por: Fabio Arévalo Rosero MD*
La llamada cardiomiopatía dilatada se refiere a la debilidad del músculo del corazón conocido como miocardio. Puede llegar a afectar a los deportistas que se retiran y se vuelven sedentarios. Su corazón acostumbrado a grandes esfuerzos se torna laxo con un miocardio perezoso con escasa fuerza o tono para impulsar la sangre. Debido al alto riesgo se trata con fármacos inotrópicos, los cuales son necesarios para sostener el trabajo cardíaco.
Este mal es común en los ex deportistas que abandonan completamente la actividad física. Además incorporan otros factores de riesgo como dietas altas en carbohidratos (harinas, dulces) y grasas animales, consumo de licor, tabaquismo, sobrepeso y particularmente drogas psicotrópicas.
A pesar de haber vuelto a una vida casi normal, su corazón está afectado necesitando unos cuidados especiales con un proceso de rehabilitación cardiaca que incluye además de medicamentos, estricto régimen de vida y un programa de actividad física aeróbica. Se recomienda el ejercicio de baja intensidad tipo caminata fácil con sesiones iniciales de 10 a 15 minutos diarios. Pueden agregarse de acuerdo al progreso algunas labores caseras sencillas u otros deportes de muy bajo impacto.
Cuando en un deportista retirado se produce una cardiomiopatía (corazón dilatado), su pronóstico y esperanza de vida dependen de un cambio radical a tiempo en sus hábitos de vida. De un timonazo hacia un modelo de actuación ejemplar evitando la displicencia con su cuerpo. La terapia psicológica y la reivindicación de sus adicciones en caso de haberlas (tabaco, alcohol, drogas) son esenciales, de lo contrario una nueva recaída podría ser fatal.
El deportista que abandona la competición debe necesariamente mantenerse activo teniendo en cuenta que su corazón se crece más de lo normal y requiere mantener un ritmo de trabajo al menos moderado. De lo contrario pierde el tono, la elasticidad y como consecuencia la fuerza de bombeo de la sangre. Pero si además de ello se encuentra con unas arterias rígidas, una presión sanguínea elevada, niveles altos de colesterol; debe realizar esfuerzo adicional para nutrir el cuerpo, esfuerzo que lo desgasta y finalmente lo dilata llevando a una grave falla cardiaca.
La práctica deportiva fortalece el sistema cardiovascular. Pero cuando se ha competido se causan grandes modificaciones cardíacas, que es importante sostenerlas con un modo de vida activo y saludable de manera permanente.
fabio121@gmail.com*Consultor en ciencia deportiva