EDUCACIÓN: EL TORO POR LOS CACHOS
MARCO ANTONIO VALENCIA
La crisis educativa es universal, no es un problema colombiano, ni mucho menos del sistema universitario. La educación en general, al igual que el tema de la economía preocupa a los gobiernos, analistas y científicos sociales más serios del mundo.
Un ejemplo: A principios del año 2011 en España, ante tantos problemas de los jóvenes escolares en relación a la convivencia, relaciones sexuales inmaduras, inicios a la drogadicción, pandillismo, matoneo escolar y poco respeto por los bienes públicos, entre muchos otros conflictos que viven los muchachos, el gobierno aumentó las horas lectivas. Es decir, convirtió en cárceles los colegios, y a los profesores en policías y carceleros. Pero la medida no ha tenido buenos resultados, y desde septiembre los maestros, con camisetas verdes, están en las calles protestando por el aumento de las horas de trabajo, la deserción escolar aumentó y el desanimo de los muchachos es notable en todos los aspectos.
Añada además las denuncias que se vienen realizando por el fracaso escolar en asuntos académicos, donde el 35% de los niños repiten año, hay un 28% de deserción y la mayoría de quinceañeros tienen un promedio académico bajo en relación al resto de Europa. En el caso universitario el 44% de los licenciados reciben salarios menores a sus expectativas; y el 46% de los graduados no consiguen trabajo.
Lo bueno, es que en España los partidos políticos no se limitan a hacer lechonas electorales y componendas políticas para ganar elecciones, sino que como organizaciones sociales se sienten responsables y proponen salidas a la crisis educativa desde sus respectivas creencias e ideologías. Un ejemplo para el resto de los partidos políticos del mundo, incluyendo el colombiano.
El Partido Popular, por ejemplo, le apuesta a la recuperación de la autoridad y el liderazgo del profesor en el aula de clases, incentivar el estudio del inglés y la informática desde los tres años de edad, ofrecer becas-trabajo, inculcar la cultura del emprendimiento, un bachillerato de tres años, aumentar la calidad de la Formación Profesional, y que se puede acceder a ella desde los 15 años.
El PSOE, por su parte, propone que los colegios ofrezcan 5 horas de estudio extra por las tardes para aquellos estudiantes que quiera profundizar en una materia de su interés, y para reforzar a los que tienen problemas de aprendizaje. Talleres con padres de familia, y fortalecimiento de inglés donde incluso se pide que todos los programas de televisión se emitan en sus idiomas originales con subtítulos, para que los niños aprendan a escuchar y pronunciar bien.
Ambos partidos le apuestan a la formación de docentes y a incentivos para maestros destacados, y una selección más rigurosa en la contratación de los mismos. Tienen controversias eso sí, entre ellos la eliminación de la clase de Educación para la Ciudadanía por uno que enseñe valores y conocimiento de la Constitución Española. Y ojalá no ganen los ateos.
Como sea, vemos como positivo el debate, digno de imitarse en otras latitudes, en la medida que la sociedad toda, y no solo el sector educativo, debe proponer la educación que se necesita para resolver muchos de los problemas que hoy nos preocupan, y tienen que ver con nuestros hijos.