PLAZAS DE MERCADO
MARCO ANTONIO VALENCIA
La muerte recorre las plazas de mercado. Es el fantasma de los microbios y las bacterias asesinas por causa de la basura, la mugre y la porquería que allí se ve al lado de las frutas, las verduras y las carnes.
Es una vergüenza pública que en pleno siglo XXI todavía sigan existiendo pueblos y ciudades donde los productos alimenticios se rieguen en el piso para venderse, en medio del barro y los malos olores.
Es un escándalo que los comerciantes de alimentos no sean capaces de ahorrar para construirse mesones decentes y no sigan trabajando en el piso o en tablados y kioscos donde anidan ratas, pulgas y cucarachas (al por mayor y detal).
Es una desgracia que las vendedoras de las plazas de mercado todavía no usen delantales, ni guantes, ni tapabocas para vender comidas, frutas o carnes. Que pelen frutas para venderlas por pedazos sin recubrirlas, que vendan carne o panela en medio de moscas y reciban dinero con las mismas manos que retoman los alimentos.
¡Qué falta de liderazgo e imaginación la de nuestros gobernantes!, ¡qué administradores de Galerías tan negligentes!, ¡qué falta de organización la de los comerciantes!
Aunque los mercados populares tienen su encanto y es posible obtener productos sin químicos, y a veces hasta se puede comprarle a los mismos campesinos, la verdad es que son un peligro para la salud pública en manos de gente cochina y gobernantes indiferentes.
Puede ser que comprar en una galería sea más barato que en los supermercados, pero a la larga lo barato sale caro, porque el desaseo genera enfermedades raras; y hoy en día enfermarse, es casi morirse, por culpa de ese maldito sistema de salud capitalista e inhumano que padecemos. ¿Hasta cuando? (valenciacalle@yahoo.com)