que cuentan lo que somos, sorprende que cuatro mil, cinco mil años antes de Cristo, semitas, babilónicos, asirios, acadios, hebreos ya tenían establecidas relaciones de tipo patriarcal. Luego con la jerarquía de la sociedad griega este orden se reafirma: El primer lugar está para el varón libre, los demás mujer, niño, esclavos y bárbaros están gobernados por él, todos poseen distintas partes del alma pero sin plenitud de autoridad, pues el amor supremo será siempre a lo mismo, al mismo sexo. Sigue a este momento histórico la edad media caracterizada por el desprecio al cuerpo humano y al mundo material, pero que valiente Santa Teresa de Jesús en pleno siglo XVI, para llevar el concepto de sensualidad a niveles sagrados, hizo historia, revolucionó los estamentos de la iglesia en un momento jerarquizado y machista. Ella aparece con su fuerza y coraje en un espacio donde la mujer era casi inexistente. ¡Cómo hizo para posicionar las emociones y revelar su espíritu! Este ritmo alentó a San Agustín para afirmar que la iglesia estaba necesitada de purificación. Era un momento donde estaban al orden del día los escritos de la Ley, miremos lo que hay para la mujer en el libro de Levítico, capítulo 15: “La mujer menstruosa siete días estará apartada y cualquiera que la tocare será inmundo hasta la noche. Todo aquello sobre lo que ella se sentare o se acostare será inmundo. Si tocare muebles serán inmundos por siete días” ¡Caramba! Si eran mujeres con rostro propio, con nombre particular como hacían para volver a lo posible, a lo existente, ¡A sí mismas! Nótese que era en el tiempo de la ley, hoy en el tiempo de la gracia aparecen las llaves y otra voz canta: “No soy mujer que le teme a la sangre, es un homenaje que me hago a mí misma cada mes” dice Oriana Fallaci y punto. Son premisas que empiezan a ampliar el concepto de libertad nacidas en la década del sesenta, pero teniendo como antecedente la segunda guerra mundial donde una vez que llegan los hombres de la guerra, y las mujeres que estaban sustituyéndolos en las fábricas regresan de nuevo al hogar, sitio donde las mujeres se confinan con los electrodomésticos, espacio donde no les falta nada solo el poder decidir sobre sus propias vidas.
Son los años 1.968 y 1.969 años de cuestionamientos por los derechos políticos en términos de trabajo y educación, son cuestionamientos de rol dentro de la cultura y la sociedad, es el debate por la libre opción de la maternidad, su ingreso laboral, su independencia económica. Hoy nos seguimos preguntando qué ha pasado con la mujer en occidente, porqué poco está en la pintura, en la música, en la literatura. Hay muchas razones: La mujer creció sometida a los fundamentos de las religiones del bosque, guardando siempre los preceptos del libro de las horas, un texto popular de la edad media hecho para adoptar ciertas costumbres que le van a permitir encajar en una realidad que tiene límites, fronteras demarcadas, con retenes, con requisas, con zonas vedadas, salvoconductos y santo y señas. Si de Inglaterra venían leyes que inhibían el placer de las mujeres de allá también llegó la idea de la revolución sexual, pero en que términos se ha asumido esta condición si las mujeres siguen protegidas de todo hasta de las decisiones de su propia vida, cada mujer sigue librando su propia batalla en el mundo de lo callado, hasta el amor en muchas ocasiones le incomoda para llevar a cabo las cosas esenciales de su vida, a muchas les ha tocado concurrir al desplazamiento de sus afectos, sus padres, sus hermanos, sus hijos. Puede creerse que lo cotidiano no es significativo pero ella aprende con el tiempo a clasificar el orden de las necesidades domésticas. La cultura ha ido modelando un esquema de mujer: silenciosa, discreta, sutil. Con los rezagos propios que dejó la edad media, donde la falta de conocimiento de su propio cuerpo es signo de virtud. Así, una mujer que no sepa donde tiene las orejas es signo de virtud. Véase “El amor en los tiempos del cólera”, la protagonista en la noche de bodas toca por debajo de la cobija a su compañero y exclama: “La cosa de los hombres es mas fea que la cosa de las mujeres y además tiene partecitas”. ¡Sí! La sexualidad no era vista para una mujer decente, pues se desacreditaba si se mostraba activa sexualmente como el varón, que interés podría tener una mujer de esa época para leer en algún texto que su orgasmo es netamente clitoritoideano, o de explorar algún libro de Anatomía Humana para darse cuenta que su clítoris tiene glande y prepucio. Situaciones que le ayudarían a relacionar el grupo de estímulos sexuales que refiere Sigmund Freíd y de los cuales se desencadena el problema de la desigualdad entre hombres y mujeres.
Bienvenidos entonces los movimientos de 1.968 y 1.969 que estremecieron la sociedad de un lado a otro, pues se empieza a revisar con lupa los acontecimientos de la historia: Porqué las mujeres no pueden tener propiedades, porqué se entrega en matrimonio a la mujer, porqué es el esposo el que da la respetabilidad social, porqué tienen que colocarse seudónimos de hombres para poder escribir. Se cuestiona también el acoso sexual no en términos poco relevantes o de psicosis sino como un fenómeno violatorio. Son otras miradas sobre las relaciones entre los hombres, son otras micro revoluciones planteadas desde la música, la pintura, el teatro. Es empezar a interrogar por el tipo de educación que cada ser humano ha recibido para concluir que las relaciones se pueden re-escribir, reinventar, pueden ser cambiantes, abiertas. Y estas nuevas relaciones hacen que se alteren estructuras de más de 2000 años donde se tenía que el pilar de la sociedad era la mujer en su hogar. Es una nueva mirada del mundo para el reconocimiento de la libertad para entender que la valía de una mujer la hace su ser y contra este concepto aparece la caricatura y el chiste despectivo como formas de rechazo ante la misma alteración de la sociedad. Estos movimientos tuvieron su máxima expresión en el tiempo que duró la guerra del Vietnam, pero las ondas van allí abriendo espacios como abanicos de emancipación. Y llegamos a la década del noventa el tiempo de dirigencia de las mujeres, está visto que su rol no riñe con su sexualidad ni con su ser de mujer; hoy las vemos de candidatas y ejerciendo presidencias en grandes urbes y potencias. Hoy son mas las mujeres que deciden, que aman y que viven, que han construido un lugar en la historia del cosmos; pero es una construcción lenta, dolorosa, amenazada y difícil. Difícil porque aparte de su función natural, hoy gracias a la vida con opción, la cultura le ha encomendado otra función y es la de ser garante de la felicidad de su pareja y nicho de amor. La mujer día a día está recibiendo por todos los medios de comunicación, mínimos indispensables para alargar en la casa y en la cama el milagro de la continuidad, de día y de noche le llegan títulos:”Cómo mantener la llama viva”, “claves de la pareja feliz”, “Descubrir que puedes ser la mujer que deseas no tiene que ser un sacrificio…”, “tips para vuelvas a renacer en los sueños de él” y empieza a sortear su suerte en la serie de recomendaciones que le procuran los medios: Ten preparada una comida deliciosa, ofrécete a quitarle los zapatos, habla en tono bajo, enciende velas, prepárate, minimiza ruidos, salúdale con cálida sonrisa, escúchale, nunca te quejes, no ahondes discusiones mejor teje muñecos en crochet, has que se sienta a gusto, no pidas explicaciones, anima a tu pareja, prevé las necesidades, si él sugiere contacto íntimo accede humildemente….y cada día aparecen mas y mas recomendaciones y para él que hay ¿solo shampoo Ego?.
El mundo va a seguir siendo y las mujeres aún conociendo la historia la seguirán repitiendo porque los creativos de los medios masivos con frecuencia seguirán celebrando su indiferencia ante otro éxito comercial, las estrellas tullidas en sus exigencias porque van saliendo mas trucos, mas productos, estos se venden y se olvidan para dar entrada a otros y otros que empezarán a hormiguear las ganas y las conciencias de otras. Y de nuevo ellas, las mujeres obsesionadas coleccionando informaciones y minucias, evaluando y analizando resultados con ojos aguzados, por ejemplo: Que para mantener altivas a la vagina y a su vecina la vejiga haga como si estuviera tomando agua con la cola, eso sí que cada sorbo sea mínimo de cinco segundos, que la talla del tacón da forma y fondo cuando se quieren fortalecer los músculos de la pelvis, porque dentro de la geografía femenina estos músculos mantienen en su sitio a la vejiga, el intestino grueso y el útero. ¡Ah! Que el rejuvenecimiento y el blanqueamiento vaginal no pueden faltar. Aparecen mas sugerencias: No olvidar el Bikini solar con salida USB, son otras prendas que ahora tienen chips, sensores y nuevas fibras, o sea que es una ropa que además de cubrir también piensa. Expertos cuentan que es con la mujer con la que se inicia la cultura del embellecimiento plástico en el mundo. Razón de esto es la aparición del computador que ha diseñado un programa para que realice juicios estéticos sólo a las mujeres, introduciendo simplemente una foto y entre 98 variables determina si la mujer está bonita o está fea. Entonces ya no hay porque condicionar la autoestima matutina y femenina a otras voluntades, máxime cuando se está en esos tiempos donde el amor desactiva la capacidad de criticar a la persona querida.
Esto da cuenta que estamos siendo colonizados por la ciencia, estamos viviendo en un mundo cada vez mas científico, donde los cambios son mas rápidos en la sociedad y mas lentos en la escuela. Luego se necesita una educación mas plural, mas abierta donde todo el mundo pueda decir lo que piensa, teniendo en cuenta las condiciones sociales para facilitar el avance en todos los ámbitos, mas cuando nos enteramos que el 80% de las víctimas sexuales en Colombia son mujeres y que el 90% de ellas son menores de 25 años y saber que el desempleo está golpeando mas a las mujeres que a los varones es empezar a pulir un nuevo concepto de educación. Pues creer en la emancipación de la mujer es creer en la emancipación del varón, del hijo, del hermano en y para la independencia integral del ser humano y de sus estructuras. Y allí vamos, día a día inventando nuestra propia historia, juntando palabras, risas y silencios, mezclando rosas con espinas, como lo hacemos todos los grupos humanos. Eso sí, llevando a cuestas –en el mundo de lo callado- algunos agujeros negros que nunca compartiremos ni siquiera con nuestros hijos.