FERNEY MENESES
¿Cantar bien, pero qué?
Colombia y por consiguiente el Cauca, día a día nos sorprenden con el talento artístico de sus gentes.
La evidencia de esto, en el plano musical por supuesto, lo han venido demostrando en las últimas décadas el Grupo Niche, Guayacán, Carlos Vives, Shakira, Juanes, Fonseca, Cabas, Andrés Cepeda, Ilona y Fani Lú, entre otros. Claro está que me refiero al ámbito popular, ya que en el género lírico (ópera) también tenemos buenos representantes.
En el recorrido anotado líneas atrás, el primer ingrediente (a lo largo no tan definitivo) es la buena voz del artista y de los que faltan por darse a conocer. Al respecto, me parece muy importante que desde el hogar, los padres sensibles y buenos observadores cultiven en sus hijos(as) el potencial o real talento por la música (instrumentos o voz). De igual forma, en la escuela o colegio es clave impulsar a estos artistas en potencia a través de las presentaciones escolares y extra escolares.
Por otro lado, en cada municipio caucano o colombiano, la entidad territorial por medio de la Casa de la Cultura respectiva, tiene la gran oportunidad de fundamentar de manera básica, pero con calidad a los niños y jóvenes del respectivo entorno. Para eso, hay que tener un buen plan de acción, voluntad política para asignar los recursos, contratar a los mejores maestros y respetar las diversas tendencias en las cuales quiere incursionar el participante de estos proyectos musicales (mínimo debe haber un grupo musical base para los ensayos).
Si lo anterior no se está haciendo por parte de los gobiernos locales, la empresa privada sí (tienen visión de negocio y rentabilidad). Recordemos los casos en Colombia del Factor X y en Latinoamérica del Ídolo Latinoamericano (Latinoamerican Idol), en el cual Francisco saca la cara por nuestro país.
Portentosas voces con sus matices característicos, según el género musical, nos asombra. Hasta ahí todo puede estar muy bien. El interrogante de fondo es ¿Basta tener buena voz para triunfar? Creo que no. Para triunfar se requiere del binomio compositor- cantante. Sólo con buenas letras y melodías hermosas, el público respaldará las nuevas generaciones de la canción en cualquier contexto (el Regaetón es una excepción de tercera). Ante esto, nuevamente la familia, la escuela, las casas de la cultura y los propios interesados pueden explorar talleres de creación literaria o al menos, composiciones que manejen lenguajes hermosamente elaborados. A su vez, la lectura e influencia de la literatura dará como resultado cantautores o compositores que valgan la pena y que los cantantes también lo valgan.
En conclusión, la buena voz aunada a un hermoso texto y melodía dará artistas de renombre que saquen la cara por el Cauca y por Colombia. ¡Qué viva la música!