Por Alvaro Grijalba Gómez
“¿Cuando seas grande que quieres ser...?” y la respuesta inmediata que dábamos casi todos y aún la dan los chicos de ahora, era, “…! Bombero… ¡“. Esa figura de uniforme rojo y casco puntiagudo, que salva vidas y con una manguera grandísima apaga incendios, que van colgados a lado y lado de un carro rojo con campana y sirena y unas grandes escaleras, y al que todo el mundo le abre el paso.
En este importante periplo como Secretario de Gobierno del Departamento del Cauca, he podido sentir de cerca las grandes dificultades que tienen los Bomberos de los distintos municipios para prestar su encomiable labor.
Estos inigualables y admirables ciudadanos, indispensables servidores sociales, se ocupan enmarcados dentro de los principios de la voluntariedad y la abnegación, con grandes sacrificios, de la atención inmediata a todo tipo de hechos.
No existe conciencia gubernamental ni ciudadana de la importancia que estas beneméritas instituciones representan para la seguridad de las comunidades y de los habitantes del departamento.
“Llamen a los bomberos, corran… llámenlos…,” es el grito desesperado que siempre escuchamos cuando algo malo ocurre. Son los bomberos quienes atienden de primera mano las emergencias a todos los niveles; los incendios, los accidentes, los heridos, los desastres de cualquier índole, las afectaciones por avalanchas, desbordamientos, inundaciones, derrumbes, invasión de enjambres de abejas, el rescate de seres vivos o fallecidos, el suministro de agua para casos de atención humanitaria.
Son los héroes de las jornadas calamitosas de la sociedad, muchas veces incomprendidos y vilipendiados por la desesperación de la gente, a pesar de la reacción inmediata cuando se produce el llamado.
Los Cuerpos de Bomberos del Cauca, necesitan cuarteles dignos debidamente acondicionados para su funcionamiento; requieren de máquinas extinguidoras modernas, carros cisterna de alta capacidad, uniformes protectores para incendios, y otros tantos implementos y mecanismos indispensables que hoy no poseen y que se hace necesario se les dote de ellos, pues actualmente trabajan con las uñas y su férrea voluntad de servicio.
El gobierno debe mirar hacia este sector para incluirlo en sus políticas públicas, como parte fundamental en el engranaje de la seguridad ciudadana.
Los más de 29 Cuerpos de Bomberos del Cauca son un ejemplo y paradigma de valentía, de entrega, de sentido de pertenencia, de arrojo y coraje, para enfrentar las adversidades, la pobreza de sus instituciones, la escases de recursos para sus organizaciones, la falta de tecnología y modernidad, y la indiferencia colectiva.
Les acabamos de entregar más de mil uniformes y los capacitaremos mediante diplomados en elaboración de proyectos y minas antipersonal, mientras se recupera el presupuesto que estaba destinado para la cofinanciación de seis ambulancias con el Ministerio del Interior y se utilizó para otros fines. ¡Que Dios guarde y proteja a nuestros bomberos!