lunes, marzo 31, 2008

D´Artagnan, ya es suficiente




Fabio Arévalo Rosero MD*


Roberto Posada (D'Artagnan), ha disfrutado de una envidiable posición como periodista y especialmente como columnista. Ha tenido su propio medio para opinar a sus anchas y con desparpajo en lugar privilegiado. "Así cualquiera", dirìa el Gran Combo. Porque si bien tiene pasión por escribir, un análisis profundamente critico no lo ubicaría en Colombia como uno de los grandes columnistas. Tiene la posibilidad de expresar lo que quiera, sin censuras.
En las últimas notas es notorio su declive. Sus críticas perversas al concierto "Paz sin fronteras", son hechos que solo él vio en medio de la borrachera con una tía sin oficio. A raíz de ello fue virtualmente linchado en el foro de los lectores. Está bien que sean uno o dos, pero tener casi unanimidad en contra, debió preocuparle. Pero "El Tiempo" pasó de agache ante semejante andanada. Y en la última, Roberto perdió las luces completamente, especialmente en su ataque a la ejemplar "Ciclovía bogotana".
A Posada ya le está pasando lo que le ocurrió al "Macanudo" Julio Arrastía a los 74 años: perdió la memoria, el sentido de ubicación y de visión. Arrastía tuvo la valentía de retirarse de inmediato para no hacer el ridículo en público. Pero su querida familia en un acto de ternura, lo paseaba para que trasmitiera, como en sus buenos tiempos, las proezas de un mensajero en bicicleta o de un obrero que en las subidas de Medellín se paraba en los pedales.

D'Artagnan, parece que tiene una familia mucho más comprensiva. Para permitirle sus desahogos muy personales, le siguen manteniendo un espacio sin ningún tipo de vetos. Está bien como un acto de solidaridad familiar. Pero debe evaluarse el efecto en la sensibilidad de los lectores que son miles y que deben aguantar sus caprichos en un medio con elevado impacto público.
En su última columna, al criticar el valor de la ciclovía bogotana dice que "es una aberración facilista. Ni en París ni en Madrid … se les entregan semanalmente las calles a los peatones ni por excepción a los deportistas. …Convertir las arterias de una metrópoli en una especie de monumentos deportivos, por el hecho de que la gente no tiene dónde más hacer ejercicio, constituye una farsa." Parece que quiere estar solo en el mundo. Y en las grandes metrópolis, solo visita restaurantes. Conoce poco.
¿No ha visto lo que pasa todos lo viernes en la tarde en París con miles de ciclistas y
patinadores?. Madrid ya estableció el anillo verde ciclista y ahora vienen muchas más cosas en el Plan Director de Bicicleta. En mi calidad de colaborador de la Fundación Movilidad de Madrid, debo orientar muchas de las prácticas exitosas en Colombia, lo cual incluye a la ciclovía que despierta envidia en estas ciudades y que de alguna manera quisieran tener. Esas urbes cosmopolitas europeas también emulan a Bogotá.
Pero sobre esto es bueno remitirse a algunos de los comentarios "más suaves" del foro del lector, las anónimas voces del populacho que a él tanto le fastidia:
"Ni pluma ni espada, estas en decadencia…".
"¿Quiere que todos quedemos tan enfermos como UD? en compañía de nuestros hijos, nos gusta cuidarnos haciendo ejercicio en la ciclovía hasta las dos de la tarde,"
"¿Se ha dado cuenta del éxito que esta actividad ha tenido en Bogotá? ninguna ciudad del mundo reúne a tantos ciudadanos juntos de las mas diversas condiciones, ricos y pobres, niños y ancianos. Sin odios y sin violencia disfrutamos la ciclovía. Hay que ver la alegría de un trabajador humilde disfrutando el día con sus hijos, sus amigos. A usted, que está tan gordo, le conviene darse unos cuantos kilómetros de ciclovía para que se unte de pueblo y de paso le haga bien a su salud."
Sin más cometarios, son algunas de la multitud de voces que piden, no más D'Artagnan.
fabio121@gmail.com

*Asesor Fundación Movilidad, Madrid (E)

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