jueves, junio 05, 2008

Murphy también juega al fútbol


Ley del pesimismo creativo
Por Fabio Arévalo Rosero MD*

Edward A. Murphy Jr. fue un ingeniero que trabajó a mediados del siglo pasado en la Fuerza Aérea de los EU. A él se le atribuye la Ley de Murphy: "Si algo puede salir mal, con seguridad que saldrá mal". Todo inició cuando fracasó en el intento de unir dos cables de un circuito y de ahí nació lo que definió así: "Si hay más de una forma de hacer un trabajo y una de ellas culminara en desastre, alguien lo hará de esa manera". Hay otras variantes de esta ley que la sabiduría popular ha ido creando con el paso del tiempo. Una de ellas es: "Cuando parece que ya nada puede ir peor, empeora". Esto nos es muy familiar en el fútbol, y ocurre con nuestro equipo, el que sea. Es la ley. Sin duda que el talento diferenciado existe en los deportes y esa es una de las partes fundamentales de estudio de las ciencias y más aun de la fisiología del ejercicio. Ello contribuye a que haya cierta lógica en los resultados.

Sin ese apoyo el multimillonario ruso Roman Abramovich jamás podría haber armado al Chelsea para llegar a la final de la liga de campeones. El entrenador colombiano Jorge Pinto hace gala de su aparente sabiduría científica aplicada al balompié. Pero es evidente que lo hace más por "descrestar" a los terribles comentaristas deportivos y justificar su puesto.

El fútbol responde a unas leyes inexorables, no hay duda. El éxito, como lo han hecho clubes como el Manchester, El Boca, el Milán, etc.; o selecciones como Brasil, Italia, Francia etc., está en descifrarlas, aceptarlas y cumplirlas. Esto último significa llegar a niveles incomprendidos del juego, y no es fácil. La lógica del fútbol si existe y responde por lo menos a tres leyes (aunque pueden ser cinco), que deben articularse totalmente para ganar. Lograrlo es un arte, un trabajo de virtuosos. La primera es la ciencia como tal que aprovecha el talento y lo optimiza. La segunda es la ley de pesimismo creativo como producto del código de Murphy, que debe respetarse. "Cuando las cosas se dejan a su aire, suelen ir de mal en peor". Más claro, imposible. "Todo lleva más tiempo del que usted piensa". O "cualquier solución entraña nuevos problemas". Y la tercera, la Ley del Péndulo, es decir, lo que deriva hacia el caos acabará oscilando hacia la gloria.

Pero esta última tiene que ver con el reloj biológico del organismo humano y el comportamiento circadiano. No es fácil interpretarla y hacerle seguimiento, requiere mucho más arte. Cada una es una historia con mucha coherencia científica, son parte de los secretos que aun guarda el apasionante fútbol. Pero hay más. Falta el ingrediente secreto, el catalizador, la enzima vital de la que hicieron gala los más virtuosos como Alí, Bannister, Indurain, Maradona. Jordan, Lewis, etc.: El "Factor Ulises". Merece tratamiento especial. Por ahora no hay que olvidar que Murphy, también juega, no lo tratemos con displicencia. Entonces "sonría, mañana puede ser peor".

fabio121@gmail.com

*Especialista en ciencia deportiva

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