POR: FERNEY MENESES
De la división ideológica que el mundo sufrió a mediados del siglo pasado para polarizarse entre ser capitalista o ser socialista, Cuba quedó como vestigio en nuestro continente de aquella pugna con inclinación hacia el comunismo.
Apoyada –en principio- por la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas-Urss, la isla de Fidel Castro ha sido paradigma de resistencia ante los embates del coloso del norte, que con su bloqueo económico ha incidido en la forma de vida de los cubanos no identificados o identificados con la Revolución, forma de vida, dirían algunos, basada en la dignidad, la resistencia o la mentira. No obstante, ese comunismo o socialismo en la historia reciente ha sido permeado por la “lógica” del mercado, en especial el representado por el turismo, el tabaco, el azúcar y el turismo sexual.
Lo anterior, es sin duda consecuencia en parte, de la caída del modelo político marxista-leninista que desde manifestaciones como el derrumbamiento del muro de Berlín, el impulso de la Perestroika de Gorvachov o el Glasnot con Yeltsin y el actual modelo de economía de mercado que Rusia asume, han sido estocada para el comunismo. A su vez, la globalización hace que un país se inserte en el concierto mundial o desaparezca comercialmente hablando.
De Cuba no puede negarse que a pesar de sus condiciones, es un país luchador, lo cual le ha valido el reconocimiento y liderazgo en campos como la excelente educación, la medicina y el deporte, entre otros de sus logros.
En todo el panorama mencionado, la noticia reciente de que Fidel Castro renunció a la presidencia por padecer una enfermedad intestinal, hará que pasado mañana 24 de febrero en Cuba se elija a su sucesor. Esta elección marcará probablemente una nueva etapa en el sistema, ya que puede ser la oportunidad para abrir espacios democráticos en los que nuevas figuras tomen las riendas de la sociedad en este nuevo milenio.
La historia pronto mostrará si Cuba sigue incólume en sus ideales sin Fidel Castro como presidente o por el contrario, se debilita. Ya veremos.
De la división ideológica que el mundo sufrió a mediados del siglo pasado para polarizarse entre ser capitalista o ser socialista, Cuba quedó como vestigio en nuestro continente de aquella pugna con inclinación hacia el comunismo.
Apoyada –en principio- por la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas-Urss, la isla de Fidel Castro ha sido paradigma de resistencia ante los embates del coloso del norte, que con su bloqueo económico ha incidido en la forma de vida de los cubanos no identificados o identificados con la Revolución, forma de vida, dirían algunos, basada en la dignidad, la resistencia o la mentira. No obstante, ese comunismo o socialismo en la historia reciente ha sido permeado por la “lógica” del mercado, en especial el representado por el turismo, el tabaco, el azúcar y el turismo sexual.
Lo anterior, es sin duda consecuencia en parte, de la caída del modelo político marxista-leninista que desde manifestaciones como el derrumbamiento del muro de Berlín, el impulso de la Perestroika de Gorvachov o el Glasnot con Yeltsin y el actual modelo de economía de mercado que Rusia asume, han sido estocada para el comunismo. A su vez, la globalización hace que un país se inserte en el concierto mundial o desaparezca comercialmente hablando.
De Cuba no puede negarse que a pesar de sus condiciones, es un país luchador, lo cual le ha valido el reconocimiento y liderazgo en campos como la excelente educación, la medicina y el deporte, entre otros de sus logros.
En todo el panorama mencionado, la noticia reciente de que Fidel Castro renunció a la presidencia por padecer una enfermedad intestinal, hará que pasado mañana 24 de febrero en Cuba se elija a su sucesor. Esta elección marcará probablemente una nueva etapa en el sistema, ya que puede ser la oportunidad para abrir espacios democráticos en los que nuevas figuras tomen las riendas de la sociedad en este nuevo milenio.
La historia pronto mostrará si Cuba sigue incólume en sus ideales sin Fidel Castro como presidente o por el contrario, se debilita. Ya veremos.
fermeneses65@hotmail.com