LA SALUD EN COLOMBIA: REGIMEN ASESINO
Por:
Ibeth Carolina Gómez Idrobo
Desde tiempos remotos, el ser humano vio la necesidad de encontrar un alivio para todas aquellas afecciones que lo atormentaban y es por ello que surge la ciencia que ahora conocemos como medicina. Las practicas medicas están documentadas, desde las primeras culturas históricas, asociados a ritos mágicos – religiosos. En la antigua Grecia, la medicina se practicaba en los templos de Esculapio. Hipócrates (considerado el padre de la medicina) en el siglo V a.c, estableció las primeras las primeras reglas para estudiar las enfermedades al margen de lo sobrenatural.
La tradición hipocrática paso a la civilización occidental a través de los árabes. En el renacimiento, la obra de Versalio “De humanis corpuris.fabrica “, marca el comienzo de la observación anatómica, y la medicina experimental, entre los siglos XVII y XVIII se descubrió la circulación de la sangre, aparecieron las técnicas de experimentación fisiológica y de investigación con el microscopio. Se amplió el campo de la cirugía t se extendió a alguna invenciones oftalmológicas etc. En el siglo XIX se establecieron los métodos para relacionar los síntomas clínicos con las lesiones pat6oligicas, se introdujo la anestesia científica en la cirugía, y Pasteur descubrió la intervención de los microorganismos en las enfermedades infecciosas y parasitarias. La principal característica de la medicina a la largo del siglo XX estriba en la incorporación de los avances científicos y tecnológicos al estudio y tratamiento de las enfermedades. Como puede notarse la medicina, en principio, obedece al estudio del ser humano, misma para obtener su saludable bienestar; ocupándose así, sin más distracciones, de aliviarse y en busca ha invertido varios siglos que han resultado provechosos. Pero mirar este pasado solo trae consigo el evaluar la situación actual de esta ciencia, pues difiere ampliamente con sus objetivos iniciales.
Centrándose en la actualidad, sobre todo en nuestro país Colombia. Se ve claramente como la medicina está siendo aplicada no con el fin de aliviar si con sin lucrativa, que beneficia los bolsillos de unas pocos y hiere gravemente la salud, de los Colombianos; aquí es mítico hablar “salud gratuita para todos” pues la tramitología, que antecede la atención medica es el preámbulo de una muerte anunciada para muchos que no logran resistir, y los pocos que lo hacen ven reducida su vida a lo que puede pagar por ella, pues el sistema no abre el tratamiento que requieren o se le receta. Ibuprofeno y Loratadina que es lo único permitido. Es en este punto donde cabe preguntarse, por el objetivo principal de la medicina, ese objetivo de aliviar y curar el dolor humano, que ahora es difuso en medio de la ambición y las ansias de poder.
Es triste y frustrante ver cómo la gente humilde, (las más osadas que se atreven a desplazarse hasta un centro de salud) mueren, en las puertas de los hospitales tratando de adquirir atención, pero las ordenes de apoyo, las facturaciones y las firmas autorizando, no permiten la prestación oportuna del servicio. Mientras que otros optan por no acudir conscientes de que no tiene la seguridad de recibir el servicio que necesitan gastar lo que no tienen; y así ¿qué futuro nos espera?, esta es una buena pregunta, ´para los encargados de la salud en Colombia.
Definitivamente lo que el país necesita es una reforma completa de la salud, que se sensibilice y persiga el objetivo de la medicina aplicada con ética y no movida por el bolsillo, donde sea el bienestar y la salud lo que prime ante cualquier otro concepto y que no ponga precio a la vida dependiendo de los recursos económicos del paciente, esforzándose así por todos equitativamente pues la vida no tiene valor comercial que la reemplace.