Marco Antonio Valencia Calle
Ya lo dijo Bolívar, el hombre se educa primero en la casa, luego en la escuela y después en “la universidad de la vida” donde las dificultades, los obstáculos y los problemas deben enseñar a edificar el alma para servir con honestidad, amor y compromiso a su país.
¿Educamos en la casa? Es fácil decir e indilgar la primera educación a los padres, que a su vez, no tenemos ni idea de cómo criar hijos, porque esa es una asignatura pendiente de orientar por el Estado. Educamos como nos educaron a nosotros –si es que tenemos padres-, y desde lo que ellos nos enseñan, reproducimos el modelo. Padres que nos llenaron la vida de creencias y paradigmas sospechosos, de costumbres amañadas, de miedos insanos. Y lo peor, cada día llegamos a la paternidad más jóvenes. Niños y niñitas que si no son capaces de colocarse un condón, peor van a ser capaces de criar un hijo; que si no son capaces de tener sexo responsable, peor van a tener la responsabilidad de ser papás.
¿Educamos en la escuela? Es fácil endosarles la educación de nuestros hijos a los maestros, que como humanos normales tienen fallas y problemas que dañan en muchos casos la mentalidad del niño reproduciendo seres resentidos y sometidos al silencio, la obediencia y el miedo. El día que El Estado reconozca que la educación es su principal activo, ese día formará maestros para enseñar en “la prosperidad y el éxito”; y le pagará salarios justos a personas que no solo deberían enseñar contenidos, sino valores humanos para un mundo mejor.
¿Hay una universidad de la vida? Es fácil argumentar que la vida enseña. ¿Pero qué enseña? La vida como sistema educativo es injusta, desigual, ingrata y desafortunada. En la sociedad estamos reseñados entre ricos y pobres, entre blancos e indios, entre gentuza y gente, entre “sospechosos” y decentes-, justamente por la reproducción de modelos sin fundamentos. ¿Quiere decir que los que están matriculados en las universidades de los pobres (porque no tienen otra oportunidad) se tienen que graduar de pobres?, ¿y los hijos de papi se van a graduar de..? A este ritmo, esta supuesta universidad va reproduciendo modelos realmente desconcertantes y fraudulentos.
Moldear espíritus para que se salven a sí mismos de las herencias de padres mal-educados no es fácil. Educar para tener responsabilidad con el medio ambiente, la sociedad y la familia no es fácil. Bolívar tenía razón sobre quiénes tenemos la responsabilidad de educar, el problema es que no sabemos cómo. La ignorancia nos gobierna, la misión nos está quedando grande.
Para el escritor Fernando Vallejo, el hombre debería dejar de reproducirse. “Estamos poblando el mundo de más seres mediocres, que no cuidan los animales y con mañas vergonzantes”. ¿Y por qué? Porque los modelos de educación cristiana y capitalista fracasaron y en vez de tener seres civilizados para construir y desarrollar bienestar, tenemos un mundo dañado por gente ignorante e incapaz. El hombre según Vallejo, se alejó de su destino, olvidó la misión en la vida, y se dejó seducir por la vanidad del bienestar consumista, que no es otra cosa que el sometimiento de nuestra mediocridad al egocentrismo para intentar triunfar sobre el otro, como sea y por lo que sea.