jueves, abril 05, 2007

Con el correr de los años han ganado mayores espacios


Con el correr de los años han ganado mayores espacios

Mujeres, soporte de las Procesiones

El Liberal, abril 5 de 2007

Discreto, piadoso, amoroso y laborioso, así ha sido el papel de las mujeres payanesas a lo largo de la historia de las Procesiones de Semana Santa.

Bien afirma la historiadora Hortensia Alaix de Valencia en el libro ‘450 años, Procesiones Semana Santa Popayán 1556-2006’ que “...las grandes matronas, las comerciantes, las costureras, bordadoras, tejedoras, lavanderas, cocineras, veleras, desde los tiempos coloniales han sido apoyo logístico para los hombres que desempeñan sus funciones como cargueros, en los desfiles procesionales”.

Y es que esta tradición ha estado históricamente ligada a ellas, quienes se han desempeñado también como síndicas, miembros de la junta organizadora de las mismas, sahumadoras, damas del Santo Sepulcro y más recientemente como regidoras.

Para Laura Somoano, una joven mujer payanesa que desde niña ha sentido especial fascinación por esta tradición, no era sin embargo suficiente haber sido sahumadora y dama del Santo Sepulcro.

Por esta razón, el año pasado tomó la iniciativa y solicitó a un amigo suyo, Jairo López, le diera ‘pichón’ en su paso.

Motivó a otras tres mujeres y juntas asumieron el histórico papel de cargar sobre sus hombros, por primera vez en la historia de las procesiones, el peso de uno de los pasos que aprendió a admirar desde niña.

“Yo soñaba desde pequeña con eso. Siempre decía ¿Cómo no nos van a dejar? si pienso que físicamente somos capaces de cargar uno de los Pasos que no pesan tanto, y queremos la Semana Santa igual que en ellos. No pretendía ni pretendo en ningún momento cargar, sino solamente ‘pichonear’ que no veo una razón valedera para no hacerlo. Por eso lo hice y pienso que ya ahora las mujeres que quieran podrán hacerlo”.

Fue un momento de mucha emoción para esta espigada payanesa, que no sabía siquiera el peso que finalmente alcanzaría a cargar sobre sus hombros, pero que junto a sus compañeras, entre ellas Mercedes Durán, hija de uno de los maestros Durán vinculados desde siempre a esta tradición como carpinteros, ebanistas y artesanos, fueron capaces de soportar por varias cuadras y entregar el Paso en perfectas condiciones a los cargueros.

Meses después celebró gustosa el hecho de que por la misma época de su hazaña compartida, durante las procesiones de Sevilla en España, dos mujeres se atrevieron en una iniciativa igualmente histórica a cargar uno de los Pasos.

Ayer al cierre de esta edición, intentaría por segunda vez junto a Mercedes y a otras amigas repetir lo que para muchos de los ‘cargueros’ sigue siendo una osadía, pero para ella es un derecho antes nunca reclamado, en el que hay que continuar insistiendo.

Laura Somoano Muñoz considera igualmente que esas acciones fundamentales para la conservación de la ancestral tradición que han perdurado a través de los años, como el bordado y los tejidos, son otro de los aportes importantes de las féminas a las Procesiones de Semana Santa.

Ella misma junto a su madre, elaboraron el nuevo estandarte de la Junta Permanente Pro Semana Santa que se estrenó en la procesión del Martes Santo. Una labor para la cual trajeron de España los materiales.

“Para nosotros fue muy grato poder ayudar a hacer el estandarte. Yo pienso que esta también es una forma de participar las mujeres en la realización de las procesiones de Semana Santa, con la elaboración de los adornos florales, la adecuación de los sitiales y ropajes, pues aunque nuestra participación no sea propiamente en los desfiles, en los días previos estamos en toda la preparación”, afirmó orgullosa.

La tradición no debe morir afirma con convencimiento, y seguramente en su casa eso nunca pasará, pues su esposo Felipe Velasco, carguero desde niño y hoy al frente de la Junta Permanente Pro Semana Santa, junto a ella que ha participado de todas las maneras posibles en las Procesiones, han inculcado en sus dos hijos esta tradición que ellos también aprendieron de sus padres.

El mayor de ellos, carguero desde muy niño en las procesiones pequeñas, inicia este año su participación en la Semana Mayor como moquero, un camino que en pocos años lo llevará a convertirse muy seguramente en carguero.

La niña en cambio, deberá aguardar aún cerca de una década para poder sahumar como lo hizo Laura Somoano siendo una adolescente. Para ello se prepara sahumando desde ya en las procesiones chiquitas que se llevan a cabo durante la semana de Pascua.

“Este es un aspecto que les llamó mucho la atención en España en donde los cargueros son en su mayoría personas muy mayores, lo que hace que la tradición empiece a perderse, ya que las nuevas generaciones prefieren salir en vacaciones de sus lugares de origen hacia otras partes. Por eso es muy bonito lo que se hace acá de inculcarles la tradición a los niños desde pequeños”, expresó.

Las síndicas

Las síndicas son figuras fundamentales en la conservación de la tradición de las Procesiones de la Semana Santa.

Ema Fernández Ibarra heredó esta labor de su madre, nombrada síndica del paso de La Dolorosa que sale en las procesiones del Jueves Santo en 1930.

Desde 1978 asumió el cuidado del Paso junto a sus hermanas.

La sindicatura le ha permitido igualmente, acercar a su familia a la tradición.

Para ella la mujer ha ido ganando espacios al interior de la tradición misma, aunque considera que deben recuperar su lugar en la Junta Pro Semana Santa.

A lo largo de la historia

-Doña Gerónima de Velasco y Noguera, esposa del artesano Juan Antonio Velasco, quien trajo a Popayán la Efigie del Santo Ecce Homo, que hoy reposa en el Santuario de Belén, fue la primera síndica en la historia de las procesiones.

-En la primera Junta Organizadora de Semana Santa, establecida en 1937, hubo una importante presencia de mujeres. Las señoras Julia Lenis viuda de Otero, Adelaida de Ayerbe y Mercedes de Simmonds; así como las señoritas Prima Mosquera, Rosa Cajiao, Ligia Sarria y Carmelita Montúa.

-Los sitiales de los pasos de la Semana Santa, al igual que los ropajes de los santos han sido bordados por manos de laboriosas mujeres entre las que se destacaron antiguamente María Ignacia Mosquera y Sixta Tulia Hurtado, entre muchas otras.

-De igual manera son mujeres quienes han tejido los cordones y paños de los vestidos de los cargueros, al igual que los de las sahumadoras.

-El enlucimiento de gran parte de los pasos en lo que respecta a los arreglos florales es obra de las féminas.

-’La Negra Sara’, Arcelia Perlaza, ‘la Negra Concha’ y Mery Canencio, fueron todas mujeres del pueblo que a comienzos del siglo XX ejercieron el ritual de sahumar con devoción y recogimiento.

No hay comentarios.:

FACEBOOK

https://www.facebook.com/profile.php?id=711839823