viernes, junio 13, 2008
LA INCULTURA CIUDADANA: TEMA PARA EL BLA-BLA-BLÁ
MARCO ANTONIO VALENCIA
valenciacalle@yahoo.com
Camino por una de plaza de mercado (¡) y vomito. No es posible que de esta inmundicia de lugar, con olor a excrementos, a rancio y barro podrido; con ratas vivas saltando sobre frutas, con cucarachas gigantescas lamiendo verduras, con tubérculos regados al piso, con ventas de carnes y pescado en medio de moscas verdes y horripilantes… no es posible digo, que de allí salgan nuestros alimentos cotidianos de cada día para todos los restaurantes y todas las cocinas de las familias de esta ciudad. Vuelvo a vomitar. ¡Qué asco! Mientras tengamos cloacas por plazas de mercado, aquí no habrá cultura de nada, porque lo que comemos es lo que somos.
Mientras no se haga de estos centros de acopio lugares pulcros, limpios y sanos, es una vil hipocresía invertir millonadas en festivales gastronómicos internacionales, centros turísticos mundiales, o decir que somos la ciudad culta de Latinoamérica, la despensa agrícola de Colombia.
En el camino observo con desagrado que los vendedores formales e informales de los centros comerciales dejan al final de la tarde, todas sus basuras en las calles como si nada. Alguien me dice que los "pobres revendedores" son analfabetas sin oportunidades. ¡No señor!, alego. La pobreza nada tiene que ver con la educación en costumbres sencillas de bienestar colectivo, que unos padres de familia, y una alcaldía decente, deben impulsar e implementar.
En la calle los buseteros juegan a matar a sus clientes (y a los peatones) con la guerra del centavo. Choferes insensibles para los que un usuario vale una moneda… "Bestias al volante" debería leerse en sus placas.
Me bajo del vehículo indignado; subo a un taxi, pero vuelvo a vomitar: el auto es una caja de latas oxidadas, una cámara letal de gasolina sin manijas para bajar las ventanillas y respirar; y para colmo, el chofer se enoja por la inconformidad que le expreso, se violenta y quiere matarme a varillazos... escapo corriendo: en la esquina del barrio dos drogadictos me atracan, y discuten si deben matarme porque no llevo dinero que puedan robarme.
Esta ciudad que quiero, tiene hermanitos a los que papá (El Estado) debe educar para lograr mayor convivencia.
Aleccionar la conciencia colectiva no es fácil, pero hay que invertir en ello. Por eso, bienvenido sea un Foro de Movilidad y Cultura Ciudadana. Y ojalá no se quede otra vez el asunto en blablablá, sino que salgan fórmulas concretas para resolver aquellos problemas visibles (y sensibles) que nos aquejan.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
https://www.facebook.com/profile.php?id=711839823
No hay comentarios.:
Publicar un comentario