martes, junio 03, 2008

En nombre de Dios



(Por: Rodrigo Cerón Coronado)


En el aniversario número sesenta de la creación del Estado de Israel, le agradecen la presencia muy especial del Mandatario Norteamericano George Walker Bush. Dicen los judíos que él es un “gran líder” y una “fuente de inspiración”.
Gran líder lo es: Ha llevado a Estados Unidos a una recesión económica, a la vergüenza de las guerras de Irak y Afganistán, a la violación sistemática, como política de Estado, de los derechos humanos, como lo es la base militar de Guantánamo, en donde yacen presos árabes sin posibilidad de un juicio justo ni Habeas Corpus.
Gran líder pues si se entiende como tal el hecho de mover masas y hacer acopio de votos para hacer de su país (tal vez la nación más grande en todos los sentidos) objeto de odio para el resto del mundo.
Y claro que para los Israelítas es fuente de inspiración, pues su campaña de exterminio del pueblo Palestino y su política de generar violencia al responder con el mismo extremismo que sus enemigos árabes a los atentados terroristas, es calcada de la política de los halcones de Washington.
Así que en las celebraciones del sexto decenio de la creación de Israel, Bush se pone de pie para recibir los aplausos de la asistencia, mientras sus tropas asesinan impunemente víctimas inocentes en tierras Iraquíes. Algunos de ellos, unos comensales que participaban de un matrimonio: Víctimas colaterales dicen los mandos militares.
También así llaman los judíos al hecho de pasar con tanques por sobre los cuerpos de unas mujeres que se tomaron las manos formando una cadena para evitar que los cañones derribaran sus casas y que sus hijos y esposos fueran masacrados por la industria militar israelí. La orden del Estado Mayor de Israel fue pasar sobre ellas, como sobre los niños que jugaban fútbol en la Franja de Gaza pasaron los helicópteros que les dieron muerte.
Y mientras los otros terroristas, aquellos del otro lado, les propinan ataques suicidas dejando heridos, amputados y muertos a granel, estos responden igual, y los otros peor, entonces estos ya no matan doscientos sino cuatrocientos….y sus “líderes” los presidentes, reciben aplausos en un homenaje al pueblo judío, que no se debe festejar.
En otra cosa también convergen las políticas de ambas naciones: Lo hacen en nombre de Dios.

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