BRILLANDO EN LA OSCURIDAD

POR TATIANA MARTINEZ


“Hagan todo sin quejas ni contiendas, para que sean intachables y puros, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación torcida y depravada, En medio de la cual ustedes son como luminares en el mundo” (Fil 2: 14)

Has pensado ¿Cuántas veces te quejaste hoy? ó ¿A cuántas personas has gritado, criticado o juzgado esta semana? Somos llamados por Dios a ser luminares en este mundo, pero muchos de nosotros en lugar de ser luces encendidas y ardientes, estamos a medio brillar o peor aún estamos siendo oscuridad. ¿Dónde está el problema y cuál será la solución? Pues bien, tanto el problema como la solución no radica en cambiar las circunstancias que vivimos o a las personas con quienes nos relacionamos, radica en poner más cuidado a lo que hablamos y a la actitud con que enfrentamos las cosas. Cuanto bien nos hace encontrarnos con personas agradecidas y sonrientes, que disfrutan de su familia, de sus amigos y de su trabajo, que son amables, que no se quejan, ni critican a los otros; esas personas son verdaderas luces encendidas que han aprendido a ver posibilidades en lugar de problemas y virtudes en lugar de defectos, Son los que la Biblia llama bienaventurados, hombres y mujeres que ponen sus fuerzas y su confianza en el Señor y por tanto van siempre de lo bueno a lo mejor y de los mejor a lo excelente.
Cuando Jesús vino a esta tierra, vino como una luz encendida que alumbró y dio vida a muchos que estaban en tinieblas: personas desesperadas, enfermas, muertas en vida; cuando creímos en él y le abrimos nuestro corazón su luz se encendió dentro de nosotros y fuimos capacitados con su mismo Espíritu para ser esos bienaventurados que brillan en medio de la oscuridad. Por tanto practica lo dicho en la palabra de Dios: intenta hacer todo sin quejarte, ni criticar, para que seas intachable y puro, un Hijo de Dios sin mancha en medio de una generación torcida y depravada en la cual tu eres luz, la luz que necesitan muchos para levantarse y volver a brillar.