lunes, diciembre 01, 2008

LAS PLAGAS DEL CAUCA II


30 Nov 2008 -

La región se encuentra seriamente afectada
Las plagas del Cauca II
Por: Diana Carolina Durán Núñez / Enviada especial


A partir de ese momento, para que las ayudas humanitarias llegaran a Belalcázar, los helicópteros se instituyeron como el principal aliado de la Gobernación, los organismos de socorro y la Fuerza Pública. Sin embargo, el invierno que azota no sólo a Cauca sino al país entero, empezó a bloquear las salidas de las aeronaves. Tanto así que el martes 25 se suspendieron los vuelos desde Popayán. Cali y La Plata (Huila) se establecieron como los puntos de partida y se improvisó un puente aéreo desde Inzá (Cauca). Pero en días como el miércoles 26, el cielo de Páez estaba tan nublado que los aterrizajes eran prácticamente imposibles.

Los organismos de socorro y la Gobernación se vieron forzados a buscar una alternativa. Los alimentos, frazadas y medicamentos tuvieron que ser enviados por tierra, pasando por el municipio de Inzá. Sin embargo, el invierno siguió haciendo de las suyas y al menos tres derrumbes cerraron completamente el paso por esta localidad. Ni siquiera el secretario de Gobierno departamental, Sebastián Silva, pudo llegar a Belalcázar. Silva ejercía como gobernador encargado porque el mandatario, Guillermo González, se encontraba en Bogotá gestionando recursos urgentes para la región.

Mientras todo esto ocurre, el desespero de los habitantes de Belalcázar se acrecienta. Aunque aún hay comida, solicitan raciones que les duren al menos una semana. El pueblo se quedó sin sus dos cementerios, sin su planta de compostaje de residuos orgánicos, sin escenarios deportivos y sin la Normal Superior, el centro educativo más importante de la zona. Sólo un hombre resultó herido por la avalancha, pero fue tal el shock, que hasta la fecha no ha logrado explicarles a sus paisanos cómo hizo para sobrevivir a la ira del lodo que trajo el río Páez, pero que, a diferencia de la avalancha de 1994 –también causada por el Volcán Huila– dejó 10 muertos y no 1.200.

3. Guapi y Timbiquí: el narcotráfico persiste
Cuando en Cauca se preguntan dónde están los cultivos ilícitos, la respuesta surge sin vacilaciones: en la Costa Pacífica. A pesar de que algunos municipios localizados en el sur como Argelia y Balboa también presentan plantaciones ilegales, Guapi, Timbiquí y su vecino López de Micay siguen siendo los pueblos que, infortunadamente, llevan la delantera en esta materia.
En Guapi y Timbiquí convergen todos los actores ilegales que se relacionan con el tráfico de estupefacientes. El octavo frente de las Farc y el frente José María Becerra del Eln circulan frecuentemente por esta zona desde hace más de 10 años. Pero, tanto la llegada como la desaparición del bloque Calima de las autodefensas alteró seriamente el orden público de la región.
Diversos organismos estatales han advertido la estrecha relación entre el crecimiento de los cultivos ilícitos y la expansión de los grupos armados ilegales. Para las Farc, sobre todo, éstos son su principal fuente de ingresos. Por la lejanía de la zona y la escasa presencia estatal que hizo falta durante tantos años causó que los 49.000 habitantes de Guapi y Timbiquí estuvieran a merced de las guerrillas y de los paramilitares por un largo período.

La Fuerza Pública ha divulgado una peligrosa alianza en esta región y en el sur del Cauca: la del Eln con Los Rastrojos, el ejército privado que operaba en función de los intereses del extinto capo del norte del Valle Wílber Varela, alias Jabón. “Trabajan juntos en laboratorios y cristalizaderos, se unieron para estas actividades”, indica el general Justo Eliseo Peña, comandante de la III División del Ejército.
La Defensoría del Pueblo también ha reiterado el ingreso de actores armados ilegales, en especial de bandas al servicio del narcotráfico. Hoy en día, los espacios que dejaron los ‘paras’ están en la mira de guerrillas y bandas emergentes, pues son corredores clave para el negocio de la droga.

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