Payán y Popayán
Por: Nelson Eduardo Paz Anaya
Julio Cesar Payán, se levanta todos los días a preguntar ¿Cuál es el marco ideológico de las propuestas para la Alcaldía de Popayán? Desde luego ilustre doctor, hasta ahora no ha tenido respuesta, no busque mucho, correrá el riesgo de primero encontrar la aguja en el pajar.
Como no hemos iniciado la construcción de ciudad, a partir del ejercicio de ciudadanía, con soporte en su cultura, con la visión pedagógica de hacerla a partir de valores; posicionando lo enriquecedor de su historia, su literatura, sus muestras de inteligencia que brotan en muchas expresiones, su picaresca y la tenacidad y la laboriosidad cotidiana y perdida toda posibilidad de debate público, serio y documentado, ha hecho cause la comodidad de relacionar simplemente los acompañamientos, en especial los de congresistas o Mandatarios como instrumento de convocatoria o de proselitismo, astucia que bien se vio no funciona.
Oportuno sería, una posibilidad de reconocernos todos, respetarnos en la dimensión exacta de la palabra, separando lo público de lo privado, comprendiendo que todos tienen intereses legítimos y que por lo tanto solo una distribución de posibilidades en equidad daría una salida viable y sostenible.
La problemática de la ciudad, demanda convocatorias, que deben ir mas allá de las promesas sobre soluciones a las deficiencias acumuladas por muchos años de inversión no programada.
Las propuestas para pensar la ciudad, solo se han hecho a partir de la administración municipal y su presupuesto, lo cual lleva a una concepción tradicionalista, miope y burocratista, las experiencias exitosas en el país, muestran que la motivación, el compromiso ciudadano y su asociatividad, son las fuerzas dinámicas de cambio y armonía.
No se sabe con certeza, como quieren su ciudad, los comerciantes, los manufactureros, los poetas, los transportadores, los maestros, los estudiantes, los obreros, los jubilados, los viejos, los jóvenes y los niños, los que estaban aquí y los que hemos llegado. Pero sobretodo, tampoco se conoce cuantos aportes, cuantas ideas, están suspendidas, porque no hay quien escuche.
Se siente expectativa por iniciar una movilización social, aquí hay un “mutismo ensordecedor” que convoca, que se está juntando, que está más allá de los lazos tradicionales de adherencia y lealtades, es que por los lados de la Alcaldía no se dice nada, y por los de la Gobernación solo suenan y truenan los Llanos, Gómez y Victoria, el otro se cayó y la educación está al garete, bueno siempre ha estado así.
Los medios de comunicación son “dispositivos de alto alcance en diversos públicos”, y se han esforzado por lograrlo, pero cuidado, se agotan infructuosamente, Dr. Julio César y por favor comentarlo con Ovidio.
En Popayán, hay un recio sentimiento humanista, que está mas allá de la pobreza política del momento, con el cual, se puede establecer un modelo de ciudad eficiente, que supere la inseguridad y la pobreza.
Hagamos propósitos, por encontrar causas comunes que nos convoquen, que sean pertinentes, que focalicen todos los esfuerzos, para despertar la pasión que sabemos exteriorizar los Colombianos, por lo que nos gusta, por lo que nos duele, por lo que queremos alcanzar.