¿VALE LA PENA MARCHAR?

por:

Walter Aldana Q
Columnista

Muchos Colombianos creen que la movilización del cuatro de Febrero del presente año contra las FARC inaguro el ejercicio participativo de las comunidades, de salir físicamente a caminar las vías de nuestras ciudades y carreteras, después el seis de Marzo contra los crímenes de Estado y los Paramilitares, el Viernes cuatro de Abril contra el Secuestro y el pasado nueve de Abril otra movilización contra la impunidad a propósito del no saberse aun, los autores intelectuales del asesinato del caudillo liberal de la década del cuarenta en nuestro país.

Nuestra memoria es frágil; las marchas contra la dictadura del General Rojas Pinilla, el paro cívico de mil novecientos setenta y siete, y en el caso Caucano la Panamericana es testiga de la posesión de su estructura por miles de campesinos Sureños en unos casos y de comunidades indígenas en otros.

Algunos creen que el ejemplo a seguir es el de los españoles quienes ante cualquier atentado que comete ETA- pobres, clase media y alta se moviliza para repudiar el crimen. Otros consideramos que debemos recordar la historia de movilización social en nuestro Departamento (sobre todo por que aun no hemos construido elementos de identidad y pertenencia que nos haga actuar como una sola fuerza) y por eso participamos unos con rabia, otros con tristeza, y otros tantos albergamos la esperanza de ayudar a que esto cambie.

Las movilizaciones no se inventaron este año, se visibilizaron eso si, por que por fin los medios de comunicación ayudaron a retratar la situación de orden publico, por eso no desfallezca, por que marchar y marchar es construir el futuro.