(Por: Rodrigo Cerón Coronado)
En Europa, el tipo Euribor, que es la tasa a la cual los bancos se prestan entre sí, es del 5,4%, a junio 6 de 2008, TAE (Tasa Anual Efectiva, que es la misma Efectiva Anual de la que hablamos en Colombia). Este indicador sirve de referencia para los préstamos que conceden las entidades bancarias en Europa. Así, si usted decide ir a un banco a que le presten para vivienda, le medirán su perfil de riesgo y le tendrán una tasa para su crédito. Por ejemplo, en promedio, a un ciudadano de clase media (en Europa casi todos son de clase media), le cobrarán un Euribor más 100 puntos, por lo que terminará pagando un 6.5% al año aproximadamente. El negocio está claro para el banco: Consigue dinero al 5,4% y lo presta cien puntos básicos por encima, es decir al 6,5% en nuestro ejemplo.
Si uno tiene una cuenta de ahorros en un banco europeo, es probable que le paguen un 2,5% de intereses TAE, por lo que, volviendo una vez más sobre le crédito hipotecario de nuestro ejemplo, el margen de intermediación (que es la diferencia entre el valor del dinero de colocación o de préstamo y el de captación, en este caso el que nos pagan por tener nuestro dinero) sería de un 4% TAE. Con ese 4%, las entidades de crédito, pagan los costos de su operación, y obtienen utilidades en una magnitud que los tiene como unos de los más grandes del planeta.
En Colombia, las cifras son exageradamente dispares. Si uno acude a una entidad bancaria a solicitar un crédito hipotecario, el banco toma el DTF (equivalente al Euribor) que es del 9,8% a junio 6 de 2008, y le suma unos 700 puntos básicos (un 7%). En cuenta de ahorros el margen de intermediación es más amplio, del orden del 15%.
Es necesario entender que el banco lo que administra es riesgo, así que por ser este el mercado que es, se entiende un mayor margen que debe obtener la entidad financiera en Colombia que, digamos, en España. Tal vez la razón sea que la desconfianza en la economía colombiana persiste intacta y en la misma magnitud con que se medía a finales de los años noventas en nuestro país.
Pero esta razón que soporta los altísimos márgenes de intermediación a que nos somete el sector superavitário de la economía carece de fundamento diez años después del descalabro mencionado. Hoy, la economía colombiana ha pasado de crecer a tasas negativas a tasas del 5% anual, la gran cantidad de inversionistas que vienen a Colombia a poner su dinero (prueba de ello es la revaluación del peso), reflejan una revitalización de la confianza en el país, los spreads de la deuda pública se han estrechado, la inseguridad, aunque persiste, ha pasado de niveles del terror diario a terroristas camuflados en el monte.
Nos falta mucho para un crecimiento económico que se vea reflejado en un desarrollo social sostenible: Los bancos tienen responsabilidad en ello, y deben permitir un mayor crecimiento e inversión doméstica, bajando las tasas de interés, estrechando los márgenes de intermediación y obteniendo utilidades que les permitan seguir invirtiendo en nuestro país.
En Europa, el tipo Euribor, que es la tasa a la cual los bancos se prestan entre sí, es del 5,4%, a junio 6 de 2008, TAE (Tasa Anual Efectiva, que es la misma Efectiva Anual de la que hablamos en Colombia). Este indicador sirve de referencia para los préstamos que conceden las entidades bancarias en Europa. Así, si usted decide ir a un banco a que le presten para vivienda, le medirán su perfil de riesgo y le tendrán una tasa para su crédito. Por ejemplo, en promedio, a un ciudadano de clase media (en Europa casi todos son de clase media), le cobrarán un Euribor más 100 puntos, por lo que terminará pagando un 6.5% al año aproximadamente. El negocio está claro para el banco: Consigue dinero al 5,4% y lo presta cien puntos básicos por encima, es decir al 6,5% en nuestro ejemplo.
Si uno tiene una cuenta de ahorros en un banco europeo, es probable que le paguen un 2,5% de intereses TAE, por lo que, volviendo una vez más sobre le crédito hipotecario de nuestro ejemplo, el margen de intermediación (que es la diferencia entre el valor del dinero de colocación o de préstamo y el de captación, en este caso el que nos pagan por tener nuestro dinero) sería de un 4% TAE. Con ese 4%, las entidades de crédito, pagan los costos de su operación, y obtienen utilidades en una magnitud que los tiene como unos de los más grandes del planeta.
En Colombia, las cifras son exageradamente dispares. Si uno acude a una entidad bancaria a solicitar un crédito hipotecario, el banco toma el DTF (equivalente al Euribor) que es del 9,8% a junio 6 de 2008, y le suma unos 700 puntos básicos (un 7%). En cuenta de ahorros el margen de intermediación es más amplio, del orden del 15%.
Es necesario entender que el banco lo que administra es riesgo, así que por ser este el mercado que es, se entiende un mayor margen que debe obtener la entidad financiera en Colombia que, digamos, en España. Tal vez la razón sea que la desconfianza en la economía colombiana persiste intacta y en la misma magnitud con que se medía a finales de los años noventas en nuestro país.
Pero esta razón que soporta los altísimos márgenes de intermediación a que nos somete el sector superavitário de la economía carece de fundamento diez años después del descalabro mencionado. Hoy, la economía colombiana ha pasado de crecer a tasas negativas a tasas del 5% anual, la gran cantidad de inversionistas que vienen a Colombia a poner su dinero (prueba de ello es la revaluación del peso), reflejan una revitalización de la confianza en el país, los spreads de la deuda pública se han estrechado, la inseguridad, aunque persiste, ha pasado de niveles del terror diario a terroristas camuflados en el monte.
Nos falta mucho para un crecimiento económico que se vea reflejado en un desarrollo social sostenible: Los bancos tienen responsabilidad en ello, y deben permitir un mayor crecimiento e inversión doméstica, bajando las tasas de interés, estrechando los márgenes de intermediación y obteniendo utilidades que les permitan seguir invirtiendo en nuestro país.