lunes, marzo 31, 2008

DE FRANCISCO JOSE´VARONA

COMENTARIOS DE ACTUALIDAD


A.- Un jueves santo, hace 25 años, principio a brincar, saltar, corcovear la tierra y nunca se meció. Tal vez, si el terremoto hubiera mecido a tierra, no habría habido tanto desastre en construcciones y vidas. El desastre, terminó las procesiones de esa semana santa. En ese entonces yo salía de “regidor” y el frac, quedó destruido al caerle una pared. Residía en la calle cuarta, en el Cadillal y este fue muy destruido. Mi casa se le cayó la muralla que daban a la calle, nada quedó del comedor y cocina. Poco a poco, con mi esposa e hijos, fuimos sacando mis enseres y pasándolos a una casa de Las Américas y otros al Guayabal. La ciudad estaba sin teléfonos, energía ni agua. Las noticias que se cayó la catedral, se hundieron los bloques de Pubenza, en el cementerio al caerse las tumbas se salieron los cadáveres. Muchas casas en el centro destruidas, muertos y heridos por doquier. El presidente Betancur viajaba a Neiva, al enterarse del desastre en Popayán, se vino ayudarnos. Hubo que destapar el aeropuerto y ayudar aterrizar el avión presidencial, pues quedaron varias grietas en la pista. Recuerdo, que el presidente visitó varios lugares y entre ellos, se metió a la semidestruida catedral. Se mezcló con la muchedumbre, con los que ayudaban a sacar los muertos de los escombros y salió luego a otro lugar. En el atrio de la catedral, pasó por encima de San Pedro y San Pablo, estatuas que cayeron al piso. Una humilde mujer le pidió ayuda al presidente para enterar un hijo y de inmediato se buscó la cartera y se la habían hurtado. No sintió nada sino empujones. Le rogó a la gobernadora ayudara a tal mujer. Estábamos en semana santa y la televisión nacional estaba con todos sus equipos y buses trasmisores. Captaron imágenes de la ciudad destruida y la angustia de sus gentes, y, las lanzaron antes de una hora al mundo entero. Mis sobrinos que estaban prestando servicio militar en al sur de los Estados Unidos, llamaron a mi hermana a New York paraqué viera las imágenes de la destrucción de Popayán. No fue capaz de prender la TV y llamó a familiares de de Cali y Bogotá a preguntar por nosotros y cuando le informaron que estábamos bien. Prendió la TV y lloró por su ciudad destruida. Había que ir hasta Telecom hacer larga cola para comunicarse con las familias de otras ciudades. Siempre mandé a los míos que se comunicaran con otras ciudades y nunca fui por quedarme cuidando la casa semidestruida. Como no pasaba al teléfono principiaron mis hermanos a decir que tal vez estaba herido o algo más. Pase al teléfono y todo se aclaró.

B.- Los chinos tienen un dicho que las desgracias son una oportunidad. Después del terremoto, Popayán cambio en lo social, económico y cultural. Muy poco en lo político. Muchos consiguieron casa propia, un lote, trabajo, ayuda económica, ciertas familias se fueron de la ciudad para Cali y Bogotá. Los cambios en Popayán, fueron grandes. Dejamos este capitulo a los investigadores.


C.- Si bien es cierto que después del terremoto, muchos patojos se fueron, llegaron muchos de municipios y otros departamentos, que sin ser damnificados, vinieron a buscar una oportunidad y se quedaron. Se afirma que hoy, en Popayán, hay una colonia de patojos y la mayoría es de otras partes. Pero todos estamos en esta ciudad viviendo en paz y ojala, así sigamos.

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