jueves, noviembre 29, 2007

DARIO NOGUERA: UN ARTISTA

Popayán, villa marista.


Por César Samboni


El arte es la memoria posible de quienes olvidan la forma perfecta de las palabras. El ser trascendental se descubre y encubre a la vez, en el momento de acceder a la contemplación del verbo hecho imagen. El pintor teje una trama invisible; el observador es atrapado sin remedio por esa alfombra mágica. El arte es un espejo en el cual nos reflejamos sin máscaras; tiene la posibilidad de vestirnos y desnudarnos. Es la fuerza del cosmos la que nos doblega y se estremece ante nuestra mirada inquisidora.

Ciudad lírica es la visión de quien, día a día, ha arrancado sus mejores horas para observar lo que los ojos no ven, para sentir lo que nuestra piel ignora. Es la poesía, la presencia que atraviesa esos instantes, raptados a una ciudad que parece diluirse en las aguas de sus secretos encantos. Estos cuadros, en realidad, son producto de un crimen, porque pensar y producir este arte bajo la inclemencia de una sociedad que se niega a reconocerse y a reconocer al otro, equivale a un crimen. Es la suma trasgresión de lo establecido por un caos disfrazado de orden.

Ciudad lírica es una visión poética de Popayán, la ciudad sin tiempo. La textura y la rigidez de los trazos alucinados del pintor denuncian el extrañamiento por una geometría anclada en la tradición, y es la inminencia de unas transformaciones sin tiempo ni espacio. No obstante, esa otra ciudad, la que nos habita desde la periferia, nos acecha sin tregua, su voz ocre como el rumor de todos los ríos, sus rostros anónimos aparecen y desaparecen en eterno coqueteo con la muerte y la memoria.

La propuesta estética del pintor Darío Noguera es un ejercicio al tiempo estético y espiritual que, alimentado por el hechizo de la poesía, nombra desde un espacio sin tiempo, la contemplación de los rojos atardeceres venidos desde el triste mar pacífico, y se extasía con el blanco resplandor de sus casonas soñadas en la incertidumbre de la colonia. Las formas y volúmenes que yacen sobre estos lienzos son las huellas de quien camina buscando la palabra olvido.
César Samboni.

CURRICULUM

Darío Noguera Montilla nació en Popayán (Colombia) en 1951. Realizó los primeros estudios de pintura y dibujo en el Colegio Mayor de Cultura de Popayán, con el profesor Jesús María Espinoza. A los doce años participó en el primer concurso de Dibujo al aire libre. El dibujo fue declarado fuera de concurso. Dos años después alcanzó el primer premio en el mismo evento. Ha cursado estudios de Arquitectura en la Universidad del Valle. Tiene experiencia y estudios de diseño gráfico, además de la pintura. Se ha dedicado a la caricatura, la poesía, la literatura y la docencia artística.

Ha realizado exposiciones individuales en la Casa de Valencia, Popayán; Banco del Estado, Popayán; Cámara de Comercio, Popayán; Club de ejecutivos de Cali. Y colectivas, en el Salón de Exposiciones, Teatro Los Fundadores de Manizales y en la Escuela Nacional de la Caricatura, Bogotá.

OBRAS DE DARIO NOGUERA EN HOMENAJE A POPAYÁN



Caracas abre sus puertas al artista payanés DARIO NOGUERA

Por: Jorge Muñoz Fernández


En tiempos en que el arte en América Latina aún se refugia en la estética neoliberal, encubridora de memorias y representaciones históricas, Darío Noguera convocó, desde Caracas, a los artistas latinoamericanos con la fuerza de sus convicciones dialécticas, que abrevaron en los momentos más culminantes de los debates ideológicos de los años ochentas y noventas, en las concepciones estéticas de León Trosky, el teórico del socialismo universal, a orientar el arte hacia la denuncia del espectro hegemónico unipolar que se pretende imponer al mundo, como una querella artística insumisa y permanente, para desvelar la participación del capitalismo en el desgarramiento de la paz, las culturas nacionales y el progreso de la humanidad.

La propuesta de Darío rompe los cánones del arte atrapado por imágenes de recreación visual tradicional, no pasa por los tramas invisibles, y coloca la mirada del espectador ante la irrecusable denuncia de quienes desde los estrados y tribunas del poder mundial provocan la destrucción de la fraternidad y el derecho a la vida.

Arte que potencia la identificación de los protagonistas de la exclusión política, económica y social; arte que identifica con su pincel el núcleo del terrorismo global, y opulento, que en nombre de la democracia privilegia el ejercicio de la barbarie y de la muerte.

Su primera exposición en Venezuela, que se lleva a cabo en la Galería de la emblemática Universidad Bolivariana de Venezuela, UBV, ha suscitado admiración y entusiasmo por su enlazamiento simbólico con los profundos cambios que vive el suelo de Bolívar, donde la muestra ha gozado del beneplácito de la crítica y acogedora aceptación del público caraqueño y extranjero.

En su composición aparecen cardúmenes de peces que derrumban el mito de la desaparición inexorable de los peces pequeños por la acción depredadora de los dueños de mares y océanos; oriflamas que mutaron su simbología primigenia en figuras siniestras y plagas asoladoras que devoran países.

Arte de choque, divergente y contestario, con aguda dosis de surrealismo y Pop- Art., que lo destacan como irreverente en los espacios de la obediente tradición en que cayó el arte latinoamericano.

La acogida de su obra por la Universidad Bolivariana de Venezuela, el Banco de Comercio Exterior, y los Ministerios del Poder Popular para la Comunicación y de la Cultura, le auguran reconocimiento al artista payanés en los escenarios de América Latina.


Caracas, DF.,
noviembre 23 de 2.007

"No será el miedo a la locura lo que nos haga bajar las banderas de la imaginación".

POETAS DE POPAYÁN: EDGAR ALBERTO CAICEDO



Popayán 1966. Licenciado en Literatura y lengua española, de la Universidad del Cauca. Gestor cultural y Coordinador del Taller Literario itinerante Palabras y Notas. Publicaciones: Las Blancas Huellas del Rocío y Otros Relatos (cuentos), Premio departamental de Cultura, Rafael Maya y Fondo Mixto de Cultura, 1997; y el libro de poemas “Muchachas que se tuestan al sol”, Colección Literaria Estuario, 2007.


Desnudos
Las piernas entrelazadas

Los labios de la muchacha

Entreabiertos en un suspiro

Los redondos pechosEl musculoso dorso del mancebo

Y el viejo tocador en el fondo del cuarto

Guardando en su ovalado espejoAquella imagen

Cuántos cuerpos ha visto amarseEl espejo del viejo hotel

Y si le preguntáramos sobre el amor

ContestaríaPor siempre será un misterio

Revelación de lo femenino
La vespertina luz

Entre las ramas de los árboles
Un venado arrebatando a la noche

Sus últimas hojas

El primer canto de un pájaro

Como piedra que cae
En un espejo hechizado

Minutos después
Los pasos en la hojarasca

Un pie adelantándose suavemente
Hacia la orilla del torrente

Y luego su cuerpo

Flotando de cara al cielo
Los blancos senos

Y el adolescente
Entre los arbustos

Contemplando por vez primera

Lo femenino

Las perfectas formas del olvido


sábado, noviembre 24, 2007

ESTAMPAS DE POPAYÁN


Yo también tomo tinto en café y ciudad


por: Giselle Delgado Tejada


Cuando veo que el director del programa Café y Ciudad, vierte su café humeante, y sus invitados lo saborean, yo no me puedo quedar con las ganas. Casi siempre me siento frente a la pantalla del TV y para no sentir la envidia, yo también me sirvo mi tinto cargado como me gusta y ahora si me dispongo a escuchar cada uno de sus invitados.
El tema de todos ellos tiene como eje central, esta nuestra pequeña ciudad de Popayán: he escuchado Arquitectos, Políticos, Artistas y Soñadores hablando sobre su querida Popayán y yo acá desde mi cómoda estancia, me sumo a todas esas elucubraciones y deseos de lo que podría ser nuestra hermosa ciudad. Me la imagino visitada por miles de turistas que transitan las calles del centro colonial peatonizado; pudiendo hacer el recorrido de las bellas iglesias y museos con su arquitectura gótica. Que estas visitas sean acompañadas por guías turísticos con un vasto conocimiento de la historia gestada en esta ciudad. Por supuesto se requieren iglesias y museos permanentemente abiertos. Cuando el turista se sature de caminar, deberá encontrar unos agradables cafés decorados, como ya los hay al estilo Caldivia, Dicomo o Madeira entre otros: ¡que delicia!, que después de un recorrido puedan entrar a estos espacios a degustar un buen café y a compartir y conocer, la gente de la ciudad. Si el deseo del turista es ir de compras, me imagino entonces dirigirse a las calles exclusivamente diseñadas para los vendedores formales y ambulantes, como sucede en el mercado de San Lorenzo en Florencia Italia, cuando sólo dos calles peatonizadas se organizan estéticamente para que vendedores oferten de manera apropiada sus mercancías a los visitantes. O como también ocurre en el barrio San Telmo de Buenos Aires, Argentina. Cuando el turista termine de hacer sus compras, debería contar con una oferta de espectáculos nativos, ubicados en diferentes escenarios del centro histórico; por ejemplo que tal un concierto de la Universidad del Cauca, en el teatro municipal ó un grupo de danzas folclóricas en el Pueblito Patojo; que tal un recital de poetas y escritores caucanos en el Banco de la Republica. Y para terminar este hermoso y cultural paseo turístico; comprar sus artesanías ubicadas en el pueblo patojo, o en cualquiera de las plazas o calles del centro histórico. Como en Popayán, no todo lo bonito puede estar en el centro; que tal contar también con dos o tres galerías perfectamente decoradas con los alimentos comestibles, especies y frutas de todos los colores; en un ambiente y contexto artístico que haga parte de todo el recorrido turístico; como sucede en ciudad de México con la plaza Garibaldi, por ejemplo.
Pero como Popayán no solo es de turistas, también estamos los nativos y los que han llegado por diferentes procesos a formar parte de la nueva ciudad: a esta población se le debe trabajar el sentido de pertenencia, cualificación cívica y cultura ciudadana, despertando su amor y sentido de pertenencia. La juventud y los niños de los barrios supuestamente marginales se deben integrar de una u otra manera a este programa cívico. Se los debe capacitar, entrenar, para que sean ellos los que se incorporen y puedan difundir el amor por su ciudad. Y el resto de ciudadanos vamos a tener que sentirnos como responsables de las administraciones municipales y gubernamentales ayudando y colaborando proactivamente a construir por fin un departamento nuevo. En Café y Ciudad vi que hay mucha gente dispuesta a dar ideas para que durante estos 4 años, construyamos la ciudad, no solo que soñamos, sino que deseamos y amamos de verdad, casi como una Mikonos en Grecia. Como alguna vez dije, Popayán debe ser: ¡Una Ciudad para Todos!

Peleas de comadres


Por: RUBEN DARIO LIS MUÑOZ



El departamento del Cauca tiene una historia envidiable en el contexto nacional. Su cultura, sus habitantes, su biodiversidad, su posición geográfica, sus organizaciones sociales, sus líderes y un sin número de vivencias de su población resaltan toda una belleza tan natural que se refleja en los patrones culturales de sus gentes.


Como todas las personas tenemos sus más y sus menos e inclusive nos dejamos arrastrar por la envidia, egoísmo y el chisme que en nada colaboran con el crecimiento interno de los individuos. Puede más todo lo que le podamos a ser al prójimo en el sentido del daño que la unión de fuerzas positivas para impulsar los núcleos familiares, sus entornos y el desarrollo del Cauca.


Nos acostumbraron a casar peleas personales mirándolas desde el punto de vista político que a visualizar las verdaderas demandas de nuestros barrios, veredas, municipio y por ende la región. El desgaste ha sido tan alto que inclusive, nos dejamos de hablar alternando la censura como forma de aniquilar seres constructores en la vida cotidiana. El principal benefactor de este escenario las personas que lideran procesos contrarios al bienestar de su población y que a toda postre quieren mantenernos en el atraso político y el ocultamiento de un departamento que grita a todo pulmón atención a sus peticiones sociales y económicas.


La energía que hemos desperdiciado en estas peleas de comadres no deja caminar y debemos sobreponernos todos a las malas intenciones y generar un gran frente común a tanto engallo y tanto oportunista que ha venido cosechando en el departamento.


Afortunadamente y gracias al posicionamiento de organizaciones sociales y a su grado de desempeño en su accionar político el Cauca ha avanzado y se convive con la diferencia cultural y política; aunque a veces se sobreponen los ánimos y se termina estigmatizando lideres y organizaciones políticas, que sin dogmatismos intervienen en el debate y con argumentación en temas de interés nacional y regional, enriqueciendo la ilustración y la divulgación política en cada uno de nosotros. Este valor de exponer con respecto y altura contenidos socio-políticos, económicos y culturales es un activo importante a construir en el Cauca y su defensa se encuentra en el ciudadano que fantasea con un país mejor.


Gran oportunidad le asiste al gobernador electo Guillermo Alberto González Mosquera y al alcalde electo del municipio de Popayán Ramiro Navia, de retomar las riendas y conducir con la mayor rectitud, transparencia, honestidad, autonomía y generando cohesión social y sin exclusiones los destinos de un municipio y un departamento que quiere volver a ser grande con la población de carne y hueso y no con el pasado refrendado positivamente en la historia de Colombia, si no de cara al futuro de una región que desea crecer armónicamente.

Una historia por contar

por: Juan Carlos Pino Correa


Yo no entendía lo que me decía. Nunca entendía. Por eso, antes de llegar a aquella esquina apretaba los puños dentro de los bolsillos de la chaqueta y me concentraba. Hoy lo voy a escuchar con atención, decía.

Hoy voy a entenderlo. Y en seguida aparecía él, sentado en su silla de ruedas, como siempre. Y aparecían sus ojos de un azul profundo, como este cielo que no alberga nubes en otoño. Y la frase se me venía encima a quemarropa. Y esta vez también los sonidos no sonaban a nada y volvían a ser sólo enigmas auditivos o balbuceos ininteligibles. Y nada más.

Entonces, por respuesta, yo sonreía.
Había visto a aquel viejo por primera vez a finales del año pasado, en una esquina de la Calle del Quijote. A las dos, cuando iba a recoger a Isabel, él ya estaba en su silla de ruedas en la parte baja de un edificio de cinco pisos, junto a un grafitti sangre que gritaba “torero”. Al verlo yo no podía evitar imaginar que al hombre lo llevaba hasta allí una mujer de su misma edad vestida siempre con falda, bufanda y saco cafés y que luego se dejaba arrastrar por su perro hacia otra esquina o hacia algún parque, mientras él se ungía de sol, sin broncearse, sin calentarse siquiera, porque el sol en esta época ni broncea ni calienta.

De tanto encontrar al viejo, de tanto no entenderlo, su rostro, su figura y su voz empezaron a parecerme familiares. Y me pregunté por su historia. Acaso fue republicano en los días de la guerra civil, me dije, y su invalidez es producto de aquel tiempo aciago. Sí, podría haber sido republicano aunque jamás en su vida hubiera leído a Miguel Hernández y ni siquiera reconociera aquel nombre si alguien lo mencionaba. Pero también era posible que hubiera militado en el bando nacional y ahora guardara en casa como su más preciado tesoro una bandera española con el águila franquista. ¡Como un tesoro! ¿Y si no fuera ni una cosa ni la otra? ¿Si ejerciera apenas como un tierno abuelito que no se acuerda del pasado y sus miserias y no se acuerda tampoco del presente y sus miserias?

En eso me quedé pensando mientras seguía el camino. Y también pensé en mi incapacidad para comprender a ese hombre de mirada expresiva y gestos apacibles que una y otra vez, en la misma esquina, me hablaba con voz extraña y laberíntica, con sonidos ininteligibles, pero sonidos al fin. Siempre igual. Sin duda él tenía una historia por contar, como todos, o alguna pregunta por hacer, como todos, y yo, detrás de mi sonrisa de evasión, nada comprendía. Nada.
Sí, yo nada comprendía.

martes, noviembre 20, 2007

La Silvia de América

Por : Ferney Meneses

El Liberal, noviembre, 2007


Sí, definitivamente el Cauca y por consiguiente Colombia, cuenta con regiones estratégicas en lo geográfico, lo turístico, lo ambiental y lo cultural.A propósito de ello, nuestra tierra tiene que sentirse orgullosa de que uno de los municipios más hermosos del planeta se encuentre ubicado al oriente del departamento y ese paraíso se llama Silvia.Históricamente a la tierra de mestizos campesinos y urbanos, de guambianos, de paeces, de quizgüeños y de ambaloes se le ha denominado también “La Suiza de América”, ya que un sacerdote franciscano suizo, Julio Kootel, quien prestó sus servicios hace varias décadas, acuñó esta expresión al referirse asombrado a la tierra donde había llegado por las coincidencias del paisaje con su natal tierra europea. Por supuesto que el Presbítero Kootel murió en Silvia y su deseo siempre fue que lo enterraran allí, lo cual se hizo.Recientemente o mejor, en la administración del actual Alcalde, a la expresión acuñada por el sacerdote mencionado líneas atrás, se le hizo una pequeña modificación al asumir la expresión “La Silvia de América”, cuyo sentido y fuerza parecen salir de las entrañas de su misma gente, del rescate de lo nuestro, de lo propio, es decir, de ese mestizaje que deja fluir matices indios y blancos con el valor cultural adicional de mirar hacia toda la América.


Actualmente, ir a Silvia es energizarse con la influencia de la naturaleza que empieza recibiendo al visitante con sus diversas tonalidades de color verde, de cafés de ensueño, de bosques y nacimientos abundantes de agua, del susurro del viento en los crepúsculos, de las melodías que a manera de una gran polifonía, los pájaros entonan. Adicionalmente, Silvia se convierte poco a poco en un pequeño municipio universitario por cuanto hace presencia la Universidad del Cauca con carreras a nivel tecnológico como Telemática e Ingeniería Agroindustrial en este 2007 y para el 2008, se iniciarán, Ingeniería Ambiental y la licenciatura en Etnoeducación. A la par, el Sena, Regional Cauca ha contribuido con muchas opciones de capacitación tanto tecnológicas, técnicas y cursos.Por otra parte, la tecnología no es ajena para los silvianos y silvianas, puesto que se cuenta con varios Telecentros, esto es, lugares con equipos de computación e Internet para capacitar a productores del sector agropecuario en temas productivos y de negocios. Por supuesto que los y las estudiantes también aprovechan este espacio y otras salas de Internet que se ofertan actualmente. De igual manera, existe la emisora comunitaria Guambía Estéreo, autorizada por el Ministerio de Comunicaciones y sorprendentemente, también se cuenta con un periódico mensual llamado La Ventana, que no tiene nada que envidiarle a otros periódicos de Popayán o del resto del Cauca.En vías, la nueva carretera está como para no dejar de visitar esta bellísima población, por cuanto el tiempo para subir se redujo sustancialmente. Al llegar, usted puede alojarse en buenos hoteles, degustar la trucha Arco Iris en diversas formas, probar infinidad de quesos y otros lácteos, saborear las famosas fresas con crema, etc. La diversión no da espera y por eso, las discotecas con música a la moda, seducen; la pesca deportiva estremece, el alquilar caballos despierta ese espíritu de aventura y claro, los niños pueden jugar en parques infantiles de la zona urbana.En fin, ir a Silvia es una experiencia obligatoriamente placentera, ya que como dijo un promotor turístico hace varios años: “Silvia, remanso de paz que invita al descanso”. Arme viaje, no se arrepentirá.

domingo, noviembre 18, 2007

ENTREVISTA

Entrevista con el autor de El ‘Flautista del Humilladero’
El cronista del hombre que vivía con una flauta de carrizo
El liberal, POPAYÁN, noviembre 18 de 2007
Por: Pacho Calderón


Es una tarde fría. Viernes. Un puñado de parroquianos transita por toda la Calle Tercera. Hay dos niños que se encuentran sentados al frente de la Casa Caldas preparando, en bolsitas, las moras que ofrecerán durante toda la tarde a los ciudadanos que transitan por este punto de la ciudad.
Estos chiquillos ya saben lo que es elaborar estrategias de venta, por eso uno de ellos le dice al otro que se apure en empaquetar la fruta porque les va a coger la tarde. Son las 2:00 p.m.
Doblando la esquina, a la altura de la Carrera Quinta, hace aparición una persona vestida con un saco de pana color café, camisa y jean. En una mano porta un pequeño libro y en la otra un celular.
Este ciudadano camina como si portara una gran noticia, y en sus ojos verdes, se nota que en su mente aún quedan los estragos de una buena lectura.
En el paisaje del lugar, este hombre resalta porque en sus manos lleva el mensaje de salvación para unas cuantas almas ‘embolatadas’ en los trasegares de la existencia: un libro de poesía.
Él sabe que sus congéneres, además de carros y televisores, necesita para sobrevivir algo de poesía, por eso se toma la tarea de recoger sus mejores palabras, organizarlas y publicarlas en libros...
Como los pequeños que están vendiendo moras, este hombre va ofreciendo su pequeño catecismo lírico. Llega a las puertas de la Casa Caldas y entra, donde lo espero como periodista para preguntarle que se siente ser el ganador de la primera versión del Concurso de Cuentos Inéditos sobre Mitos y Leyendas, evento que fue realizado por la Gobernación del Cauca, y su programa Caucanizate.

Nuestro personaje se llama Marco Antonio Valencia Calle y su oficio es ser poeta, labor que de ninguna manera es como la de cualquier otra. Pero para ganarse la vida y mantener su hogar, este mortal de 40 años de edad se dedica al noble ejercicio de la enseñanza en las instalaciones de la institución Educativa San Antonio de Padua, en Timbío.

Marco Antonio se sienta, junto con al periodista, en una de las tantas mesas de Arte y Café de la Casa Caldas. Y pide un ‘pintado’ antes de empezar a responder un arsenal de preguntas.

Se dice que su pluma era bastante ácida y agresiva...

En varios años como columnista tuve el San Benito de ser el comentarista terrible del periódico El Liberal. Eso me granjeó muchos amigos, porque les gustaba ese humor negro e irreverente que esbozaba en las páginas editoriales, pero también me gané muchos enemigos. La gente no asimilaba muy bien el humor, la ironía y el sarcasmo, y por eso me criticaban.

¿Cómo eran las disputas que se armaban en torno a sus columnas?
La propuesta era poner sobre el telón varias clases de temas, y sobre estos, plasmar una opinión que no fuera la que la gente compartía comúnmente.
A veces no escribía propiamente mis ideas, sino que le buscaba la ‘quinta pata al gato’, pero eso me generaba enemistades.
¿Por qué aprovechar un espacio en el periódico para escribir y opinar?
Siempre he buscado la forma de ser escritor. Hay pocas posibilidades de publicar y la columna en un periódico permite tener un ejercicio de escritura permanente. Además se van creando lectores. Escribir columnas se convierte en un vicio... y no lo he podido dejar de lado, aunque muchas veces me lo he planteado.
¿Es el mismo escritor cuando comenzó a salir sus primeras columnas?
Al principio lo hacía de manera muy literaria y con una mirada de escritor. Con los días, "lastimosamente", he sentido que me ido acartonando... y eso me preocupa. Como sea, me he dado cuenta de que todos los escritores del mundo, antes y ahora, terminan siendo columnistas. En España, las mejores plumas de las casas editoriales son columnistas de prensa o de bitácoras de páginas blog.
¿Esta situación es la misma que vivieron los escritores de los sesenta y setentas, quienes terminaron como columnistas y aceptando todo lo que querían cambiar?
No. Yo nunca he sido un irreverente en el sentido de dedicarme a atacar la institucionalidad ,el Estado o la sociedad. Pienso que un escritor tiene la habilidad de poder ver cosas que las otras personas no logran ver. De fijarnos en los detalles de la vida nimios o verdaderamente importantes y estamos en la obligación de darlos a conocer a través de la escritura.
¿Por qué ese mal vicio de la literatura?
Es una vocación de niño. El pintor, el escultor o música encuentran academias de formación, pero uno como escritor no encuentra una institución para aprender este arte. Por tal, vivo en una búsqueda constante, incluso desde la academia, para aprender los gajes de este oficio. Soy autodidacta en este oficio de escritor.
Si hablamos de escritura, nos estamos metiendo con la lectura, ¿qué libros ha degustado o qué autores han influenciado en su formación?
Soy un omnívoro literario. Me gusta la literatura que se hace en el país y de autores vivos. Al contrario de las personas que le gustan los clásicos. Mi biblioteca está compuesta por narradores colombianos. Leo novela, luego periodismo, ensayo y poesía. Esta última es la que me ha dado varios reconocimientos.
¿Qué está leyendo ahora?
Ahora estoy leyendo a un autor mexicano que se llama Jorge Volpi, pero también leo a Laura Restrepo, a Santiago Gamboa, en fin, me apasiona la actual producción literaria del país.
¿Libros que no haya podido leer porque no le haya agradado?
A Sangre fría de Capote. A un libro le doy hasta la página 30 para que me seduzca; si no lo logra, lo dejo a un lado. Y son muchos libros que ha corrido con esta suerte...
¿Su obra?
En el año 2.000 publiqué una novela y no he podido reeditarla. En poesía ha sido diferente, ya que en Popayán hay mucha actividad en este campo. En últimos dos años en la ciudad se han publicado 20 ó 30 libros de poesía. Los narradores están todavía en proceso, en ciernes.
¿De qué vive usted?
Por la mañana dicto clases, que es lo que me permite vivir y por la tarde me dedico al ejercicio de la escritura. Soy una persona que vive de las letras pero que renuncian a las cosas terrenales. Tengo obligaciones, pero siempre estoy buscando la forma seguir en mi formación intelectual y artística, por eso se explica mi trayectoria académica, entre que se cuenta una maestría de Filología Hispánica.

Tras los pasos de ‘Chancaca’
¿Por qué decidió participar en este concurso?
La invitación me pareció muy agradable, ya que es la primera vez que en el departamento se hace un certamen como este. Además, me llamó la atención el tema, es decir lo relacionado con la tradición... y la invitación me llegó dos día antes de cerrarse la convocatoria.

¿Cómo nace el cuento que le dio el primer lugar en este concurso?
Este cuento, esencialmente, es un homenaje a la chirimía, porque descubrí, en el proceso de escritura de una novela sobre la música en la que trabajo, que la gente del Cauca participa mucho de esta música, pero no le gusta reconocerla como suya. La chirimia guste o no, es el estilo musical que nos identifica, y no lo hemos reivindicado, como lo han hecho los costeños con el vallenato.
Pero a la vez era romper con las mismas leyendas o mitos que conocemos, como el de la Patasola, el guando o la lloronam entre otros. Eso hay que superarlo, ya que hay nuevas leyendas en la tradición oral que aún no se han plasmado en el papel.
¿Por qué la figura de ‘Chancaca’?
Porque la vida de este personaje hace parte de la tradición oral de Popayán; es decir que tenemos nuevos mitos y leyendas que están identificadas oralmente, pero que todavía no se han escrito. ‘Chancaca’ es una de ellas.
¿Cómo fue la construcción del personaje?
La historia de este personaje ha estado allí siempre, fue sólo escuchar con atención. Por ejemplo, hay una anécdota que dice que un día le robaron la flauta y la respuesta de él fue qué si podían quitarle la música, que vinieran por ella.
¿Hay otra intención detrás del cuento?
Era también explicar el significado de la palabra ‘Chancaca’, la cual viene de la melaza de caña y de pronto se usó para describirlo a él, que era un hombre negro y alto.
¿Usted llegó a mediar palabras con él?
No. Un día le di como dos mil pesos para que interpretara una canción.
¿Cómo fue su reacción cuando supo que era el ganador del concurso?
No lo esperaba aunque cuando uno participa en estos concursos guarda las expectativas. La verdad es que me salvó la patria porque el premio es un computador, que me cae de ‘perlas’, porque el mío se me dañó y he sufrido lo inimaginable sin esta herramienta de trabajo.
¿Tiene algo que decir frente a este nuevo logro?
A partir de esta experiencia, desearía desarrollar un trabajo de pedagogía en cada municipio del departamento, incentivando a los menores a ejercer la escritura a partir sus propias tradiciones, que es en últimas, el objetivo de un concurso como estos. Y por supuesto agradecer al Programa Caucanizate, que ha puesto un grano de arena más en la construcción de la literatura del Cauca con un evento como estos, y con un incentivo como el que hoy me ofrecen.

lunes, noviembre 12, 2007

RAMIRO NAVIA, ALCALDE ELECTO DE POPAYÁN


Con más de 40 mil votos, el Médico Ramiro Navia fue elegido el pasado 28 de octubre como el nuevo mantario de los payaneses. Navia de filiación conservadora fue acompañado en su aspiración por una coalicción de fuerzas políticas de diversas tendencias.
Su mandato inicia a partir del 1 de enero del 2008.

UNICAUCA 180 años de historia

OBRA DE HARDY BALANTA

POR: DIEGO FERNANDO SANCHEZ VIVAS

Nuestra Alma Mater, la Univer­sidad del Cauca, uno de los centros docentes de educación superior más importantes del Sur Occidente del país, celebra por estos días los 180 años de fundación.
Su origen se remonta a los albores de la República, cuando el entonces Vicepresidente de Colombia General Francisco de Paula Santander encargado del Gobierno, expidió un decreto ordenando la creación de la institución, acto que se protocolizó el 11 de noviembre de 1827. Para la instalación de la Universidad del Cauca, se nombró a Don José Arroyo como rector, y al presbítero Manuel José Mosquera en calidad de Vicerrector.
Hoy por hoy, la Universidad del Cauca ha logrado afianzar su prestigio académico, si se tienen en cuenta los más recientes registros de pruebas a nivel nacional, y ha ponderado su peso específico en la determinación del devenir de la región, mediante un interesante plan de descentralización proyectándose a distintos lugares del Departamento. Cientos de estudiantes de otras regiones del país, se disputan la entrada al Alma Mater, atraídos por el nivel académico de la institución, por la imagen de Popayán como ciudad del conocimiento, y por las ventajas comparativas de vivir en una ciudad como Popayán. Este hecho genera dinamismo, flujo económico y vitalidad para nuestra ciudad y el Cauca.
Todos estos elementos positivos, requieren de un alto componente presupuestal, que la Universidad del Cauca por si sola difícilmente alcanza a sobrellevar, siendo necesario el concurso del Gobierno Nacional para su apoyo, y la concertación de las fuerzas vivas del Departamento con el fin de generarle al Alma Mater un horizonte económico, financiero y presupuestal menos incierto. Al respecto, cursa en el Congreso el trámite de una iniciativa legislativa para la expedición de una estampilla Pro Alma Mater, que de aprobarse permitirá ingresos importantes para la Universidad del Cauca.
Esperemos entonces que el horizonte presupuestal del Alma Mater se afiance en el largo plazo, ya que la Universidad del Cauca se constituye sin lugar a dudas, en el más grande patrimonio cultural de la Región, una institución educativa, cuna de ideas y escenario de la academia, donde se deslinda el perfil del futuro profesional, conciente de las necesidades sociales, y anhelante de paz, progreso y bienestar para su comarca.
“ Posteris lumen moriturus edat”, Felicitaciones Universidad del Cauca, que tu antorcha luminosa irradie sabiduria por siempre, y que trascienda y se proyecte a la posteridad.

PARA ACABAR CON LOS RECITALES DE POESÍA


obra de Hardy Balanta

POR: Francisco Campillo

No deberían existir los recitales de poesía, pero existen.
Nada podemos hacer a favor de su pronta extinción, salvo dormir y soñar que en lugar del recital existe algo como el sueño hondo y placentero, incluso, con pausados ronquidos de fondo como los que a menudo incomodan a los despiertos pero quizá aburridos asistentes a recitales de epónimos poetas que cargan en metafísicos costales, caca y prestigio.

En todo caso dormirse en un recital de poesía es un hueco por donde el recital se hunde como un barco estrafalario en aguas pantanosas. Pero si uno mismo es quien recita el poema, el asunto reviste una gravedad no exenta de contaminaciones penosamente hilarantes, porque resulta que en mitad del poema, a uno le entra un arrepentimiento desesperado cuyo efecto es un desastroso alargamiento del poema que uno supuso despacharía en pocos minutos, pero que de pronto, sin saber cómo, parece que entre uno más avance en su lectura, menos probabilidad se tuviera de llegar a la de repente remota orilla del verso final.

Debe ser que todo ello proviene de los ronquidos sin ubicación determinable en medio del inexacto mapa de los asistentes, pero cuya precisa semejanza con el inquietante sonido de una flatulencia (léase pedo), pone perlas de sudor en la frente, pues aunque nadie se ría hay una malsana nube de hilaridad a punto de estallar en lluvia y truenos de francas carcajadas. Y uno en medio del oceánico poema, alcanza a pensar no se sabe bien porqué, y a modo de una hipótesis fugaz y brumosa, que todo no es más que un perverso efecto desestructurante, nada muy concreto, pero justamente la inconcretez del ronquido-pedo en medio del recital reduce, clausura, apaga, desmotiva, derrite, desvía, disipa, deconstruye derridarianamente algo en el recital, que no es todo el recital sino que es una cosa espesa que está ahí sin mucha vistosidad, como en la parte de atrás de la esencia misma del recital, sosteniendo de un frágil hilo su efectuación o importancia.

El final del recital coincide con el brusco despertar a causa de la estridencia de aplausos que estallan, entonces uno se levanta, hay que confesarlo, muy satisfecho de haberse dormido, no hay culpa ni vergüenza; es más, de manera por completo inocente, uno se dirige hacia donde el ilustre poeta, que por lo general es un fulano, algo apocado pero con intereses fraudulentos y pomposas ínfulas de trascendencia, y uno lo felicita con entusiasmo por cosas que jamás uno vio ni escuchó –por fortuna–.

el colegio myaor del Cauca

Cuarenta años de vida...

por: RUTH CEPEDA VARGAS


Esta historia empieza a escribirse un 13 de noviembre de 1.967 en una casa de paredes blancas, con un rosal a la entrada y un manzano en el patio de atrás.

Desde sus comienzos este lugar se convirtió en el hogar de nuestros estudiantes y en el espacio propicio para la fraternidad y el conocimiento. Supe entonces que educar no es sólo enseñar. Entendí que la tolerancia y la justicia van siempre de la mano. Conocí que es necesario vislumbrar ese mapa desconocido que es el alma ajena en donde crecen y se alimentan los sueños y las dudas para que ellos puedan alcanzar su vivencia

Durante quince años permanecimos en ese lugar. Vino el terremoto del 31 de marzo de 1.983 y dejó inhabitable la casa. Llegó entonces el milagro de recibir la herencia promisoria del claustro de la Encarnación, fundado desde 1.59l como el primer centro educativo para la mujer en Colombia. Sus ruinas nos fueron entregadas una noche de un julio de 1.983 por la Gobernadora Amalia Grueso y en diciembre de 1.985 tomamos posesión de uno de los sitios más bellos, poblado de historia y de leyendas y cuya restauración hecha por el Icce fue afortunada. Gracias a estos espacios los frentes de trabajo y el número de estudiantes crecieron.

El 2 de noviembre de 1.997 siendo alcalde José Gabriel Silva nos fue donada por el Concejo Municipal la Casa Obando. Fue restaurada por la Escuela Taller con recursos propios del Colegio Mayor del Cauca y la ayuda eficaz de la Agencia de Coo­peración Espa­ñola.
Hoy el Colegio Mayor del Cauca está regido por nuestra exalumna María Cecilia Vivas de Velasco quien trabaja incansablemente por su crecimiento y su bienestar. A mediados del año entrante se empezará la construcción de una nueva sede para el Colegio Mayor del Cauca. El lote esta situado sobre la carrera séptima y el parque Julio Arboleda. El proyecto arquitectónico cumple con todos los requisitos exigidos y el radio de acción lógicamente ha de ampliarse un ciento por ciento.

La vida continúa y el tiempo pasa. Es grande el campo de trabajo que esta Institución Tecnológica tiene. Se aspira a convertirla en Institución Universitaria y se hace al respecto un trabajo muy amplio y muy serio para lograrlo. Desde mis “cuarteles de invierno” miro este panorama y lo veo promisorio Espero que esta departamentalización le sea positiva y le ayude a abrir los nuevos frentes en Educación Superior que necesita el Cauca.

Al fondo de esta historia vive y perdura la figura inolvidable de Luz Valencia de Uruburu. Ella fue la que impulsó la creación del Colegio Mayor del Cauca que se ha convertido a través de estos cuarenta años en una entidad indispensable, gracias a su manejo transparente y a su profunda vocación de servicio.

sábado, noviembre 10, 2007

El uso de la corbata

por: Horacio Dorado Gómez


La corbata continúa siendo uno de los símbolos de elegancia que da prestancia a quien la usa, aunque algunos diseñadores y los mismos habituales usuarios le resten cualidades de distinción.

Por ejemplo, el alcalde de Medellín, Sergio Fajardo, quien, está de moda por su buen desempeño en el cargo, ha excluido de su ropero el surtido de corbatas para cualquier ocasión. La informalidad es su norma. No usa corbata, ni vestido entero. En los actos sociales viste blue jeans, mangas de camisa, y en pocas ocasiones chaqueta. Así mismo, en Bogotá, Lucho Garzón no utiliza esa prenda de vestir, y no por ello, deja de ser un excelente alcalde. Se dice que, el hábito no hace al monje. Para otros, la corbata sigue siendo un elemento imprescindible, arguyendo: ¿Qué sería de un elegante traje sin una preciosa corbata? Reivindico el valor estético de la corbata, cuya historia se remonta a unos cuantos cientos de años. El origen más cercano es de 1660, en la contienda entre el regimiento Croata y los Turcos. Este regimiento (parte del imperio Austro-Húngaro), en una de sus visitas a París en el que se presentaban como héroes ante su Majestad Luís XIV, conocido por su gusto por el buen vestir y los pañuelos, los oficiales llevaban puestos al cuello unos pañuelos de colores. Estos, se cree provienen de los oradores Romanos. Se ponían en el cuello para darle calor y cuidar sus cuerdas vocales. Tanto gustaron a Luís XIV que diseñó para el regimiento real un pañuelo con la insignia Real, y al que denominó Cravette. De donde se deriva corbata. A principios del siglo XX, Europa comienza a fabricarlas. Aunque muchos historiadores predecían la desaparición de la corbata (no tenía sentido llevar un “trozo” de tela al cuello). Desde entonces, la corbata pasó a ser un signo distintivo entre las clases más acomodadas. Los partidarios de la corbata, dicen que realza el uso de la camisa y destaca la verticalidad del cuerpo. Añaden que la corbata da estilo, elegancia, color y textura a la austera camisa. Y es del todo cierto. Un buen traje, aunque se note su calidad, no luce tanto sin corbata como cuando se usa una elegante corbata de seda con un nudo Windsor, por ejemplo. La corbata perdura hasta nuestros días a pesar de los detractores, que han desgastado su valor estético atribuido, más al uso que le dan los manilargos de cuello blanco. Ahora es de común usanza de vigilantes, visitadores médicos y difusores de la Biblia bajo el brazo. Todo indica que el uso de la corbata y camisa, ha comenzado su evolución de forma tal que sin ese ´trozo´ de tela alrededor del cuello se logra también armonía.

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