Por:LUCY AMPARO BASTIDAS PASSOS
Como ciudadana del común, me preocupan enormemente los últimos hechos, sucedidos en el sur occidente del país, especialmente en el Cauca y Popayán. Según informan los medios de comunicación, en el sector de La María, municipio de Piendamó, área concebida como ‘Territorio de diálogo, negociación y convivencia’, se estableció La Cumbre de Organizaciones Sociales, para analizar las condiciones infrahumanas en que siguen viviendo los indígenas, campesinos, afrodescendientes y pobres de la región, a quienes se les ha incumplido promesas gubernamentales de este y anteriores gobiernos.
Es por ello que con asombro escuchamos en los diferentes medios de comunicación como se les atacó por aire y tierra, con gases lacrimógenos desde los helicópteros y con balas, piedras y bolillos, dejando un muerto y docenas de heridos, (entre los que están dos periodistas) y cerca de 100 retenidos tanto de los manifestantes como de los policías. De igual manera en las manifestaciones nacionales realizadas el 15 de mayo contra el TLC, en Popayán, un grupo de participantes reunidos frente al Sena, fue disuelto a punta de bolillo y gases.
Preocupa si, el cierre de la vía, que perjudica a otros sectores de la región, acción con la que no estamos de acuerdo. Pero eso no es excusa para que la fuerza pública para despejar la vía, abuse de su poder y maltrate a los que no tienen armas, pues si su objeto era desalojar la vía ¿por qué invadieron su campamento que han establecido para sus reuniones? El día 17 mostraron las imágenes, que no solo acabaron con lo que tenían en ese recinto, como el puesto de salud, la emisora, sino con los víveres e implementos de uso personal. Por otro lado en la vereda contigua de San Camilo, la fuerza pública irrumpió en las viviendas de campesinas que nada tenían que ver, y retuvieron en un cultivo de café a quienes estaban cosechando pacíficamente su plantación.
Ante esto los viceministros presentes en Popayán, que después de aporrearlos dicen que vienen a dialogar, se dedicaron a leer las maquilladas estadísticas, que dicen que estamos en ¡el país de las maravillas! Sería bueno que se desprendan de sus números y salgan a recorrer como viven en la costa Pacífica, en el Patía, en el Tambo, en el Macizo colombiano, o si no que en lugar de quedarse en sus hoteles, se den un paseíto por Popayán, y vean los barrios de invasión, y en que condiciones sanitarias viven, pero si es mucho esfuerzo, que recorran el centro de la ciudad para que se cercioren del desplazamiento y desempleo que ahoga los andenes y calles de esta blanca ciudad, en franca pobreza y miseria.
Pregunta: ¿Usted el 28 de mayo va a volver a votar por los mismos? que dicen que ¡hay más seguridad, que la economía ha crecido!, (para la banca y los grandes empresarios) cuando día a día vemos como en el sur occidente colombiano, como espejo del país entero, la miseria aumenta, pues la inversión social quedó oprimida por la inversión en la guerra. Surge entonces, el anhelo de construir una patria nueva, en la que no sobre ningún colombiano, y eso es ahora, dando el voto alternativo para Carlos Gaviria Díaz.