sábado, enero 18, 2020

GOBERNANZA CULTURAL, Por Maritza Zabala Rodríguez



Abrir una década nueva, trae metas y desafíos. En esa lógica, y como pendientes del sector cultural, uno mis palabras a la de compañeros columnistas, en torno a los avances que puede tener el Cauca, si logra consolidar su gobernanza cultural.
Dada la llegada de las nuevas administraciones, la línea de base con la que se cuenta y la coyuntura que se vive en torno a lo cultural, hablar de la gobernanza en este ámbito es oportuno. Entendiendo claro que la gobernanza cultural supone contar con recursos, normatividad, políticas públicas, infraestructura, arquitectura – capacidad institucional, promoción, diversidad, delimitación de procesos que fomenten el desarrollo cultural dinámico e inclusivo a la par de la diversidad que caracteriza este territorio.
Por esto es necesario tener claro que lograr la gobernanza cultural, tiene tres líneas de impacto: 1) transversal a nuestra vida, poblaciones y territorios, 2) multinivel dado que supone principios de colaboración, cooperación y coordinación y 3) social al soportarse en el trabajo en red entre distintos actores, grupos y comunidades culturales, que, de forma participativa, ejecutan, evalúan y hacen seguimiento a los resultados.
Construir gobernanza implica trabajar de forma dinámica, pues se modifica con el tiempo, las innovaciones y el entorno, desde el intercambio, la negociación y el compromiso, por tener una visión compartida de territorio y cultura, en la cual todos los actores, públicos, privados, junto con la sociedad se mueven con su capital cultural en torno a apuestas comunes que nos permitan crear y transmitir conocimiento.

Por ello, urge trabajar en lograr con un enfoque de sostenibilidad, las acciones para gobernar y gestionar lo cultural, a partir de la concertación de intereses locales, capacidades, confianza entre actores, redes para compartir saberes, conocimientos y revitalizar las identidades culturales y generar nuevas alternativas. Las políticas culturales logradas de esta forma logran democratizar la cultura.
Además, como país estamos en un periodo de estabilización que supone a la par de lograr la paz positiva, generar las condiciones necesarias para lograr que los derechos y libertades culturales, necesarios para el desarrollo de sociedades pacíficas, sean en verdad, parte de la vida de ciudadanos activos, capaces de tomar decisiones y construir sanas sociedades.
Importante tener en cuenta también que, en el caso del Cauca, como de otros territorios en el país, se debe aprovechar la diversidad de expresiones culturales, de tal forma que se identifiquen cadenas de valor cultural en las que la dimensión cultural este alineado en la perspectiva del desarrollo sostenible como proyecto de sociedad. El Cauca y Popayán son mucho más que la Semana Mayor, muestra ello, lo alcanzado con el Congreso Nacional Gastronómico de Popayán.
La cultura coadyuva al logro de los objetivos sociales, por lo que es un componente estratégico del desarrollo. Tan claro como lo manifestado en la Declaración de Hangzhou, mayo de 2013: “… la integración de la cultura en las políticas y programas de desarrollo allanará el camino a una nueva era de desarrollo mundial.”
Feliz y grato 2020 para todos.


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