ARKADIA
Por Omar Lasso.
Este lugar fue un paraíso. En sus calles se podía leer la magia de otro tiempo. El lento discurrir de la vida nos mostraba sutiles tesoros y la cultura florecía como agua de manantial. A la vuelta de cada esquina había un asombro, y ¡ese cielo! al alcance de las manos, y la misteriosa luz sobre la cal de las paredes. Muchos soñaban con esta tierra y su universidad de arquitectura antigua. Allí, el tiempo se había detenido y sus estudiantes éramos modernos caballeros andantes que desafiábamos la oscuridad. Todo cambió con la llegada de los forasteros. Dos lustros bastaron para que la arkadia fuera sólo un recuerdo.
DESARRAIGO
Por Omar Lasso.
Acostumbrado a la impenitente llovizna de esta ciudad, que ha tejido un manto de melancolía entre la mirada y las cosas, hoy camino por sus calles viendo correr la lluvia... La infancia se asoma: memoria que retorna al amado refugio. Entonces solía jugar con mis hermanos durante los aguaceros, corriendo y saltando, a pie limpio, a través de los amplios prados de la casa; el agua parecía más pura sobre la hierba. Los duendes me llevaban por espesas montañas donde se ocultan entre robledales, pero huía a las llanuras en busca de luz que ahuyentara los fantasmas. Eran días en que aún no soñaba más allá del instante.
*EL AUTOR: Omar Lasso Echavarría.- Nació en la Unión Nariño. (1.958), filósofo de formación y librero de profesión.
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