FOTO: Juan Pablo de la Rosa - ciudadblanca.com
El Parque Caldas desnudo
POR: LUCY AMPARO BASTIDAS
El dos de mayo en el Concejo Municipal de Popayán, el arquitecto bogotano Lorenzo Castro mostró el proyecto para el Parque Caldas, y quedamos atónitos.
Propone despojar al parque de las tres franjas periféricas, es decir, el andén exterior, la cinta verde de setos, y la circulación interior donde se sientan los jubilados; quita las 24 bancas de esta zona y las que están junto a la estatua de Caldas. Además quiere demoler los andenes de las calles donde están la Alcaldía y la Cámara de Comercio, e inventa un atrio a la Catedral y a la Gobernación, y llena las vías de bolardos.
Todo dizque para hacer una gran plaza en un solo nivel que rodee el menguado corazón verde que deja del histórico Parque Caldas.
A simple vista queda un 35% del parque, frente al 65% de la nueva plaza dura. Su argumento es la modernización minimalista, nudista, o sea que no tiene nada.
El proyecto deja al parque desnudo, despojado de criterios, de parámetros, de investigación, de comunidad, de su historia y su cultura. Si se quiere peatonalizar las vías, ¿por qué se mutila el parque? ¿por qué destruirlo si es patrimonio? ¿Qué mal nos ha hecho en sus 101 años de vida?
El Arq. Castro ese día expuso también con orgullo su proyecto para el parque histórico de Zipaquirá en 2004, que implicó demolerlo para hacer una plaza dura.
Pero no dijo que para derruir ese parque y talar los grandes y sesentones árboles que tenía, el alcalde ordenó con el apoyo del presidente Uribe, acordonar el parque a las tres de la mañana con ejército armado hasta los dientes, para talar los árboles a escondidas de los pobladores, que se oponían a que les quiten su parque y sus árboles que durante 64 años los acompañaron.
Los zipaquireños que empezaron a circular a las 5 de la mañana se dieron cuenta del atropello, y les prohibieron acercarse, o disparaban, solo se oían los angustiosos crujidos de las motosierras dijeron. ¡Es el Macondo perverso!
Para que en Popayán no suceda lo de Zipaquirá hay que estar alerta, pues según expuso el director de la Junta pro Semana Santa, dos escritos se le ha enviado ya, y el Arq. Castro no hace caso así mismo quienes se han pronunciado no ven los cambios en el proyecto.
Lo racional en una primera etapa sería recuperar el paramento anterior del parque para los peatones, y cuando estén los estudios de la movilidad allí si, peatonalizar sin tocar lo que hay.
Desde México clama el arquitecto César Tenorio Gnecco: ¡Yá! dejen lo que es tradicional en Popayán, en paz.