En
los discursos de posesión de los Gobernadores del Cauca nunca podían faltar las
promesas de hacer la carretera al mar, como así la llamaban, y construir
la variante del Estanquillo. Luego, hemos pasado a la preocupación de edificar
una paz real sobre la base del respeto y convivencia de nuestros habitantes y a
la lucha contra el narcotráfico, flagelo y motor de todas las violencias. Pero
también hoy es indispensable pensar en los desarrollos de nuestra cultura y
nuestro patrimonio, además de las inmensas posibilidades turísticas de nuestra
región.
El
Cauca puede ser un destino turístico significativo, tenemos riqueza potencial por
todos lados, hermosos valles como los de pubenza, malvazá, patía, el valle de
las papas y el valle del río cauca, que se destacan por la majestuosidad
natural y su entorno productivo con capacidad de explotación ecológica de gran
impacto. Ríos de la categoría del cauca, el patía, caquetá y magdalena nacen en
el macizo colombiano en un extremo de belleza natural. Tenemos
diversos climas, montañas, volcanes, llanuras, y mar y costa en el Pacífico.
Tenemos un pueblo laborioso y decidido que solo espera más oportunidades para
sobresalir con Universidades que proyecten su impacto en todas las regiones. En
el Cauca abundan los recursos naturales y una fauna con derecho a conservación
y protección. Parques naturales y riquezas en el subsuelo y en el mar. Tenemos
potencial para las nuevas energías renovables como la eólica y otras
tradicionales con el agua en abundancia. El norte del Cauca puede ser una
fortaleza de exuberante visión y fertilidad con tierras capaces de producir,
sustentar y exportar productos, además de comercio e industrialización de
varias de sus zonas.
En
el Cauca el significado más identificable es la diversidad, que nos debe
conducir y permitir vivir en armonía bajo el cumplimiento de la Constitución y
la Ley. El hecho de su diversidad con negritudes, indígenas, mestizos, coloca
al Departamento ante factibilidades de alto potencial.
El patrimonio
no es solo la existencia de bienes materiales sino acopio de cultura con promoción
artística y estímulos a comunidades y sectores. Bien encaminado habrá siempre
un patrimonio que defender, conservar y orientar.
Todas
estas posibilidades pueden unirse, explotarse e incrementarse en forma
sostenible con la dirección de un organismo técnico y con recursos para el
logro de objetivos claramente definidos en el Plan de Desarrollo de nuestro
Departamento.
Algunos
amigos, escritores y sectores de la sociedad caucana vienen expresando la idea de conformar una
Secretaría de Cultura, Patrimonio y Turismo con los dientes suficientes para
programar, dirigir, realizar y ejecutar. Creo que colocar esta discusión en la
agenda pública nos ayudará a conocer las diversas visiones sobre el tema y
poder consolidar un organismo de altos quilates e importancia que signifique un
motor decisivo en el progreso del Cauca. Es posible que hoy existan
coordinaciones u oficinas que de muy buena voluntad realizan labores de turismo
y cultura pero están muy limitadas en recursos, cobertura y funciones.
Estoy
seguro que el nuevo Gobierno Departamental escuchará las demandas de la
sociedad caucana y luego de las discusiones respectivas integrará estas
solicitudes al Plan de Desarrollo y tendremos por fin una Entidad para
defender, conservar, impulsar y expandir
nuestra cultura, nuestro patrimonio y nuestras realidades turísticas.
Estas
posibilidades pueden hacer más por la unión de los caucanos y su paz que
retóricas populistas o agresivas que a nada conducen. Creo que estos propósitos
se pueden inscribir bajo el lema del Gobierno Nacional de paz con legalidad, y
el Cauca allí puede hacer una gran contribución con su patrimonio y
riqueza cultural.