Poemas de GLORIA CEPEDA VARGAS
Emmanuel
Hay un niño en la selva
hoy, primero de junio,
apenas rumor de hoja,
tallo limpio.
Emmanuel lo llamaron
que es decir: bienvenido,
que es decir: gota de agua,
manjar para el caníbal que nos devora a todos.
Hay un niño en la selva como si fuera un tigre,
un gorila o un árbol de raíces violentas,
caminas entre llamas, niño-hombre,
no alcanzas a nacer y ya estás muerto.
No te conozco pero te adivino
cruzando el arco iris
¿dónde caminas
con la intemperie como sola herencia?
¿quién te llena de hojas el fugaz entrecejo?
¿quién toma entre sus manos tus manitas azules?
Hay un niño en un charco de sapos y serpientes
lleva un sombrero antiguo y un reloj detenido
aprende a devolver el almanaque
y a saber que no hay nada más allá de los dientes.
Bienvenido a este río que te llega a los hombros
bienvenido al ocaso.
Roto el hilo de seda
un niño colombiano
amanece en la selva.
Gloria Cepeda Vargas
Alguien canta
Sólo el viento que cruza
entre las golondrinas de la tarde.
Alguien canta a lo lejos
alguien canta y se queda
detenido en el aire.
Hay una levedad, una caricia,
una imprecisa lágrima
que cae, confundida
con el temblor del alma.
Sola voy bajo el cielo
sola con este río de mi sangre
con esta tempestad alucinada
que no conoce nadie.
¡Qué pena antigua! ¡qué melancolía
me cerca, como un ave
agorera! ¡qué pálidos cuchillos
brillan entre los árboles!
¿Moriré hoy definitivamente?
Alguien canta a lo lejos
sólo un poco de azul para mi duelo
sólo un poco de viento.
Gloria Cepeda Vargas
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