viernes, marzo 28, 2008

Educación: Preguntas cruciales II.



POR: José de J. Bobadilla V


Mucho más del 90% de las personas “educadas” o profesionales egresadas de la actual educación salen a ser empleados. ¡Que horror! En síntesis la educación prepara personas para que mantengan la esclavitud en su nueva versión: ser empleado. Porque ser empleado no es ni más ni menos que eso: vender el tiempo, las capacidades y el talento por unos cuantos pesos a alguien que tiene más habilidades, dinero o mejor posición en la sociedad. ¿No era eso acaso lo que ocurría en los tiempos fe la esclavitud?


Como empleados la mayoría de la gente “educada” vive trabajando por los sueños de otros en lugar de emprender la realización de sus propios sueños. ¿Pero por que las personas, y mas las educadas, no emprenden la realización de sus propios sueños? No es por falta de dinero ni posibilidades reales, lo que ocurre es que se la han pasado décadas preparando el cerebro para no soñar, para no emprender, para no imaginarse nada. Lo que han hecho es repetir, repetir y repetir. ¿A quien se le ocurre entonces emprender algo y hacerlo realidad cuando tiene el cerebro enyesado? La educación actual como la religión nos educa para ser pobres, para ser esclavos.
Dudo que la educación pueda cambiar sin pocos traumatismos peligrosos para su propia subsistencia. Cambiar seria permitir el desarrollo humano en lugar de imponer currículos indeseados, cambiar significa dejar de repetir y mejor crear; cambiar significa emplear el caos como medida perfecta para el progreso en lugar de imponer el orden; cambiar significa tener maestros exitosos y brillantes en lugar de sindicalistas mediocres.


Encuentro por ello mucha razón en el gran novelista norteamericano, Henry Millar, cuando dice: “Lo que suele llamarse educación para mí es una tontería absoluta que impide el crecimiento. A pesar de todos los cataclismos sociales y políticos por los que pasamos, los métodos educativos aceptados en todo el mundo civilizado siguen siendo, al menos a mi modo de ver, arcaicos y estúpidos; sólo contribuyen a perpetuar los males que nos hacen inválidos”.


Y don William Blake dijo: "Los tigres de la ira son más sabios que los caballos de la educación". Yo no aprendí nada de valor en la escuela; dudo que pudiera pasar un examen de primaria en cualquier materia incluso hoy. Aprendí más de los idiotas y de los don nadie que de los profesores de ésto y de aquello. La vida es el maestro, no el Consejo de Educación josedejbo@hotmail.com

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